Roma endurece los tr¨¢mites para casarse o romper un matrimonio
El Papa dice que la boda "no es un derecho" y exige severidad al Tribunal de la Rota
Cada d¨ªa del a?o, cinco matrimonios acuden en Espa?a a un tribunal eclesi¨¢stico pidiendo la nulidad de su v¨ªnculo. No es una anulaci¨®n tan f¨¢cil como la facilitada por el llamado divorcio expr¨¦s civil, pero quien la persigue la consigue, despu¨¦s de largos y generalmente costosos tr¨¢mites. Solo 122 de un total de 1.305 sentencias dictadas por jueces eclesi¨¢sticos en primera instancia en 2007 fueron contrarias a la nulidad. Son cifras casi simb¨®licas sobre los matrimonios que se registran en Espa?a cada a?o. En 2009 fueron 175.167, de los que el 64,3% no necesit¨® cura ni altar, es decir, fueron uniones civiles. Fue la primera vez que esa opci¨®n super¨® a las bodas por el rito cat¨®lico (80.174). Hubo apenas otras 785 uniones de otras religiones.
En 2009 se celebraron en Espa?a 175.167 enlaces, el 64,3% de ellos civiles
Los divorciados cat¨®licos son castigados con la excomuni¨®n
La tendencia a la baja de los matrimonios cat¨®licos, m¨¢s las peticiones de nulidad sobre los ya celebrados y el aluvi¨®n de divorcios tambi¨¦n entre sus fieles, han alarmado al Vaticano. Los obispos, adem¨¢s, sufren la presi¨®n de fieles cat¨®licos que, pese a tener que divorciarse, les reclaman volver a casarse y seguir en comuni¨®n con sus parroquias. Un s¨ªnodo de prelados europeos debati¨® hace cuatro a?os sobre esa cuesti¨®n, cerrando de momento el acceso de divorciados al sacramento eucar¨ªstico.
"Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre", dice el libro sagrado del catolicismo. Es el principio de la indisolubilidad del matrimonio. Pero el divorcio se ha convertido en moneda com¨²n en las sociedades modernas, tambi¨¦n entre cat¨®licos. Las consecuencias son que los divorciados son apartados de la comuni¨®n, una especie menor pero muy visible de excomuni¨®n. Tampoco pueden volver a casarse por la Iglesia, aunque s¨ª por lo civil pese a no reconocer el Vaticano el derecho de un Estado a dispensar de los votos tomados en una iglesia romana.
La Conferencia Episcopal sostiene que el matrimonio civil en Espa?a "es un contrato mucho m¨¢s leve" que el de un servicio telef¨®nico. "El matrimonio es la uni¨®n de cualquier ciudadano por tres meses, y a los tres meses ese contrato puede ser disuelto por cualquiera de las partes, sin dar raz¨®n. Es decir, es un contrato mucho m¨¢s leve que contratar un servicio telef¨®nico", ha dicho el portavoz episcopal y obispo auxiliar de Madrid, el jesuita Juan Antonio Mart¨ªnez Camino.
Para evitar que se extienda la misma impresi¨®n a los matrimonios bendecidos por un sacerdote, Benedicto XVI ha dado orden de endurecer los procesos de nulidad. Basta ya de anulaciones a cualquier precio, clam¨® el Papa ante los magistrados del tribunal de la Rota romana, reunidos en pleno con motivo de la inauguraci¨®n del a?o judicial.
La primera medida afectar¨¢ a los cursillos prematrimoniales, que ahora duran unos pocos d¨ªas e, incluso, horas. As¨ª lo acaba de anunciar en Madrid el presidente de la subcomisi¨®n de familia de la Conferencia Episcopal, el obispo Juan Antonio Reig Pl¨¤. Es el Pontificio Consejo para la Familia quien est¨¢ elaborando el "vadem¨¦cum para la preparaci¨®n del matrimonio" con esas y otras determinaciones.
Benedicto XVI plantea incluso medidas sobre "el derecho a casarse" por la Iglesia. Dice: "El derecho a casarse, o ius connubii, se debe ver en esta perspectiva. No se trata de una pretensi¨®n subjetiva que los pastores deban satisfacer mediante un mero reconocimiento formal, independientemente del contenido efectivo de la uni¨®n. El derecho a contraer matrimonio presupone que se pueda y se quiera celebrarlo de verdad y, por tanto, en la verdad de su esencia tal como la ense?a la Iglesia. Nadie puede reivindicar el derecho a una ceremonia nupcial".
Lo que la Iglesia romana sostiene sobre el matrimonio viene del concilio de Trento, en el siglo XVI, aunque algunos eclesi¨¢sticos parecen creer que la familia y el matrimonio no exist¨ªan hasta la fundaci¨®n del cristianismo. Benedicto XVI no pretende ahora cambiar la doctrina, sino liberarla "de contenidos que no proven¨ªan de la fe y que hay que superar hoy d¨ªa".
