Las calles de Bahr¨¦in claman contra el rey
La protesta pasa de consignas reformistas a antimon¨¢rquicas por la represi¨®n - El pr¨ªncipe heredero recibe plenos poderes para negociar una salida a la crisis
La dura respuesta del r¨¦gimen de Bahr¨¦in a los manifestantes que reclamaban mayores libertades pol¨ªticas est¨¢ transformando a los reformistas en revolucionarios. Durante el funeral de tres de los muertos el d¨ªa anterior, volvieron a o¨ªrse los gritos de "muerte a los Al Jalifa", en referencia a la familia real. Cuando algunos de los participantes quisieron dirigirse a la plaza de la Perla, de donde fueron desalojados a sangre y fuego el d¨ªa anterior, las fuerzas de seguridad (en concreto el Ej¨¦rcito, seg¨²n la mayor¨ªa de las fuentes) abrieron fuego para imped¨ªrselo. El pr¨ªncipe heredero, Salman bin Hamad al Jalifa, pidi¨® a los ciudadanos que vuelvan a sus casas y prometi¨® dialogar con la oposici¨®n una vez que se restablezca la calma. El rey le concedi¨® ayer plenos poderes para llegar a un acuerdo.
Los muertos y heridos desbordan un hospital cercano a la plaza de la Perla
"Muerte a Al Jalifa. Abajo el Gobierno", repet¨ªa la multitud que volvi¨® a congregarse anoche en el hospital Salmaniyah, a donde trasladaban a los heridos en el choque con las fuerzas de seguridad. Fuentes hospitalarias dijeron que estaban desbordados, aunque resultaba dif¨ªcil obtener una cifra de v¨ªctimas. Seg¨²n un responsable m¨¦dico citado por Reuters, 66 personas hab¨ªan sido hospitalizadas y cuatro se encontraban en estado cr¨ªtico. Ayer se registr¨® al menos un muerto, que se suma a los siete identificados desde que comenz¨® la revuelta. Los heridos superan los 100.
"El Ej¨¦rcito ha disparado con munici¨®n real contra m¨¢s de 1.000 personas que quer¨ªan llegar a la plaza de la Perla", denunciaron varios diputados de la oposici¨®n chi¨ª. Tambi¨¦n algunos testigos citados por las agencias de noticias atribu¨ªan los disparos a miembros de las Fuerzas de Defensa. La manifestaci¨®n, la primera desde que la polic¨ªa desmantelara la acampada que ped¨ªa reformas pol¨ªticas y los militares tomaran el lugar, se organiz¨® al concluir los funerales por tres de los muertos en ese asalto.
"No han podido llegar a la plaza porque los antidisturbios han establecido tres anillos de seguridad", explic¨® a este diario un residente en la zona, que para llegar a su casa tuvo que demostrar que viv¨ªa all¨ª. A ¨²ltima hora de anoche, medio centenar de coches de polic¨ªa permanec¨ªan en la plaza, junto a los carros de combate y los blindados, seg¨²n pod¨ªa ver desde la ventana de su casa.
Por la ma?ana, decenas de miles de personas acudieron a la isla de Sitra, una de las 30 que forman este peque?o archipi¨¦lago, de donde eran originarios los tres fallecidos. Los asistentes agitaban banderas negras y rojas, s¨ªmbolo del martirio, y repet¨ªan los esl¨®ganes antigubernamentales. La polic¨ªa se mantuvo alejada. Casi a la misma hora, miles de partidarios del Gobierno se congregaron en la avenida costera para expresar su apoyo al rey. A ¨²ltima hora de la tarde, muchos de ellos todav¨ªa recorr¨ªan las calles de Manama y de la vecina isla de Muharraq agitando banderas de Bahr¨¦in. Los sucesos de los ¨²ltimos d¨ªas han abierto una peligrosa brecha entre la poblaci¨®n de este peque?o pero estrat¨¦gico pa¨ªs.
"Bahr¨¦in atraviesa hoy un estado de divisi¨®n que es inaceptable", declar¨® el pr¨ªncipe Salman durante una entrevista en la televisi¨®n estatal. "No hago ninguna diferencia entre un bahrein¨ª y otro; todos son nuestros hijos", asegur¨® el heredero, que insisti¨® en que "Bahr¨¦in nunca ha sido un Estado policial", pidi¨® una y otra vez que vuelva la calma y ofreci¨® di¨¢logo con la oposici¨®n "desde esta misma noche si es posible".
Pero tal vez sea demasiado tarde. Si el lunes, cuando se convoc¨® la primera protesta, los manifestantes reclamaban una monarqu¨ªa constitucional, la indignaci¨®n por los muertos y la represi¨®n les ha radicalizado y ahora piden que se cambie por completo el sistema. Tanto la mayor¨ªa chi¨ª como la oposici¨®n liberal sun¨ª llevan tiempo quej¨¢ndose de que bajo la p¨¢tina de democracia que dan las elecciones, el rey Hamad sigue gobernando como un monarca absoluto. De hecho, la familia real copa todos los puestos de decisi¨®n, entre ellos 11 de las 23 carteras ministeriales, y designa a los miembros de la C¨¢mara Alta, que act¨²a de freno del Parlamento electo.
De hecho, muchos de los asistentes al serm¨®n del viernes del jeque Isa Qasem se mostraron decepcionados al ver que no hac¨ªa un llamamiento expreso a que contin¨²en las manifestaciones. Qasem, el m¨¢s respetado cl¨¦rigo chi¨ª de Bahr¨¦in, calific¨® de "matanza" la actuaci¨®n policial del jueves en la plaza de la Perla y dijo que las autoridades hab¨ªan cerrado la puerta al di¨¢logo.
"La matanza ten¨ªa como objetivo matar y herir, no dispersar una manifestaci¨®n", declar¨® el religioso, que sigue la l¨ªnea quietista del chi¨ªsmo. Pero la denuncia se qued¨® corta para los miles de fieles que hab¨ªan acudido a escucharle esperando que condonara un reforzamiento de las protestas. "El pueblo quiere la ca¨ªda del r¨¦gimen", le interrumpieron repitiendo el eslogan acu?ado durante las revueltas populares de T¨²nez y Egipto.
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