"Aqu¨ª s¨ª que saben vivir de verdad"

El autor de la ¨²ltima edici¨®n de la gu¨ªa de Lonely Planet de Madrid se llama Anthony Ham. Es un australiano que lleg¨® a la capital en 2001 y se enamor¨® "a primera vista" de la ciudad. Ahora vive aqu¨ª, con su mujer, madrile?a, y su hija. Como ¨¦l mismo explica, tiene una perspectiva compleja de la ciudad. "Soy for¨¢neo, medio infiltrado, y el mayor fan que tiene la ciudad". Para escribir la nueva edici¨®n necesit¨® 500 horas de investigaci¨®n, aunque reconoce que, como residente, siempre est¨¢ investigando la ciudad.

Madrid atrapada en un libro. Esto es lo que pretende la cuarta edici¨®n de la gu¨ªa. Una traducci¨®n del original en ingl¨¦s lleg¨® a las librer¨ªas esta semana. "Est¨¢ pensada tanto para los viajeros de habla hispana como para los propios madrile?os que deseen saber m¨¢s de su ciudad", seg¨²n la editorial. Contiene 200 recomendaciones.

Las gu¨ªas de Lonely Planet son las m¨¢s vendidas y cuentan con m¨¢s de 500 t¨ªtulos que cubren casi todos los pa¨ªses del mundo. La editorial destaca que los autores son "totalmente independientes y no aceptan regalos".

Este a?o, Ham ha reorganizado la secci¨®n D¨®nde beber y vida nocturna. Como la marcha es algo "tan integral de la experiencia madrile?a", buscaba una nueva forma de explicarla. Su soluci¨®n ha sido llevar a los lectores hacia "un viaje por la noche, desde las primeras copas hasta el alba". Por eso ha tenido que dividir la noche en tramos de "hasta las tres de la ma?ana" y "despu¨¦s de las tres". Ham recibe cientos de cartas y tambi¨¦n hay foros en el sitio web de Lonely Planet (www.lonelyplanet.es).

En las ediciones anteriores faltaban restaurantes de calidad y bares de tapas cerca del paseo del Prado, admite Ham. En la nueva, esas deficiencias est¨¢ solucionadas con la inclusi¨®n de locales como Estado Puro, el "estiloso pero informal establecimiento anejo al hotel NH" en Neptuno. Juan, el encargado del bar, est¨¢ contento con la rese?a y asegura que "se nota mucho el efecto de las gu¨ªas". El autor tambi¨¦n destaca la peque?a secci¨®n dedicada al brunch. Seg¨²n el libro, la moda de comer as¨ª "lleg¨® tarde pero con ansia de venganza" a la capital. Menciona lugares como el Caf¨¦ Oliver en la calle del Almirante.

El Lolina Vintage Caf¨¦ en Malasa?a (Esp¨ªritu Santo, 9) abri¨® en 2009 y no entr¨® en la anterior edici¨®n de la gu¨ªa, de 2008. Pero aparece en la nueva descrito como un caf¨¦ "que parece haber concentrado la esencia del barrio entre sus cuatro paredes". In¨¦s Blanco, la encargada, y Esther Garc¨ªa, la camarera, est¨¢n muy satisfechas de ver su local en el libro. "Es genial", dicen. No lo sab¨ªan, ni han conocido al autor. Esperan atraer a m¨¢s viajeros, aunque ya llegan bastantes al peque?o recinto. "Unas chicas de Nueva York nos mandaron una postal hace poco", dice Blanco.

Manu, el due?o de Anticaf¨¦ detr¨¢s de ?pera, no parece tan impresionado. Y menos al leer la rese?a: "Predomina el ambiente bohemio hortera". Se ofende: "?Hortera! ?Si el autor estuviera aqu¨ª le dir¨ªa cuatro cosas!", exclama. Aun as¨ª muestra poco inter¨¦s en estar en una gu¨ªa. No quiere que lleguen "grupos de guiris borrachos".