Gadafi lucha a la desesperada para mantener el control del oeste de Libia
Las ciudades de la parte oriental del pa¨ªs celebran su liberaci¨®n.- El r¨¦gimen amenaza a los periodistas internacionales al asegurar que los considera "colaboradores de Al Qaeda".- El l¨ªder libio amenaza con m¨¢s represi¨®n.- Fuertes combates en las ciudades y carreteras entre Tr¨ªpoli y la frontera con T¨²nez
La revuelta libia mantiene el vigor pese a las amenazas pronunciadas el martes por Muamar el Gadafi, el dictador que dirige el pa¨ªs desde hace 42 a?os. Este mi¨¦rcoles ha quedado patente que el r¨¦gimen ha perdido el control en el este del pa¨ªs, donde han logrado entrar periodistas a trav¨¦s de la frontera con Egipto. Pero ahora lucha a la desesperada por mantener el control del oeste, donde se est¨¢n produciendo fuertes combates, seg¨²n testigos que llegan a la frontera con T¨²nez. La situaci¨®n de los partidarios de Gadafi es tan desesperada que 17 pilotos de la Fuerza A¨¦rea de Libia han sido ejecutados en Tr¨ªpoli tras negarse a bombardear barrios en poder de los rebeldes de la ciudad de Zauia, a 44 kil¨®metros de la capital, seg¨²n fuentes libias relacionadas con el Ej¨¦rcito, informa Ignacio Cembrero.
Gadafi est¨¢ luchando por mantener el control del oeste del pa¨ªs, y los partidarios del dictador intentan controlar las ciudades de Zwara, Sabratha y Zawiya, as¨ª como las carreteras que enlazan estas poblaciones. Los testigos relatan que Tr¨ªpoli es una ciudad pr¨¢cticamente cerrada, donde los participantes en las protestas est¨¢n recibiendo apoyo de soldados que han desertado, procedentes de las ciudades del este del pa¨ªs. Algunos informes indican que banderas de Gadafi han sido quemadas en Zawiya, a 50 kil¨®metros al oeste de Tr¨ªpoli, y que tras d¨ªas de combate los rebeldes habr¨ªan tomado el control de Misurata, situada a 200 kil¨®metros de la capital libia.
La bandera del r¨¦gimen todav¨ªa se divisa desde T¨²nez al final de la frontera, en la parte libia y todav¨ªa inaccesible. El puesto de Ras Ajdir fue este mi¨¦rcoles el punto de encuentro de periodistas, ONG y ciudadanos tunecinos que se acercaron para ver la llegada de los refugiados. La mayor¨ªa no eran libios, sino ciudadanos tunecinos o de otras nacionalidades que trabajan en el pa¨ªs. A medida que iban pasando, cargados de maletas y bolsas de pl¨¢stico, los tunecinos les recib¨ªan con algunos gritos utilizados en las protestas que acabaron hace m¨¢s de un mes con la huida del dictador de T¨²nez, Ben Ali. "D¨¦gage, d¨¦gage... (l¨¢rgate, l¨¢rgate). Lo gritamos entonces contra ¨¦l y lo dijeron tambi¨¦n los egipcios con Mubarak. Es el momento de los libios", comenta un habitante de la ciudad tunecina de Ben Gardan, a 35 kil¨®metros de la frontera, que se ha desplazado hasta Ras Ajdir para unirse al comit¨¦ de bienvenida que recibe a los refugiados.
Algunos de ellos muestran pruebas de las medidas que el r¨¦gimen est¨¢ aplicando a los extranjeros. Un joven se quita la camiseta delante de los periodistas y ense?a la espalda llena de marcas de haber recibido palos hasta la extenuaci¨®n. "Soy tunecino y la polic¨ªa de all¨ª nos odia porque conseguimos lo que quer¨ªamos en T¨²nez, echar al dictador. Eso nos convierte en objetivo".
Los informes de los refugiados que cruzan la frontera hacia Libia informan de que los combates son muy intensos tanto en las ciudades como en las carreteras. De confirmarse los informes, Gadafi pr¨¢cticamente no controlar¨ªa m¨¢s que el sur de Tr¨ªpoli. Esos informes dicen que los 200 kil¨®metros que separan el puesto fronterizo de Ras el Adjir de Tr¨ªpoli est¨¢n llenos de retenes controlados por soldados libios, todav¨ªa seguidores del dictador.
Sin embargo, en al menos tres ciudades de ese trayecto, Zuara, Zawiya, Sabratha y Musratah, los rebeldes han conseguido vencer. Otras fuentes se?alan que solo van camino de ello. Los rebeldes en esa zona entre esa amplia zona entre la carretera que bordea la costa y las monta?as son tres tribus que parecen haberse hecho con el control: los Nawayel, los Regim y los Khewailed.
El Gobierno libio ha respondido con nuevas amenazas, se?alando que una de las regiones orientales est¨¢ bajo control de Al Qaeda y que los reporteros internacionales que han cruzado la frontera son considerados "colaboradores de Al Qaeda". El r¨¦gimen, como hizo Gadafi en su discurso, sigue vinculando las revueltas con supuestos elementos terroristas para intentar legitimar as¨ª el desmedido uso de la fuerza que ha empleado en la represi¨®n. Mientras, la presi¨®n internacional sigue en aumento. Bruselas ha encargado ya una lista de posibles sanciones, una medida que tambi¨¦n est¨¢ estudiando Washington.
