Banqueros yanquis, militares argentinos

Dos pel¨ªculas en las ant¨ªpodas abrieron ayer la carrera por el Oso de oro: por un lado el crash financiero de 2008 en Estados Unidos, desde el punto de vista de los malos, en la pel¨ªcula Margin call, de J. C. Chandor, que cuenta con estrellas como Kevin Spacey, Jeremy Irons, Demi Moore y Stanley Tucci. Por el otro la dictadura argentina contada a trav¨¦s del efecto que produce en la vida de una ni?a que no entiende del todo lo que est¨¢ pasando.

La Berlinale se mantiene as¨ª fiel a su costumbre de mezclar grandes producciones con nombres poco conocidos. Ayer fue, pues, un d¨ªa emblem¨¢tico. Las ruedas de prensa pasaron de estar repletas a semivac¨ªas, mientras que frente a los micr¨®fonos se alternan premios Oscar que hablan con soltura de todo, con j¨®venes inexpertos que luchan por ordenar las palabras.

"Muchos banqueros act¨²an de forma inmoral. No podemos crecer de forma permanente en un mundo de recursos limitados", dijo Irons. Kevin Spacey, a su lado, insist¨ªa en que tambi¨¦n los banqueros tienen alma: "Hubo un momento en Estados Unidos en el que pod¨ªas leer cada d¨ªa en el peri¨®dico lo monstruosos y avaros que eran, pero la verdad es que se trata de personas normales, que tienen trabajos normales y que deben cumplir ¨®rdenes".

Del ritmo cerrado de Margin call se pas¨® a la lentitud total de El premio, una coproducci¨®n mexicano-polaco-franco-alemana. Paula Markovitch -guionista argentina de nacionalidad mexicana que escribi¨® los guiones de Lake Tahoe y Temporada de patos, de Fernando Eimbcke- dice que su primera pel¨ªcula est¨¢ inspirada en sus propios recuerdos de la dictadura argentina de los a?os setenta: "Enterrar los libros es una met¨¢fora de la censura, pero era tambi¨¦n una realidad en aquellos a?os".

Por otro lado, la pol¨¦mica surgi¨® ayer cuando el alem¨¢n Uwe Bollpresent¨® una denuncia contra la Berlinale argumentando que la exclusi¨®n de su pel¨ªcula Auschwitz no respet¨® las reglas del certamen. Boll se resisti¨® a pagar una cuota de participaci¨®n de 125 euros porque, dijo, las pel¨ªculas de Hollywood no la pagan.