C¨®mo ser adicto al arte
Cuanto m¨¢s te gusta el arte, m¨¢s arte te gusta. As¨ª que me resulta f¨¢cil comprar mucho arte. Ver el arte como inversi¨®n le quitar¨ªa toda la diversi¨®n". Es una cita del libro de preguntas y respuestas confesionales titulado Me llamo Charles Saatchi y soy un arteh¨®lico (Phaidon). Vale, es Saatchi. Un multimillonario exc¨¦ntrico que desde que decidi¨® hacerse coleccionista se convirti¨® tambi¨¦n en ¨¢rbitro del gusto y dictador (el que dicta) del arte brit¨¢nico en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Aunque no lo haga como inversi¨®n, lo que ¨¦l compra sube autom¨¢ticamente su cotizaci¨®n. Tambi¨¦n vende esas obras revalorizadas para comprar otras. Pero ?hasta qu¨¦ punto arte y mercado van de la mano?
I. C?MO SE EMPIEZA
"No lloremos porque los buenos coleccionistas van a otros sitios a comprar. Hay que elevar el nivel de la feria", dice De Alvear
Durante los ¨²ltimos quince a?os el n¨²mero de coleccionistas adinerados se ha multiplicado por veinte
Marcos y Elena construyeron una casa en Segovia en 1979 y le pidieron al primo de ella, el artista Gerardo Rueda, que los ayudara a decorarla. "Nos trajo cuadros y obras del grupo El Paso (al que ¨¦l pertenec¨ªa). Compramos algunas y rechazamos otras instintivamente", recuerda Elena. "Al principio no nos gustaban. Nos pregunt¨¢bamos, ?si este se?or sabe pintar, por qu¨¦ hace estas cosas tan desagradables? Aprender a apreciar el arte contempor¨¢neo es un proceso largo", prosigue. Ten¨ªan una buena situaci¨®n econ¨®mica, pero no han sido nunca muy dados a los lujos. "Ni siquiera hemos tenido un buen coche", dice ella, sin darle importancia.
De manera que -y es lo que marca la diferencia con los que se quedan en esa fase- decidieron ir un d¨ªa a la semana a ver exposiciones y galer¨ªas. "Estuvimos a punto de abandonar, pero un d¨ªa de 1982 las obras que ve¨ªamos empezaron a tener sentido", contin¨²a Marcos. "Conseguimos educar la mirada, empezamos a VER. El d¨ªa en que te empieza a gustar el arte es como si se encendiera una fogata en ti. Y es que a la pintura se puede llegar a trav¨¦s de los cinco sentidos, y ese inter¨¦s es el que te lleva a leer libros, averiguar lo que puedas sobre los artistas y las obras". Marcos Mart¨ªn Blanco y Elena Rueda poseen hoy cerca de 850 obras de arte contempor¨¢neo.
II. EL ESCAPARATE
Todo entra por los ojos y, en especial, el arte. Por eso las ferias internacionales, esos grandes almacenes ef¨ªmeros, son frecuentados por los coleccionistas y tambi¨¦n por los que simplemente alimentan esa mirada ¨¢vida aunque no se lleven nada a casa. La feria Arco abre sus puertas la pr¨®xima semana con la voluntad de recuperar su lugar en el panorama internacional. Reinventarse, ser un escaparate atractivo. Por eso invita a 150 coleccionistas privados recomendados por las propias galer¨ªas, a los que se suman representantes de diversas instituciones. "Hemos insistido en invitar especialmente a coleccionistas procedentes de Latinoam¨¦rica y Rusia, aunque tambi¨¦n hay muchos de Londres, Alemania y Austria", explica Carlos Urroz, nuevo director de Arco. "Este programa se ver¨¢ completado con la presencia de museos e instituciones internacionales como Maison Rouge, de Par¨ªs; Tate, de Londres, o la Asociaci¨®n de Coleccionistas de Portugal, entre otros".
