La violencia fuerza a ENI a cortar el suministro de gas a Italia

ENI, principal empresa italiana del sector de la energ¨ªa, cort¨® ayer el suministro de gas de sus centros de extracci¨®n en Libia a Italia. El caos y la violencia que azotan el pa¨ªs norteafricano han forzado el cierre del gasoducto Greenstream, seg¨²n inform¨® la empresa, que especific¨® que las importaciones de Libia representan un 10% del consumo gas¨ªstico italiano. A pesar de ello, ENI asegur¨® ayer estar en condiciones de satisfacer la demanda de sus clientes.

Las circunstancias que obligaron el cierre permanec¨ªan poco claras ayer.

Un grupo de opositores al r¨¦gimen de Muamar el Gadafi, llamado 17 de Febrero -fecha en la que prendi¨® la mecha de los disturbios-, hab¨ªa colgado por la ma?ana en su p¨¢gina web un mensaje con el que advert¨ªa a la Uni¨®n Europea, y "en particular a Italia", de lo siguiente: "La gente de Nalut recuerda que forma parte de un pueblo libio libre, y tras vuestro silencio sobre las matanzas realizadas por Gadafi, ha decidido que interrumpir¨¢ desde la fuente el flujo de gas libio hacia vuestros pa¨ªses, cerrando el yacimiento de Al Wafa, que lleva el gas hacia Italia y el norte de Europa pasando por el Mediterr¨¢neo".

El corte del suministro elev¨® la tensi¨®n de los mercados en Italia, ya muy preocupados por la suerte de las ingentes inversiones bilaterales que vinculan a los dos pa¨ªses. Desde que hace dos a?os, el 30 de agosto de 2008, Libia e Italia firmaron en Bengasi el tratado que cerraba un largo y tenso contencioso colonial, con solemnes peticiones de perd¨®n de Silvio Berlusconi al coronel incluidas, Libia se ha convertido en uno de los escenarios favoritos de inversi¨®n de las grandes empresas italianas. Y viceversa, Gadafi ha inyectado grandes cantidades de dinero l¨ªquido en empresas italianas, en sectores tan cruciales como el energ¨¦tico y el financiero, siguiendo los consejos de Il Cavaliere. El coronel y Berlusconi son socios en la productora y distribuidora Quinta Communications, fundada en 1990 por el empresario tunecino Tarak ben Ammar. Los dos hablaron ayer en una conversaci¨®n telef¨®nica de la que no se facilitaron detalles.

El comercio bilateral entre los dos pa¨ªses ronda los 13.000 millones de euros anuales, una cifra que sit¨²a a Italia como primer socio de Libia. A?adiendo inversiones financieras, el a?o pasado el volumen de intercambio alcanz¨® los 40.000 millones.

Muchas de las empresas que cotizan en la Bolsa de Mil¨¢n sufrieron por tan cercana relaci¨®n. Tras un retroceso del 3,6% el lunes, el parqu¨¦ italiano suspendi¨® ayer las cotizaciones durante seis horas aduciendo problemas t¨¦cnicos. El organismo regulador del mercado, as¨ª como los operadores burs¨¢tiles, pidieron explicaciones por la supuesta aver¨ªa. Estos ¨²ltimos sospechan que la suspensi¨®n ha sido una manera de evitar que las compa?¨ªas cotizantes con intereses en Libia siguieran cayendo. Tras la reapertura, estas sufrieron nuevos, pero contenidos, retrocesos.

Entre las inversiones libias en Italia destaca el control de un 7,5% de las acciones de Unicredit, principal banco italiano, y de un 2% de Finmeccanica, empresa del sector de la defensa que es la octava del mundo por facturaci¨®n en cuanto a venta de armamento.

Los intereses italianos m¨¢s importantes llevan el sello de ENI, que tiene previsto realizar inversiones los pr¨®ximos 20 a?os en Libia por valor de 18.200 millones de euros en el sector petrolero, adem¨¢s del gas¨ªstico. Las dos mayores constructoras italianas, Astaldi e Impregilo, firmaron adem¨¢s contratos por 5.000 millones de euros para construir la autopista que unir¨¢ Tr¨ªpoli con Egipto, un viejo sue?o del panarabista Gadafi.