Presiones contra los gen¨¦ricos
Los intentos de pa¨ªses pobres por conseguir medicamentos asequibles se enfrentan a la defensa de EE UU de los intereses de los grandes laboratorios
La Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) permiti¨®, en 2003, que un pa¨ªs con una crisis sanitaria no respete la protecci¨®n intelectual para un f¨¢rmaco, y fabrique o importe un gen¨¦rico. Algunas ONG vieron en esos acuerdos (ADPIC en espa?ol) la puerta abierta para una de sus grandes reivindicaciones. Pero no contaron con el contrapeso de la presi¨®n estadounidense, siempre velando por sus laboratorios.
El caso m¨¢s claro es el de Guatemala. El 11 de marzo de 2005, el embajador cuenta el ¨¦xito de su trabajo para que el pa¨ªs reintroduzca la propiedad intelectual sobre medicamentos. "Ha sido el final de un drama que se ha desarrollado durante a?os, plagados de desinformaci¨®n, conflictos de intereses, pol¨ªticos parciales y una gran falta de capacidad de decisi¨®n de los l¨ªderes pol¨ªticos. Nos ha llevado m¨¢s tiempo que ning¨²n otro tema en los ¨²ltimos meses", presume.
Se investiga un posible conflicto de intereses de Rigoberta Mench¨²
ONG como M¨¦dicos sin Fronteras est¨¢n en el punto de mira de la embajada
Tailandia vence las presiones para fabricar sus propios antivirales
La diplomacia coordina sus actuaciones con las multinacionales
El momento m¨¢s cr¨ªtico fue en 2004, con la llegada a la presidencia de Guatemala de ?scar Berger, que se encuentra con "esc¨¢ndalos en la Seguridad Social por millones de d¨®lares". El Gobierno "asumi¨® que las compa?¨ªas farmac¨¦uticas trasnacionales estaban conspirando con los dirigentes del instituto". El ministro de Sanidad, Marco Tulio Sosa, quiere abolir una ley anterior con "la excusa de que restringe el acceso a los gen¨¦ricos". Con un agravante para el presidente: "la premio Nobel de la Paz Rigoberta Mench¨² le apoya". Al movimiento se une M¨¦dicos sin Fronteras, que "organiza seminarios" y trae de Argentina al "experto" (las comillas son del cable, indicando sus dudas) Carlos Correa, ferviente partidario de abolir las patentes de los f¨¢rmacos para ciertos pa¨ªses.
Tras un intenso tira y afloja, la crisis estalla en noviembre. "Sin aviso, Sosa y Mench¨² aparecen en el Congreso con un nuevo proyecto para eliminar la protecci¨®n de datos que se aprob¨® de manera un¨¢nime". "Nadie se atrevi¨® a oponerse por miedo a ser identificado como una herramienta de las multinacionales", narra el cable.
El representante estadounidense se pone en acci¨®n, e interpela al presidente. "El embajador les urgi¨® insistentemente a que vetaran la ley". Al final, Berger le comenta "que se hab¨ªa visto obligado a firmar la ley, y lo hizo el 22 a pesar de que el embajador le hab¨ªa llamado el d¨ªa antes". Esa no fue la ¨²ltima presi¨®n. El nuevo embajador, Allgeier, esgrime la posibilidad de que Guatemala quede fuera del acuerdo CAFTA (Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroam¨¦rica y Rep¨²blica Dominicana) de una manera "quiz¨¢ permanente".
El diplom¨¢tico describe que al presidente le hab¨ªan dicho que "las compa?¨ªas multinacionales hab¨ªan trabajado con los funcionarios corruptos y estaban manipulando las condiciones de la protecci¨®n de datos del tratado ADPIC para impedir el acceso a gen¨¦ricos baratos". Barger estaba enfadado, pero ten¨ªa enfrente a Rigoberta Mench¨², "a quien no pod¨ªa permitirse ignorar", relata.