"El coleccionista tiene un papel fundamental en el sistema del arte, sobre todo cuando compra discriminadamente, es decir, cuando elige las obras con criterio y con conciencia del significado que tienen en su ¨¦poca", afirma Rosa Mart¨ªnez, comisaria de exposiciones internacionales y exdirectora de la Bienal de Venecia. Ella dirige en Arco un programa de foros y debates en torno al coleccionismo que contar¨¢ con relevantes figuras de esta pr¨¢ctica como Patrizia Sandretto Re Rebaudengo, Francesca Thyssen-Bornemisza, Jochen Voz y directores de diversas colecciones. "Desarrollar una colecci¨®n es desarrollar el patrimonio individual y colectivo, pues el coleccionista adem¨¢s de contribuir a dar forma a su gusto personal tambi¨¦n colabora en la consolidaci¨®n de la trayectoria de los artistas en tanto en cuanto su apoyo econ¨®mico les permite seguir produciendo. Y contribuye cuando hace p¨²blicas sus colecciones, m¨¢s all¨¢ de la voluntad exclusivista, a la producci¨®n de sentido del momento hist¨®rico en el que viven".
III. ARTE Y PARTE
Helga de Alvear lleva muchos a?os acudiendo con su galer¨ªa a las m¨¢s importantes ferias internacionales. Es adem¨¢s una importante coleccionista de arte que ha abierto hace unos meses en C¨¢ceres una fundaci¨®n y centro de artes visuales donde exhibe las principales piezas de su vasta colecci¨®n, que tiene alrededor de 2.500 piezas de los m¨¢s relevantes artistas contempor¨¢neos. "Arco no es solo un espect¨¢culo. Como todas las ferias es un lugar para aprender. Yo he aprendido mucho de arte en las ferias", afirma. Pero no deja de ser dura cuando hay que serlo y la "refundaci¨®n" de Arco frente a otras ferias internacionales le merece juicios y actitudes firmes. "Las mejores galer¨ªas extranjeras dejan de venir a Madrid porque no venden. No lloremos porque los buenos coleccionistas van a Estados Unidos o a otros sitios a comprar. Hay que elevar el nivel de la feria para que se sientan atra¨ªdos", sentencia. Tiene muy claro que los coleccionistas importantes buscan obra importante y es contundente en su consejo a los galeristas que participen en Arco. "Definitivamente NO hay que llevar obra barata a las ferias", afirma.
Ante esa observaci¨®n Carlos Urroz opina: "Lo importante es que haya una sinton¨ªa entre la oferta y la demanda. Al ser las propias galer¨ªas las que proponen a los coleccionistas internacionales invitados, son compradores acordes a las piezas que exponen este a?o. En cualquier caso, y creo gracias a la crisis, las galer¨ªas est¨¢n haciendo un especial esfuerzo por traer piezas excepcionales con las que incitar a los coleccionistas".
IV. EL MERCADO
La crisis econ¨®mica internacional toc¨® el mundo del arte en 2008-2009, pero el a?o pasado se vieron claros signos de recuperaci¨®n. "El mercado del arte de hoy es m¨¢s din¨¢mico que nunca y est¨¢ mostrando un grado de madurez poco com¨²n, que muchos mercados regulares envidiar¨ªan", dictamina el an¨¢lisis anual de Artprice para 2010.
