El Cairo vuelve a recuperar el pulso

Domingo, primer d¨ªa de la semana musulmana, y como el Gobierno dispuso el s¨¢bado, los bancos abrieron por primera vez sus puertas despu¨¦s de una semana de cierre. El Cairo, una megal¨®polis en la que habitan m¨¢s de un tercio de los 80 millones de egipcios, trataba ayer de recuperar su pulso y la locura habitual de su tr¨¢fico.

Desde primera hora de la ma?ana decenas de personas hac¨ªan colas en los bancos y los cajeros autom¨¢ticos. El Gobierno, temeroso de que cundiera el p¨¢nico si faltaba efectivo en alguna entidad bancaria, lo que pod¨ªa llevar a la gente a sacar de formar masiva sus ahorros, pidi¨® al banco central que liberara parte de los 36.000 millones de d¨®lares de la reserva. No hubo p¨¢nico y los clientes se limitaron a sacar lo necesario.

Por el entramado de callejones que ocultan las grandes avenidas, la actividad era la habitual. Todo estaba abierto, incluidas las tiendas de electrodom¨¦sticos, de telefon¨ªa o de antig¨¹edades. En los numerosos peque?os talleres trabajaban los distintos operarios y en las t¨ªpicas barber¨ªas cairotas, los barberos perfilaban los bigotes de sus clientes y les cortaban el pelo.

El tr¨¢fico, principal tortura de la poblaci¨®n y de los turistas, cuando los hay, comienza a dar se?ales de recuperaci¨®n, aunque a¨²n est¨¢ muy lejos de los desesperantes embotellamientos que entorpecen la vida de esta ciudad marcada por el Nilo. Burros con carros cargados de pl¨¢tanos y naranjas, bicicletas, motocicletas, coches que echan un humo que ciega al de atr¨¢s y autobuses se disputaban de nuevo las calzadas cairotas.

La parte m¨¢s congestionada de la ciudad sigue siendo el entorno de la plaza de la Liberaci¨®n, aunque han comenzado a abrir algunas tiendas y restaurantes de las calles que desembocan en el coraz¨®n de la protesta. Solo el barrio copto, la ciudadela, el mercado de Jan el Jalili y otros lugares de visita tur¨ªstica obligada siguen cerrados y guardados por tanques del Ej¨¦rcito y numerosos polic¨ªas.