A la vez, hay una intensa campa?a medi¨¢tica ("public diplomacy Blitzkrieg", la llama el cable). Para reforzarla, se buscan los trapos sucios de los protagonistas. Mench¨² "posee la franquicia de la compa?¨ªa mexicana Farmacias Similares, y vende la posibilidad de abrir oficinas por 25.000 d¨®lares en efectivo".
Al final, el presidente revoc¨® la ley, y Guatemala volvi¨® al redil.
Pero, a veces, EE UU no se sale con la suya. Es el caso de Tailandia. "El 29 de noviembre [de 2006], el Ministerio de Salud P¨²blica anunci¨® que se iba a decretar una licencia obligatoria [p¨¦rdida de patente] para el efavirenz, una medicina de Merck usada para tratar el VIH". "El ministerio alega el alto precio del f¨¢rmaco como una barrera para el acceso". Tailandia "probablemente ha respetado su propia legislaci¨®n y la de la OMC", admite el cable. Pero eso no basta. De nuevo, se buscan culpables. "La falta de una consulta con Merck debilita los argumentos del Ministerio de Sanidad y sugiere que est¨¢ siendo muy influido por ONG". "No creemos que los ministros econ¨®micos sean conscientes de las implicaciones de la decisi¨®n, algo que esperamos remediar". Para ello, "Merck planea contraatacar con una reducci¨®n de precio y, con la ayuda del Gobierno de EE UU, espera salvar su patente", relata un cable. Y esto se propone, aunque "el uso de efavirenz ha aumentado r¨¢pidamente debido al incremento de pacientes con VIH y al compromiso de 2005 del Gobierno de proporcionar antivirales a los pacientes que los necesiten".
El proceso se complic¨® a¨²n m¨¢s (para los intereses de las farmac¨¦uticas) con el golpe de Estado del 19 de septiembre de ese a?o. Entre otras causas, por "la involucraci¨®n personal del nuevo ministro de Sanidad, Mongkol Na Songkhla". Adem¨¢s, su asesor, Suwit Wibulpolprasert, es "un aliado de las ONG". Despu¨¦s de debatir la legalidad de la medida, se concluye con la raz¨®n final de la decisi¨®n: "El Ministerio de Sanidad afirma que la patente del efavirenz ha mantenido su precio el doble que el de los gen¨¦ricos, y ha dificultado el acceso por los pacientes".
En este relato hay un asunto importante: por qu¨¦ no se ha negociado con Merck. El otro aspecto que destaca es la visi¨®n que tiene el embajador del sentido de las licencias obligatorias: "usada con habilidad, la carta de las licencias obligatorias puede jugarse para conseguir precios menores evitando los problemas de fabricar o importar" los f¨¢rmacos. Por eso se sugiere que los "altos cargos de la Embajada se dirijan a los ministros", y se les sugiera "que entren en conversaciones con Merck". Eso s¨ª, para no ofender a nadie, "insistiendo en que no se est¨¢ poniendo en duda la capacidad de Tailandia respecto a la posibilidad de decretar licencias obligatorias". "Aunque las negociaciones pueden salvar la patente de Merck esta vez, es muy probable que el Gobierno establezca licencias obligatorias en el futuro".
La situaci¨®n empeora. En enero de 2007, "el Ministerio de Sanidad anunci¨® su intenci¨®n de promulgar nuevas licencias obligatorias". Son del Kaletra, un antirretroviral de Abbott, y el anticoagulante Plavix. "Nos tememos que el Gobierno de Tailandia va a romper las patentes de los medicamentos solo porque son caros, y no porque afecten a los pobres".
En una sorprendente s¨²plica, "la Embajada solicita cualquier instrucci¨®n sobre si las licencias obligatorias que no son para tratar enfermedades pand¨¦micas deben ser abordadas de forma distinta bajo las directrices de la OMC". Esta vez, David venci¨® a Goliat.
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