Seg¨²n ellos, despu¨¦s de una contracci¨®n del 42,8% entre los a?os 2008-2009, el precio del mercado del arte contempor¨¢neo internacional aument¨® un 5,4% durante la primera mitad de 2010, aunque sin llegar a alcanzar los niveles del periodo 2005-2007. Hay sectores que van ligeramente a la baja, como el arte emergente (que a mediados de la d¨¦cada pasada estaba en alza) y las piezas valoradas en decenas de millones. Fuera de eso, tanto en las subastas internacionales -sobre todo en ellas, con ventas espectaculares en los ¨²ltimos meses de 2010- como en las ferias de arte m¨¢s importantes (Art Basel y Miami Art Basel, Frieze y la recuperada FIAC), la venta de arte contempor¨¢neo no se ha detenido e incluso empieza a repuntar. En Espa?a, la venta en subastas (el llamado mercado secundario) no tiene relevancia en la econom¨ªa del arte. De hecho, la multiplicaci¨®n de ferias en el mundo (hay cerca de 250) es uno de los fen¨®menos de los ¨²ltimos a?os. "Las obras ofrecidas en las principales ferias contempor¨¢neas igualan en calidad y cantidad a las que ofrecen las casas de subastas durante toda una temporada de ventas", seg¨²n el libro El tibur¨®n de 12 millones de d¨®lares, subtitulado 'La curiosa econom¨ªa del arte contempor¨¢neo y las casas de subastas' (Ariel), de Don Thompson.
Y, aunque siga habiendo gente que clama alegremente que el arte contempor¨¢neo es un timo, lo cierto es que cada vez hay mayor afluencia a los museos y exposiciones. Lo que no quita que quiz¨¢ haya demasiados. "Los ¨²ltimos 25 a?os han sido testigos de la aparici¨®n de un centenar de nuevos museos en todo el mundo, cada uno de los cuales ha intentado adquirir por t¨¦rmino medio unas 2.000 obras de arte", se?ala el citado libro, y a?ade: "El segundo factor es la expansi¨®n paralela de las colecciones privadas. Durante los ¨²ltimos quince a?os el n¨²mero de coleccionistas adinerados se ha multiplicado por veinte, y muchas de esas colecciones terminar¨¢n en museos en vez de ir a la reventa".
V. PRIMEROS AUXILIOS
Elisa Hernando, directora de Arte Global, tiene a su cargo el programa First Collector, contratado por Arco, que consiste en la asesor¨ªa gratuita a nuevos coleccionistas o gente que quiera iniciarse en esa actividad. "Algunos no entienden bien la figura del asesor, lo confunden con una galer¨ªa de arte", explica. "Nosotros somos totalmente independientes, trabajamos para el cliente, no para determinadas galer¨ªas o artistas, aunque luego las ventas se concretan a trav¨¦s de la galer¨ªa. No negociamos precios ni hacemos visitas guiadas, orientamos al coleccionista para que ¨¦l visite la feria libremente. En el caso de este programa hemos recopilado toda la informaci¨®n de las obras y artistas que habr¨¢ en Arco para tener una base de datos. Podremos decir al interesado en qu¨¦ galer¨ªas se encuentran obras de determinado artista o sugerirle otros, seg¨²n lo que busque", dice Hernando.
Es una labor que requiere una relaci¨®n de confianza mutua. "En arte es importante el contacto humano", contin¨²a. "Yo no entiendo a los que piensan en el arte como inversi¨®n sin interesarse aut¨¦nticamente por ¨¦l. Esa gente no nos interesa. Lo que cuenta es que les guste una obra, que abran los ojos, fascinados. Al principio muchos creen que no saben bien lo que quieren comprar, pero en el momento decisivo s¨ª que lo saben", insiste. "Se puede empezar una colecci¨®n de arte sin ser millonarios. Tenemos un cliente canario que ahorra cada a?o entre 1.500 y 3.000 euros para comprar alguna obra, y lo disfruta tremendamente. Y tenemos otra clienta que s¨ª es adinerada y no entiende eso de comprarse yates y joyas. Ella compra arte y va en un coche normal".
VI. ESPA?A Y LA CRISIS
En la historia de Arco, buena parte de las compras han sido realizadas por instituciones (museos, colecciones empresariales). Seg¨²n Elisa Hernando, "la recesi¨®n ha cortado los presupuestos de adquisiciones de las instituciones, algunos casi a la mitad. Pero los coleccionistas privados siguen comprando".
