Un concierto para Herbert
"Cada ma?ana cuando sale a pasear, don C¨®gito topa con un precipicio a su medida. Podr¨ªa taparlo con pu?ados de arena, pero no lo hace". Don C¨®gito, protagonista de tantos poemas de Zbigniew Herbert (1924-1998), vive en un mundo donde la gente cultiva jardines en la cabeza, el alma abandona el cuerpo en vida y los cinco sentidos intentan huir del reo que se enfrenta al pelot¨®n de fusilamiento. Tomasz Rodowicz, director polaco que trabaj¨® con Grotowski en sus investigaciones sobre el teatro ritual, ha montado con sus versos un espect¨¢culo que es puro juego, con m¨²sica en vivo interpretada por los magn¨ªficos actores polivalentes del grupo Chorea.
Fundado en 2004 por Rodowicz y por Dorota Porowska, Chorea entiende el teatro como esa uni¨®n insoluble de texto, m¨²sica y movimiento que ya estaba en la tragedia antigua y se fue perdiendo en aras de la divisi¨®n de las artes esc¨¦nicas. Antes, Chorea hizo unas Bacantes en cuya m¨²sica se adivinan los ritmos arcaicos del texto griego, una revisi¨®n de Las aves y una relectura del mito de Teseo inspirada en lo cin¨¦tico en el arte griego antiguo, y en lo musical en cantos tradicionales b¨²lgaros y albaneses.
El juego del se?or Cogito
A partir de poemas de Zbigniew Herbert. Supervisi¨®n literaria : Joanna Chmielecka. Direcci¨®n: Tomasz Rodowicz. Teatro Pradillo. 11 y 12 de febrero.
Los actores desarrollan el texto con una serie de 15 ejercicios f¨ªsicos
El juego del se?or Cogito (al que ser¨ªa mejor haber llamado don C¨®gito, siguiendo la excelente traducci¨®n de los poemas de Herbert elaborada por Xaverio Ballester para la editorial Hiperi¨®n), tiene un comienzo excesivamente pegado a las tablas de ejercicios de entrenamiento grotowskianas. Los actores dicen el texto, lo desarrollan en una serie de quince juegos f¨ªsicos y lo acompasan con m¨²sica deudora del jazz. Los cinco primeros juegos sirven de calentamiento. En el sexto, estructurado en torno a un canto que evoca las polifon¨ªas pigmeas y a una serie de potentes im¨¢genes de sabor kantoriano (aparecen actrices y actores empotrados en un armario), es cuando el espect¨¢culo coge un vuelo y una potencia evocadora que se mantienen casi intactos hasta el final.
Despu¨¦s, los int¨¦rpretes juegan a la rayuela, colocando cada verso en una casilla, y crean una escena donde figuran estar pasando un puente estrecho: por su met¨®dico api?amiento, recuerdan la potente imagen que Akademia Ruchu, otro grupo polaco experimental, sosten¨ªa de cabo a rabo durante un celebrado espect¨¢culo que evocaba el interior de un autob¨²s. Por su car¨¢cter frontal, sin cuarta pared, El juego del se?or Cogito tiene el aroma y la pulsi¨®n de un concierto. Se agradece el trabajo que Malgorzata Lipczynska, Tomasz Kryzanowski y Julia Jakubowska han hecho para memorizar en espa?ol alg¨²n poema completo. Durante sus intervenciones, se percibe mejor el prop¨®sito de este trabajo, su poes¨ªa visual y su sentido del humor entreverado.
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