El Papa reclama a los jueces del Tribunal de la Rota que se dejen de contemplaciones al dictar sentencias, ni siquiera las pastorales. "No es verdad que, para ser m¨¢s pastoral, el derecho deba hacerse menos jur¨ªdico", les dice. La idea fuerza es que el matrimonio cristiano sigue siendo indisoluble y no se debe ceder "a peticiones sugestivas que hagan que la declaraci¨®n de nulidad termine teniendo un coste".
Benedicto XVI hace la misma petici¨®n a los abogados que ejercen ante los tribunales eclesi¨¢sticos. En caso de duda, les dice, el matrimonio debe entenderse como v¨¢lido hasta que no se consigan pruebas irrefutables. Tambi¨¦n advierte contra el ambiente social y, una vez m¨¢s, contra el relativismo que se ha apoderado, seg¨²n ¨¦l, de las sociedades modernas.
Dice Benedicto XVI: "Os invito a la virtud de la fortaleza, que se hace m¨¢s relevante cuando la injusticia parece el camino m¨¢s f¨¢cil a seguir, en cuanto que implica la condescendencia a los deseos y las expectativas de las partes, o tambi¨¦n a los condicionamientos del ambiente social. Sin verdad, la caridad deriva hacia el sentimentalismo y el amor se convierte en una c¨¢scara vac¨ªa, que llenar arbitrariamente. Es el fatal riesgo del amor en una cultura sin verdad".
Sobre la pol¨¦mica de si un divorciado sin sentencia de nulidad puede acceder al sacramento de la comuni¨®n, el Papa es tajante. "Ser¨ªa un bien ficticio, y una grave falta de justicia y de amor, allanarles el camino hacia la recepci¨®n de los sacramentos, con el peligro de hacerles vivir en contraste con la verdad de su propia condici¨®n personal".
Rastros del concubinato universal
"Si te casabas, pod¨ªas ir a dormir fuera del cuartel todas las noches, as¨ª que llam¨¦ a todas las chicas que conoc¨ªa hasta que una me dijo que s¨ª". Lo ha contado el cantante Joaqu¨ªn Sabina y lo subraya el te¨®logo cat¨®lico Jos¨¦ Pedro Manglano en El libro del matrimonio.
La cita sirve para subrayar que los motivos para casarse son tan misteriosos como los motivos del voto. Pero la Iglesia cat¨®lica o el Estado hace siglos que quieren intervenir en esa decisi¨®n. Despu¨¦s de afirmar que el matrimonio es "una invenci¨®n social", Sabina resumi¨® las consecuencias: "Los papeles siempre empapelan".
Muchos de los enfrentamientos entre el Estado y la Iglesia han tenido al matrimonio por testigo, con la legalizaci¨®n de las uniones entre personas del mismo sexo como ¨²ltimo incidente, en 2005. Fue un altercado furioso, con obispos manifest¨¢ndose contra el Gobierno por las calles de Madrid, pero mucho menos agresivo que cuando en 1870 se introdujo en Espa?a, por primera vez, el derecho a casarse solo por civil. Los peri¨®dicos cat¨®licos publicaron la noticia de la votaci¨®n en las Cortes en p¨¢ginas de bordes negros y los obispos ordenaron la celebraci¨®n de oficios expiatorios en todas las iglesias. Motivo: se acababa de legalizar "el concubinato p¨²blico universal".
Aceptado por el Vaticano como normal que los no cristianos puedan casarse al margen de la Iglesia -aunque a veces tarde siglos, el Vaticano suele acabar entrando en raz¨®n civil-, tambi¨¦n hubo ruido de sotanas cada vez que se ha legalizado el divorcio en Espa?a, tanto en la II Rep¨²blica como en 1981, tras la cancelaci¨®n del negro nacionalcatolicismo franquista.
Lo que angustia ahora a la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica es que gran parte de los matrimonios que se celebran lo hacen fuera de su Iglesia, pese a que el 74% de los encuestados por el CIS se proclamen cat¨®licos. Tambi¨¦n les preocupa la proliferaci¨®n de divorcios, incluso entre los casados can¨®nicamente despu¨¦s de prometerse fidelidad indisoluble. El Papa les urge a poner remedio, pero no ha dicho c¨®mo. Se sabr¨¢ en meses.
?nico pa¨ªs con Tribunal de la Rota propio
- El tribunal de la Rota es la sede de apelaci¨®n en el Vaticano para las causas de nulidad matrimonial. Es el tribunal eclesi¨¢stico m¨¢s alto despu¨¦s del Supremo de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, que es como se llama ahora la Inquisici¨®n.
- Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs con Tribunal de la Rota propio, por un privilegio otorgado por el Papa en 1537. Eso quiere decir que la soluci¨®n de los conflictos en materia eclesi¨¢stica se resuelven en Espa?a, sin tener que acudir a los tribunales romanos.
- "Vicios de consentimiento" e "impedimentos de impotencia" son los motivos principales aducidos en las demandas de nulidad. Los procesos no son caros (unos 400 euros en primera instancia), pero son lentos y se encarecen por la necesidad de comparecer con abogado. Otro cantar es si el caso llega al Tribunal de la Rota, en ¨²ltima y segunda instancia.
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