Helga de Alvear se?ala que "los museos espa?oles est¨¢n empezando a despertar y a comprar bien. Algunos coleccionistas est¨¢n depositando sus obras en museos. La gran colecci¨®n de La Caixa, por ejemplo, ha ido al Macba y eso es fenomenal para las exposiciones".
Uno de los problemas para que Espa?a crezca en el mercado del arte es el de los impuestos para un bien que entra dentro de los objetos de lujo, con un IVA del 18%. "Estamos en pa?ales con respecto al mundo anglosaj¨®n, en ese sentido", comenta Hernando.
Alvear lo dice de otra manera: "El arte no es un lujo. No sirve para nada. No tendr¨ªa que tener los mismos impuestos que un coche de carreras. Es mejor que nos comparen con los libros en el tratamiento fiscal. El arte es algo tan necesario para la vida como ellos".
VII. ARTE COMO INVERSI?N
"No compramos por inversi¨®n ni lo hace ninguno de los coleccionistas que conocemos", se?ala Marcos. "Es m¨¢s, lo peor que nos puede ocurrir es que uno de nuestros artistas preferidos tenga mucho ¨¦xito comercial, que triplique sus precios, porque entonces ya no podremos seguir comprando sus obras. Hoy no podr¨ªamos adquirir algunas de las piezas que compramos en los a?os noventa".
Ellos viajan con frecuencia a ferias internacionales, pero no todos los a?os. "En las ferias descubres artistas internacionales que aqu¨ª no llegan, sobre todo de Estados Unidos", dicen. Pese a los datos de los artistas m¨¢s valorados, el gusto de los coleccionistas dista mucho de ser uniforme. "Es curioso pero cuando hablamos con otros coleccionistas rara vez coincidimos en los gustos. En general discrepamos bastante".
VIII. DESDE LA EXPERIENCIA
"Hemos comprado siempre con convicci¨®n, aun en la ¨¦poca en que no sab¨ªamos mucho. Nos dejamos aconsejar, pero la ¨²ltima decisi¨®n es siempre nuestra", dicen Marcos y Elena. "No ten¨ªamos un plan de adquisiciones, pero a principios de los noventa nos dimos cuenta de que, con 200 obras, ya ten¨ªamos una colecci¨®n y decidimos darle coherencia", relata Marcos. Decidieron coleccionar solo pintura y fotograf¨ªas. "Al final, cuando miras nuestra colecci¨®n lo que predomina son las obras que tienen que ver con los sentidos, con el cuerpo".
Despu¨¦s de su experiencia Marcos y Elena saben qu¨¦ aconsejar a los nuevos coleccionistas. "Lo primero es ver, ver, ver", dice ¨¦l. "Ver y hablar de arte con gente que sepa, escuchar, estudiar. Llegar¨¢ el d¨ªa en que empieces a decidirte. Y si descubres que, en realidad, no te gusta, no te metas. Lo importante es definir qu¨¦ tipo de colecci¨®n quieres. Y lo mejor no es comprar en ferias, es mucho m¨¢s tranquilo hacerlo en galer¨ªas, sin precipitaciones". Entre su colecci¨®n hay obras de Warhol, Sol Lewitt, Cindy Sherman, Thomas Ruff o Sugimoto, junto a muchos artistas espa?oles, desde Barcel¨® y Juan Mu?oz hasta Badiola o Valldosera. Ya no les caben en sus residencias de Madrid y Segovia, tienen una parte repartida en varios almacenes. Ellos y su hijo Rafael han formado una fundaci¨®n con vistas a crear un museo en Segovia. "Produce dolor ver los cuadros acumulados y que no los vea nadie. Deber¨ªa haber mejores cauces en los museos nacionales para que puedan acoger algunas colecciones".
Y concluyen: "Nos sentimos pagados con esta afici¨®n, con esta pasi¨®n. Tengo 81 a?os, mi mujer diez menos, pero creo que con esto tengo mucho m¨¢s futuro que pasado".
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