"Ahora se ve el valor del sacrificio de las v¨ªctimas"
El 8 de agosto de 2000, el escritor Salvador Robles encontr¨® un nuevo argumento para un libro. La noche anterior, cuatro etarras mor¨ªan en Bilbao al estallar los explosivos que transportaban en un coche. Robles pens¨®: ?y si alguno de los ocupantes del coche no fuera terrorista y lo acusaran de serlo? A partir de esa idea, escribi¨® Contra el cielo, que narra la lucha de un padre por demostrar que su hija no pertenec¨ªa a La Organizaci¨®n, una banda terrorista independentista que, evidentemente, es ETA. Robles present¨® su libro ayer en San Sebasti¨¢n junto a Sandra Carrasco, hija de Isa¨ªas Carrasco, el ex concejal socialista asesinado por ETA el 7 de marzo de 2008.
Pregunta. ?Qu¨¦ pretende mostrar el libro?
"La patria es un adjetivo; lo importante es la persona"
Respuesta. Es un homenaje a las v¨ªctimas del terrorismo. Tambi¨¦n una denuncia contra los que durante los a?os de plomo miraron a otro lado. Es un reflejo de lo que ha sido la sociedad vasca, en la cual ha habido miseria y valent¨ªa moral al mismo tiempo, un reflejo de un Pa¨ªs Vasco mediatizado por la violencia y la equidistancia de los que no se mojaban, de los que estaban en el cielo mientras otros viv¨ªan la violencia.
P. Una historia de bandos irreconciliables. Suena com¨²n.
R. La explosi¨®n es el galvanizador, porque durante la novela los personajes van cambiando conforme pasan los acontecimientos. La suegra de Rub¨¦n Levi [el padre], que es nacionalista y, de alguna manera, justifica la violencia, va cambiando durante la novela a causa de la tragedia. La novela, a diferencia del ensayo period¨ªstico, nos permite asomarnos al interior de las personas. Pong¨¢monos por un momento en el lugar de Rub¨¦n, que no solo ha perdido a su hija de manera terror¨ªfica, sino que la opini¨®n p¨²blica da por hecho que es terrorista. En medio de este dolor, saca fuerzas para demostrar que su hija no es terrorista.
P. Tambi¨¦n habla de reconciliaci¨®n. ?C¨®mo se cierran las heridas?
R. El m¨¦todo para la reconciliaci¨®n es algo que deber¨ªamos haber pregonado a diestro y siniestro en los colegios, las escuelas, los institutos y las universidades. En el Pa¨ªs Vasco, con algo tan elemental como definir lo que es el mal, hemos dado vueltas y vueltas para no llegar a un acuerdo entre diferentes sectores de la sociedad. ?Qu¨¦ es el mal? Pero tambi¨¦n: ?qu¨¦ es ser un h¨¦roe? El mal es infligir da?o a otro deliberadamente y el h¨¦roe no es aquel que mata por una patria. H¨¦roe es aquel que lucha por la libertad y la justicia de todas las personas de la humanidad. Porque la patria es un adjetivo; lo importante es la persona. Deber¨ªamos haber aceptado estas reglas b¨¢sicas. Hay unos principios que todos debemos compartir: la vida es inviolable y el que mata a otra persona es un cobarde. Muchos de los h¨¦roes son las v¨ªctimas, que por ejercer un cargo p¨²blico se han jugado o la han perdido.
P. ?Sigue Euskadi tan dividida como hace unos a?os?
R. Menos. Personalmente, creo que el problema de la violencia en el Pa¨ªs Vasco ha llegado al final. Yo creo que ETA no va a volver a matar. La novela, adem¨¢s, tambi¨¦n muestra c¨®mo se retorci¨® el lenguaje. Lo que para unos era "lucha armada", para otros era "asesinato". Para unos "Estado"; para otros, "Espa?a". Todo esto cre¨® una atm¨®sfera en la que se generaron fanatismos. Que cada uno defienda su ideario con argumentos, que me convenzan con palabras, pero no con una pistola detr¨¢s o con una bomba. Lo que es incre¨ªble es que haya habido sectores de la sociedad que han mirado para otro lado y que hayan legitimado, de alguna manera, estos m¨¦todos cobardes.
P. ?Su libro cobra ahora m¨¢s sentido?
R. Mucho m¨¢s. Ahora se ve el gran valor del sacrificio de las v¨ªctimas del terrorismo. Deber¨ªamos estar agradecidos al valor que han tenido seres an¨®nimos, personajes de pueblo o periodistas amenazados. Esos han sido los h¨¦roes, los que han permitido que en esta sociedad hayan prevalecido la dignidad y el coraje moral, esos que no miraron para otro lado.
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