Gallinas, cerdos, cobre y, ahora, hierro

Sobre la mesa, el agente repasa el listado de robos. En medio a?o, a los agricultores del Alt Empord¨¤ les han quitado gallinas, corderos, cobre, m¨¢quinas, motores... "Pero lo que ha salido en esta reuni¨®n que m¨¢s les preocupa es el robo de hierro", cuenta Alfons S¨¢nchez, jefe de la comisar¨ªa de Figueres (Alt Empord¨¤), que se ve cada dos meses con los representantes de los agricultores.

"Estamos avisando, que vayan con cuidado porque les pueden quitar desde un motor hasta una valla", indican Toni Casademont, de 59 a?os, y Josep Arnall, de 38, de Uni¨® de Pagesos y JARC, respectivamente. La oleada de saqueos que sufre el mundo rural les ha llevado a pedir m¨¢s control policial al consejero de Interior, Felip Puig.

Joan Pujol ha padecido en sus carnes los robos de hierro, que los sindicatos atribuyen al alza del precio del metal. Un hombre se plant¨® delante de su granja en Vilamacolum (Alt Empord¨¤) por la tarde, entr¨® a la granja y se llev¨® 15 puertas de los boxes de los cerdos, la l¨ªnea el¨¦ctrica, estufas... Los n¨²meros no le salen a este agricultor de 29 a?os. "Si no lo tienes claro, te ayudan a decidir", dice.

El joven cierra la granja, que ten¨ªa lista para engordar unos 1.500 cerdos. Ya est¨¢ habituado a que le esquilmen: "Dos o tres veces se han llevado animales. Los desuellan aqu¨ª y se los llevan muertos. Supongo que los roban para com¨¦rselos". Pero esta vez arreglar el estropicio calcula que le costar¨¢ unos 12.000 euros. "Y ellos se sacar¨¢n unos 300 vendi¨¦ndolo", se lamenta. S¨®lo las cinco estufas que ten¨ªa para calentar a los animales valen 600 euros cada una. "Estaban all¨ª, guardadas", dice, se?alando un habit¨¢culo en medio de la propiedad.

Esa es una de las cosas que los Mossos d'Esquadra trabajan con los agricultores: mejorar la seguridad. Las herramientas, los tractores, los motores... Todo es jugoso en tiempos en los que los minerales suben y la vida est¨¢ cada vez m¨¢s complicada. "Si tienen el material poco protegido es m¨¢s f¨¢cil que lo quiten. Por eso intentamos que tomen m¨¢s medidas", dice S¨¢nchez.

?l fue pionero hace dos a?os y medio e instaur¨® un sistema de trabajo desde la comisar¨ªa de Roses (Alt Empord¨¤) con los agricultores de la zona para saber qu¨¦ ocurr¨ªa. En una reuni¨®n cualquiera se ponen sobre la mesa los ¨²ltimos robos y se dise?an las rutas que es mejor seguir para intentar dar con los ladrones.

A eso se dedican en exclusiva seis mossos d'Esquadra, que patrullan en turnos de 12 horas las zonas de baja intensidad de poblaci¨®n de la zona. Jaume Teixidor, de 57 a?os, tiene ya confianza con ellos. "Los robos te amargan la vida", se lamenta. Es raro el d¨ªa en la ¨¦poca de las cerezas que no se encuentra a unos cuantos vecinos de su municipio, Figueres, que van a "tomarse el postre" entre sus 3.000 cerezos. No hace mucho le robaron 200 kilos de cerezas.

Teixidor dice que sabe qui¨¦n le quita su cosecha. "En Barcelona los multirreincidentes roban carteras, aqu¨ª se llevan animales y fruta, que es que lo que tienen a mano", compara uno de los agentes. S¨¢nchez asegura que no hay un perfil determinado de ladr¨®n de granjas.

El que entr¨® en la granja de Pujol ya ha sido detenido. Acumula m¨²ltiples antecedentes por robo y vive en Vilamacolum, el mismo pueblo donde est¨¢ la granja, de 300 personas. Un vecino le vio y se lo cont¨® a Pujol.