Juego de m¨¢scaras
Todo el mundo quiere que le quieran pero los de Batasuna se conforman por ahora con que les crean, y a tal fin no solo han cambiado de estatutos sino de imagen: de emblema, indumentaria, est¨¦tica. La imagen fundacional de (Herri) Batasuna era una ikurri?a en blanco y negro, de acuerdo con la l¨®gica binaria de su ideolog¨ªa: dentro/fuera, amigo/enemigo, patriota o traidor. Ahora se llama Sortu, que significa abrir o empezar, y su emblema es un sol naciente que emerge de un mar neblinoso y se recorta sobre un horizonte anaranjado. Es un logo coherente con la idea que tratan de acreditar: el pasado no existe, inauguramos el mundo. De pel¨ªcula de Bergman a anuncio de refresco, la evoluci¨®n es considerable, aunque algo pod¨ªa atisbarse en el cambio de look de los encapuchados en sus ¨²ltimas apariciones: siguen ocultando el rostro, pero la capucha ha pasado de negra a blanca, lo que significa que quiz¨¢s no han cambiado de guionista, pero s¨ª de escen¨®grafo.
La indumentaria tradicional, unisex, con polo y chupa negra, m¨¢s un pendiente estilo Otegi, ha resistido hasta anteayer, pero en la presentaci¨®n de los estatutos en el Registro hab¨ªa colores pastel en los vestidos de ellas, y los caballeros iban con traje y corbata. Con la paradoja de que en el acto pol¨ªtico previo de dos d¨ªas antes I?igo Iruin, tradicionalmente considerado representante del sector encorbatado del partido descamisado, iba sin corbata y con una cazadora como del Coronel Tapioca.
Si todos intentan aparentar lo que no son, cambiando de m¨¢scara, ?habr¨¢ que considerar todo esto puro teatro? Tal vez s¨ª, pero matiz¨¢ndolo con la conclusi¨®n de la f¨¢bula china que recoge Rafael S¨¢nchez Ferlosio en La homil¨ªa del rat¨®n, con un t¨ªtulo en alem¨¢n cuya traducci¨®n podr¨ªa ser esta: "El camino a partir de ahora es mi destino".
El cuento chino de Ferlosio muestra la sorpresa de la corte al descubrir que el rostro de la perfecta santidad del marido de la hija del emperador era en realidad una fina m¨¢scara; pero que las facciones que hab¨ªa bajo ella eran id¨¦nticas a las de la m¨¢scara. La identidad no se transmite del coraz¨®n a la cara sino de la cara al coraz¨®n, y tal vez los lobos disfrazados con piel de cordero den con el tiempo en ovejas. ?Ojal¨¢!
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