Miles de marroqu¨ªes piden reformas al rey
Los lemas de los manifestantes denuncian los negocios de la familia real alau¨ª - Marchas pac¨ªficas en Rabat y Casablanca y disturbios en T¨¢nger y Marraquech
Los vientos de cambio que soplan desde hace dos meses sobre el mundo ¨¢rabe llegaron ayer a Marruecos. Su empuje puede ser medido no tanto por el n¨²mero de participantes, escaso en varias ciudades, como por la osad¨ªa de las pancartas y de los esl¨®ganes coreados por la muchedumbre que embest¨ªan contra el entorno del rey Mohamed VI, pero no arremetieron contra su persona.
"Majidi d¨¦gage!" (?Majidi l¨¢rgate!) gritaba, por ejemplo, la multitud en franc¨¦s adaptando a la realidad marroqu¨ª el eslogan coreado por los tunecinos contra el presidente Ben Ali justo antes de que huyese de su pa¨ªs. Mounir Majidi es el secretario particular del rey Mohamed VI y entre sus tareas figura el administrar la fortuna de la familia real.
"?El pueblo rechaza una Constituci¨®n para esclavos!", reza una pancarta
"Espero que el monarca reanude la senda reformista", dice un joven
"Vamos a continuar, pero no sabemos c¨®mo ni cu¨¢ndo", dijo un organizador
Un grupo radical prendi¨® fuego a una comisar¨ªa en Alhucemas
"?Dictadura l¨¢rgate!", "?No a las instituciones ileg¨ªtimas!" y "PAM disoluci¨®n", vociferaba tambi¨¦n la muchedumbre aludiendo al partido pol¨ªtico fundado por Fouad Ali el Himma, ¨ªntimo amigo del soberano. Pese a estar reci¨¦n creado, gan¨® las elecciones municipales de junio de 2009.
"SNI ONA out", rezaban en ingl¨¦s varias pancartas exhibidas por los manifestantes refiri¨¦ndose a los dos consorcios empresariales controlados por la monarqu¨ªa. "?El pueblo rechaza una Constituci¨®n hecha para los esclavos!", "?Constituci¨®n democr¨¢tica!" fueron dos de las frases m¨¢s repetidas. El art¨ªculo 19 de la Constituci¨®n marroqu¨ª otorga un poder casi absoluto al rey.
No hubo, sin embargo, ning¨²n ataque directo contra el monarca, del que Ahmed, un joven, dijo "esperaba que reanude con la senda reformista que emprendi¨® hace una d¨¦cada y par¨® bruscamente". Cuando un transe¨²nte quiso incorporarse a la manifestaci¨®n con el retrato de Mohamed VI fue expulsado por la fuerza, seg¨²n comprob¨® este corresponsal.
Unas 15.000 personas tomaron el centro de Rabat, seg¨²n los organizadores, y 2.000, seg¨²n la agencia de prensa oficial marroqu¨ª MAP, para exigir reformas y una Constituci¨®n democr¨¢tica y no para formular reivindicaciones sociales. Estimaciones de la prensa independiente marroqu¨ª calculan que el n¨²mero de manifestantes se situ¨® en la capital en torno a los 8.000.
El centro de las dem¨¢s ciudades del pa¨ªs fue tambi¨¦n recorrido por cortejos de protesta integrados por unos pocos miles de manifestantes, como en Casablanca, Oujda, T¨¢nger, y Agadir, o solo por unos centenares como en Kenitra, o Errachidia. En al menos tres lugares, Marraquech, Larache y, sobre todo, T¨¢nger se produjeron enfrentamientos con los antidisturbios. En Alhucemas, los manifestantes quemaron una comisar¨ªa y la sede del PAM.
La protesta hab¨ªa sido convocada por j¨®venes en Facebook, pero contaba con la adhesi¨®n de varias ONG de derechos humanos, de peque?os partidos de izquierda, de las bases de algunos sindicatos y de las juventudes del movimiento islamista Justicia y Espiritualidad, ilegal, pero goza de cierta tolerancia y posee una gran capacidad de movilizaci¨®n.
Las manifestaciones de Rabat y Casablanca, las dos mayores ciudades, transcurrieron sin ning¨²n incidente. Apenas hab¨ªa agentes uniformados durante el recorrido. Los antidisturbios se mantuvieron alejados. Cuando la muchedumbre lleg¨® ante las verjas del Parlamento, cuya disoluci¨®n reclamaron a gritos, solo hab¨ªa un par de polic¨ªas ante el edificio.
Sin llegar a impedirlo, el Ministerio del Interior no facilit¨® el acceso de los manifestantes a Bab el Ahad, el lugar de la convocatoria. El transporte p¨²blico no funcion¨® en Rabat, la frecuencia de los trenes de cercan¨ªas se redujo y, sobre todo, la polic¨ªa filtr¨® las entradas en la capital a trav¨¦s del puente que la separa de la ciudad de Sal¨¦. El comportamiento de las fuerzas de seguridad fue, no obstante, mucho m¨¢s contenido que en las revueltas registradas en otros pa¨ªses ¨¢rabes.
En Marruecos se producen con frecuencia, desde hace a?os, protestas sociales, pero hay que remontarse a los tiempos del rey Hassan II, que falleci¨® en 1999, para recordar una movilizaci¨®n tan marcadamente pol¨ªtica y coordinada entre al menos dos decenas de ciudades.
Los participantes parec¨ªan ayer contentos por lo que consideraban "la puesta en marcha de una din¨¢mica que va a seguir", seg¨²n explicaba Ali Anouzla, director de la web informativa Lakome. "Vamos a continuar, pero no sabemos a¨²n ni c¨®mo ni cuando aunque ya anticipo que la pr¨®xima vez habr¨¢ m¨¢s gente", se?al¨® Mohamed el Aouni, responsable del Movimiento 20 de Febrero para el Cambio.
El cortejo era una mezcla heterog¨¦nea de j¨®venes, algunos de ellos militantes socialistas cuyo partido rechaz¨® participar, veteranos luchadores en defensa de los derechos humanos, militantes de grupos izquierdistas minoritarios, del multimillonario liberal Miloud Chaabi, y, en la cola, de las juventudes de Justicia y Espiritualidad que caminaban de manera m¨¢s ordenada que los dem¨¢s. No exhibieron ning¨²n s¨ªmbolo religioso.
En pen¨²ltima posici¨®n marchaba un grupo compacto de mujeres muy cubiertas que mostraban retratos de hombres encarcelados. Eran las esposas o las madres de algunos de los cientos de islamistas juzgados y encarcelados en todo el pa¨ªs tras los atentados del 16 de mayo de 2003 en Casablanca que causaron 45 muertos. Ped¨ªan su liberaci¨®n.
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