La paradoja del ?rtico
La p¨¦rdida de hielo abre la puerta a explotar nuevos recursos, lo que acelera el proceso - Cient¨ªficos y pol¨ªticos debaten el futuro de la regi¨®n
La b¨²squeda de un paso navegable entre el Pac¨ªfico y el Atl¨¢ntico a trav¨¦s del ?rtico ocup¨® la imaginaci¨®n de monarcas y exploradores, incluidos Carlos III y Alejandro Malaspina en Espa?a, durante 200 a?os. Hoy la r¨¢pida perdida de hielo, a consecuencia del cambio clim¨¢tico, vuelve a alimentar la codicia por los recursos del ?rtico, pero a costa del riesgo de cambios abruptos con consecuencias que podr¨ªan ser peligrosas para toda la humanidad.
El pasado mes de enero fue el de menor extensi¨®n de hielo en el ?rtico, 50.000 kil¨®metros cuadrados, en toda la serie de observaciones desde 1979. Mientras tanto, los representantes pol¨ªticos de las naciones con territorio en la regi¨®n reunidos en Tr?mso, Noruega (www.arcticfrontiers.com) afirmaban sentirse preocupados por los riesgos que la velocidad de los cambios en el ?rtico conlleva. Todos ellos reconocieron que estos cambios son consecuencia del cambio clim¨¢tico derivado de las emisiones de gases de efecto invernadero y anunciaron la construcci¨®n de grandes bases y centros de investigaci¨®n en el ?rtico para detectar los cambios.
Rusia anuncia el despliegue de una flota de rompehielos nucleares
La reducci¨®n de la capa helada es mayor de lo que dicen los modelos
El aumento de la temperatura puede causar la muerte del bosque boreal
La Armada de EE UU estima que en 2030 la zona ser¨¢ navegable
Estas declaraciones a duras penas consegu¨ªan ocultar el entusiasmo por la accesibilidad que la perdida de hielo ofrece para la explotaci¨®n de recursos en la zona, que ser¨¢n accesibles en breve por la p¨¦rdida de hielo, incluyendo minerales, petr¨®leo, gas y pesquer¨ªas, as¨ª como nuevas rutas para el transporte mar¨ªtimo.
Todos enfatizaron sus derechos sobre estos recursos y airearon discrepancias. Estas incluyen disputas territoriales, el reconocimiento del paso del noroeste como aguas interiores canadienses o como paso internacional y el enfado de Islandia, Suecia y Finlandia por su exclusi¨®n de los acuerdos entre los cinco grandes del ?rtico (Rusia, EE UU, Canad¨¢, Dinamarca y Noruega) para la ampliaci¨®n de sus zonas econ¨®micas exclusivas en la regi¨®n a costa de aguas internacionales.
Los cient¨ªficos presentaron en la reuni¨®n de Tr?mso distintos modelos para predecir la p¨¦rdida de hielo, y el almirante Dave Titley, de la Armada estadounidense, afirm¨® que dicha instituci¨®n estima que el ?rtico estar¨¢ libre de hielos en alg¨²n momento, y por tanto navegable, en el a?o 2030, mientras que este periodo se extender¨¢ a tres meses para el a?o 2040, cuando el transporte mar¨ªtimo a trav¨¦s del ?rtico pasar¨ªa a alcanzar un volumen considerable.
A pesar de que los veranos en que ese mar quede libre de hielos parecen algo cada vez m¨¢s pr¨®ximo, algunos no est¨¢n dispuestos a esperar a que esto ocurra. La codicia por los ingresos que el tr¨¢fico mar¨ªtimo por el ?rtico reportar¨¢ ha creado tal impaciencia que Rusia anunci¨® el despliegue de una potente flota de rompehielos nucleares, la Rosatomflot, que garantizar¨¢ la navegaci¨®n por el paso del Norte, a lo largo de la plataforma de Siberia, a cambio, eso s¨ª, del pago de abultados derechos de paso. Por su parte, las grandes multinacionales se preparan ya para extraer minerales, gas y petr¨®leo.
Las naciones del ?rtico son responsables del 26% de las emisiones globales de di¨®xido de carbono, contando entre ellas a tres de los 10 pa¨ªses con mayores emisiones del mundo. Mientras esos pa¨ªses se dicen preocupadas por la velocidad de los cambios derivados del cambio clim¨¢tico, se aprestan a aprovechar los enormes recursos de gas y petr¨®leo que la p¨¦rdida de hielo est¨¢ dejando accesibles, cuyo uso no har¨¢ otra cosa que exacerbar el problema del cambio clim¨¢tico. Esta es la paradoja del ?rtico, que denunciamos en la secci¨®n pol¨ªtica del congreso Arctic Frontiers. Los r¨¢pidos y preocupantes cambios que all¨¢ est¨¢n teniendo lugar permitir¨¢n el acceso a m¨¢s combustibles f¨®siles cuyo uso acelerar¨¢ a¨²n m¨¢s la p¨¦rdida de hielo.
Sin embargo, estos cambios amenazan con disparar una serie de mecanismos de cambio abrupto, cada uno de ellos con consecuencias globales, que podr¨ªan ir encaden¨¢ndose en un efecto domin¨® que supone un claro riesgo de cambio clim¨¢tico peligroso. La p¨¦rdida de superficie de hielo contribuir¨¢ a acelerar este proceso, calentando el agua. La p¨¦rdida de hielo sobre Groenlandia llevar¨¢ a un aumento del nivel de mar, mientras que el aumento de temperatura en sedimentos someros y suelos amenaza con liberar cantidades enormes de metano -atrapados en forma de hidratos- a la atm¨®sfera, lo que podr¨ªa potenciar de forma abrupta el efecto invernadero.
La fusi¨®n de hielo en tierra est¨¢ llevando al aumento de la escorrent¨ªa y de la descarga de agua dulce al ?rtico, lo que podr¨ªa alterar el sistema global de corrientes responsable de modular los reg¨ªmenes clim¨¢ticos locales.
En el sub¨¢rtico, el aumento de temperatura puede causar la mortalidad del bosque boreal y la desecaci¨®n de turberas que podr¨ªan alimentar fuegos que liberar¨ªan cantidades masivas de CO2 a la atm¨®sfera. De los 14 elementos capaces de causar inestabilidades y cambios abruptos en el planeta, seis se encuentra en el ?rtico. