"Es cuesti¨®n de tiempo que en Ir¨¢n pase algo como en Egipto"
Shirin Ebadi es la voz frente a las injusticias que azotan Ir¨¢n. Premio Nobel de la Paz en 2003, esta jurista iran¨ª ha sufrido el acoso institucional por sus denuncias contra el r¨¦gimen de Ahmadineyad. "Creo mucho en lo que hago, pero no soy la ¨²nica. M¨¢s del 80% de los iran¨ªes est¨¢n en su contra", asegura. Ayer particip¨® en las jornadas Construyendo Igualdad de G¨¦nero, organizadas en Bilbao por la Diputaci¨®n y las Juntas Generales de Vizcaya, el Ayuntamiento y BBK.
Pregunta. Usted suele decir que Ir¨¢n es mucho m¨¢s que un debate nuclear.
Respuesta. La situaci¨®n de los derechos humanos en Ir¨¢n est¨¢ cada d¨ªa peor. Desde el 1 de enero ha habido una media de tres ejecuciones diarias. Varios eran presos pol¨ªticos. Fueron privados de un juicio justo. El Gobierno ni siquiera acept¨® entregar los cuerpos a sus familias. Hoy [por ayer] es el aniversario de la revoluci¨®n isl¨¢mica de Ir¨¢n y la UE ha prohibido que sus representantes participen en las celebraciones como medida de protesta. En Ir¨¢n existe mucha discriminaci¨®n religiosa: hay 70 personas encarceladas por ser cristianas. Seg¨²n Periodistas sin Fronteras, Ir¨¢n es el pa¨ªs con mayor n¨²mero de periodistas encarcelados. Me pregunto por qu¨¦ la prensa nunca habla de eso. Todo es: ?Ir¨¢n tendr¨¢ o no tendr¨¢ la bomba at¨®mica? Europa solo se preocupa de su seguridad.
"La situaci¨®n de los derechos humanos en Ir¨¢n est¨¢ cada d¨ªa peor"
P. Diversas autoridades han abogado por abrir un mecanismo de investigaci¨®n internacional sobre las constantes violaciones de derechos humanos desde la reelecci¨®n de Ahmadineyad. ?Cree que es la v¨ªa?
R. No hace falta crear ese organismo. El trabajo del comisario europeo de Derechos Humanos es ese. Estoy en contacto directo con ¨¦l y le doy constantemente informes sobre la situaci¨®n iran¨ª. Desgraciadamente, Naciones Unidas no tiene muchas opciones de actuar. Son los gobiernos los que tienen el poder de provocar un cambio. Hace a?os, suger¨ª a la UE que no permitiera entrar en Europa a quienes hubieran violado los derechos humanos en Ir¨¢n y que no les dejaran acceder al dinero que tuvieran en cuentas europeas, pero no hicieron caso. Naciones Unidas ten¨ªa en una lista negra a las personas vinculadas a la actividad nuclear en Ir¨¢n y se les prohibi¨® viajar a ning¨²n pa¨ªs del mundo. Uno de ellos, Al¨ª Akbar Saleh¨ª, fue elegido ministro de exteriores de Ir¨¢n. Hace seis d¨ªas, hubo la cumbre mundial sobre la seguridad en M¨²nich y la UE le levant¨® la prohibici¨®n. La respuesta de Saleh¨ª a ese paso amistoso fue: "Estoy ocupado, no puedo ir a esta reuni¨®n".
P. Lleva sin pisar Ir¨¢n desde desde la reelecci¨®n de Ahmadineyad. ?Ve posible regresar?
R. S¨ª, claro Mi apoyo a la causa reformista es m¨¢s efectiva en el extranjero porque en Ir¨¢n no dejan que nadie diga lo que est¨¢ pasando o acaba en la c¨¢rcel. No estoy fuera de Ir¨¢n porque no quiera ir a la c¨¢rcel. El problema es que estar en la c¨¢rcel no soluciona ning¨²n problema.
P. Usted apoy¨® activamente la causa de Sakineh Ashtian¨ª. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n de la mujer iran¨ª?
R. Despu¨¦s de la revoluci¨®n se aprobaron penas muy duras, como la lapidaci¨®n, la mutilaci¨®n de piernas y brazos, crucificar y dar latigazos. No solo tenemos a Sakineh; hay otras diez personas esperando su condena en prisi¨®n. En los ¨²ltimos tres meses han cortado la mano a tres personas. Nuestro sistema legal tiene que cambiar.
P. ?C¨®mo puede trabajarse la igualdad de sexos en Ir¨¢n? ?Hay tambi¨¦n una cuesti¨®n cultural que impida la igualdad?
R. La sociedad iran¨ª es muy avanzada. No est¨¢ para nada en contra de la igualdad. Por eso en el movimiento feminista los hombres participan activamente. Lo que hace que no haya igualdad plena es tener un Gobierno antidemocr¨¢tico que no cree en la igualdad entre las personas. El problema es pol¨ªtico, no cultural.
P. ?Visto lo ocurrido en Egipto, cree que podr¨ªa pasar algo parecido en Ir¨¢n?
R. S¨ª, seguro, porque los iran¨ªes tambi¨¦n queremos la democracia. Es cuesti¨®n de tiempo.
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