El arque¨®logo del 'heavy'

Solo le interesan los grupos heavies espa?oles de los ochenta que editaron sus discos en vinilo. Vuelva a repasar el lector la frase porque es complicado quedarse con el mensaje a la primera. Heavies espa?oles, de los ochenta, en vinilo. El margen es estrecho. Veamos. Quedan descartados los grandes, que ya se pueden localizar en CD: Bar¨®n Rojo y Ob¨²s. Tampoco entra aqu¨ª la segunda divisi¨®n (en popularidad) del heavy espa?ol: Sangre Azul, Santa, Muro. Ni la tercera: Bella Bestia, Sobredosis.

El resto, lo que queda, la divisi¨®n preferente, es la obsesi¨®n de este hombre. Si eres uno de ellos, contacta con ¨¦l. Alfonso J. B. S¨¢nchez se llama, cuenta 42 a?os y naci¨® en el rockero barrio de La Elipa, cuyas calles (y sobre todo bares) vieron nacer a los Burning. Alfonso calcula que habr¨¢ unos 60 discos que se ajustan a sus estrictas condiciones. ?l ya ha encontrado 11. A lo que se dedica este hombre es a practicar la arqueolog¨ªa heavy: rastrea la pista de unos m¨²sicos que hace 20 a?os olvidaron que alguna vez cogieron una guitarra, les convence para que abran sus ba¨²les en busca de materiales y luego les reedita sus discos en la compa?¨ªa Leyenda Records. Ojo: son grupos olvidados que en su ¨¦poca no vendieron en masa. Cuando el arque¨®logo da con ellos, los exm¨²sicos reaccionan con incredulidad. ?Quiz¨¢ es una broma? Pues no. Obviamente, Alfonso se considera un freak.

El rockero no vive de su empresa por una sencilla raz¨®n: no da un duro

Se ha propuesto recuperar obras de 'heavies' espa?oles en vinilo

Alfonso J. B. S¨¢nchez ha creado la compa?¨ªa Leyenda Records

"Me toc¨® la moral descubrir ediciones piratas de los discos que yo amaba", dice

Alfonso no vive de la compa?¨ªa por una sencilla raz¨®n: no da ni un euro. Con la carrera de Empresariales, se gana su n¨®mina trabajando en una gestor¨ªa familiar. El resto del tiempo se lo dedica a su novia y al heavy metal nacional.

Lo primero que conviene explicar es de d¨®nde viene el J. B. de su nombre. Alfonso: "Durante siete meses trabaj¨¦ en la revista Heavy Rock escribiendo cr¨ªticas de rock espa?ol. Como sab¨ªa tanto, me lo ofrecieron. Cuando le dije mi apellido (Alfonso Jes¨²s Borrego S¨¢nchez) al director, el Mariscal Romero, me espet¨®: 'Un rockero no se puede llamar Borrego. Te firmaremos las cr¨ªticas como Alfonso J. B. S¨¢nchez'. Y as¨ª me llama todo el mundo".

Pero busquemos su ADN heavy. Para convertirse en un rockero de pura cepa ayud¨® mucho su barrio. Era la ¨¦poca dorada de la m¨²sica dura, mediados de los ochenta. Alfonso contaba 16 inquietos a?os cuando encontr¨® su templo: "En La Elipa nos cambi¨¢bamos las cintas de casete. Empec¨¦ a escuchar a grupos internacionales, como Saxon, Rainbow o Michael Schenker. Hasta que encontr¨¦ el disco Metalmorfosis, de Bar¨®n Rojo, y Duro y potente, de P¨¢nzer. Entend¨ªa las letras y me llegaba m¨¢s. Por esa ¨¦poca descubr¨ª la sala Canciller, de Alcalde L¨®pez Casero, donde actuaban todos los grupos. Estaba a cinco minutos de mi casa. Me encontraba en el epicentro del heavy".

Desde esa ¨¦poca adolescente empez¨® a coleccionar todo lo relacionado con el rock espa?ol. La afici¨®n se ha mantenido. Hace tres a?os encarg¨® por eBay dos discos en CD (de oscuro heavy espa?ol ochenteno, por supuesto): Thor y Rosa Negra. Cuando los recibi¨®, alucin¨®: eran ediciones piratas (sin autorizaci¨®n de los autores y regrabadas del vinilo) y de una ?compa?¨ªa alemana! "Me toc¨® la moral: los discos con los que yo hab¨ªa crecido y que amo se estaban editando de esa forma tan penosa. Fue cuando decid¨ª montar la compa?¨ªa Leyenda Records y publicarlos de forma legal, con buen sonido y con la autorizaci¨®n de los m¨²sicos", comenta. El porqu¨¦ una empresa alemana se interesa por discos de heavy espa?ol tiene una raz¨®n: son muy buscados por los coleccionistas, porque Espa?a es de los pocos pa¨ªses europeos donde los grupos cantaban en su idioma, y no en ingl¨¦s.

Y comenz¨® su investigaci¨®n. Armas con las que cuenta: un tel¨¦fono y sus piernas. "Lo primero que hago es contactar con una llamada. Pero a veces han cambiado de n¨²mero. As¨ª que intento localizarlos en su ¨²ltimo domicilio, llamando al telefonillo o preguntado a los vecinos. Es un poco una labor de Paco Lobat¨®n", cuenta. Esto ¨²ltimo le ocurri¨® con el guitarrista de los madrile?os Alcaud¨®n, que se hab¨ªa cambiado de nombre. Al final, una vecina le dio el contacto.

La reacci¨®n de los grupos suele ser de sorpresa: ?qui¨¦n se acuerda de una banda que apenas trascendi¨®? Luego, la mayor¨ªa colabora. Alfonso a?ade regalos a la edici¨®n: canciones extra, fotos in¨¦ditas, textos elaborados... ?Grupos que ya tienen su cuidada reedici¨®n? Azuzena, Manzano, Casablanca, Bruque, Marshall Monroe o los citados Alcaud¨®n.

Alfonso, que a¨²n conserva la melena heavy a pesar de la invasi¨®n alop¨¦cica, recibe con cara de pena la ¨²ltima pregunta. "Y cuando consigas reeditar los 60 discos y ya no haya m¨¢s grupos, ?qu¨¦?". "Entonces cerrar¨¦ Leyenda Records con satisfacci¨®n", responde.