En Bengasi, la segunda ciudad del pa¨ªs y principal basti¨®n de la protesta, los manifestantes han tomado por completo el poder, seg¨²n han podido comprobar reporteros de Reuters. Miles de personas ocupan las calles de esta localidad, situada 1.200 kil¨®metros al este de la capital, Tr¨ªpoli, y festejan el fin del poder de Gadafi. El pasado lunes, ha explicado un abogado que secunda las protestas, un comit¨¦ de seguridad formado por civiles arrest¨® a 36 mercenarios contratados por el r¨¦gimen para aniquilar a los manifestantes . Es uno de los autodenominados "comit¨¦s populares" con los que los ciudadanos del este de Libia est¨¢n intentando organizar la vida p¨²blica.
Pero Gadafi no est¨¢ dispuesto a ceder poder as¨ª como as¨ª, seg¨²n ha ilustrado la hoy por la tarde un hecho ocurrido en los alrededores de Bengasi. El diario Quryna -perteneciente a un grupo medi¨¢tico propiedad de un hijo de Gadafi- informa de que un avi¨®n militar se ha estrellado a las afueras de la ciudad, sin causar v¨ªctimas. El motivo: el piloto y el copiloto del aparato, un Sukoi 22, han saltado en paraca¨ªdas para evitar cumplir la orden de bombardear la ciudad.
Recuento de v¨ªctimas
Mientras, la herida de la reciente represi¨®n a¨²n est¨¢ abierta. Un m¨¦dico franc¨¦s que ha logrado salir de Libia ha declarado a France Presse que el primer d¨ªa de revueltas en Bengasi, el 15 febrero, cont¨® en el hospital hasta 75 v¨ªctimas mortales. La cifra, seg¨²n su relato, no dej¨® de crecer d¨ªa tras d¨ªa y, en las jornadas m¨¢s duras, alcanz¨® el medio millar. "Creo que en total puede haber m¨¢s de 2.000 muertos", ha asegurado G¨¦rard Buffet, que a trabajado como m¨¦dico en la segunda ciudad Libia el ¨²ltimo a?o y medio. La Federaci¨®n Internacional de Derechos Humanos, que agrupa a m¨¢s de un centenar de organizaciones, ha constatado ya al menos 640 muertos en la zona. De estos, 130 son militares ejecutados por sus militares por negarse a cumplir ¨®rdenes.
La situaci¨®n de Bengasi es similar a la del resto de ciudades. Testigos y periodistas que han logrado entrar en el pa¨ªs por Egipto confirman que la ciudad fronteriza de Musaid est¨¢ tambi¨¦n en manos de los manifestantes. Lo mismo pasa, avanzando 150 kil¨®metros hacia el oeste, en Tobruk, un puerto estrat¨¦gico en el distrito m¨¢s pr¨®ximo a Egipto. Los militares decidieron apoyar all¨ª las protestas y este mi¨¦rcoles, por primera vez, se han podido ver im¨¢genes en directo de una manifestaci¨®n anti-Gadafi porque han entrado televisiones internacionales.
Avanzando a¨²n m¨¢s hacia el oeste, en el vecino distrito de Derba, la situaci¨®n puede suponerse la misma, ya que el viceministro de Exteriores libio, Jaled Kaim, ha asegurado que Al Qaeda ha formado all¨ª un emirato isl¨¢mico. As¨ª lo ha expresado en una reuni¨®n con embajadores europeos, detallando adem¨¢s que detr¨¢s del movimiento hay un antiguo preso de Guant¨¢namo. En el mismo encuentro, tambi¨¦n ha insistido en que los periodistas que han entrado a Libia desde Egipto ser¨¢n considerados "colaboradores de Al Qaeda".
M¨¢s all¨¢ del grado de realidad con que analiza la situaci¨®n, la insistencia del r¨¦gimen en vincular cualquier forma de protesta con el terrorismo denota que piensa seguir usando toda la fuerza contra los manifestantes.
Dimisi¨®n del ministro de Interior
Tambi¨¦n queda claro que el r¨¦gimen libio se ha resquebrajado ya, pese al dur¨ªsimo discurso que el martes pronunci¨® Gadafi. Cada hora se alarga la lista de militares, embajadores y altos funcionarios libios que dimiten, encabezados por el destinado en Washington, Ali Aujali, que sigue los pasos de los miembros de la representaci¨®n libia en la ONU (salvo el titular). Los diplom¨¢ticos en Francia y ante la Unesco expresaron su respaldo "al pueblo en esta revuelta contra la m¨¢quina de la opresi¨®n", si bien no renunciaron. S¨ª lo hicieron los embajadores libios en Bangladesh e India. Las legaciones en Malasia y Australia emitieron comunicados de condena de la represi¨®n.
A ¨²ltima hora de ayer, hasta el ministro del Interior libio y camarada de Gadafi desde los tiempos de la revoluci¨®n de 1969, Abdul¨¢ Yunis, anunci¨® su dimisi¨®n y su adhesi¨®n a la denominada Revoluci¨®n del 17 de Febrero, que reclama la salida del dictador. El ministro pidi¨® al Ej¨¦rcito que se sume a los manifestantes y respalde sus demandas "leg¨ªtimas".
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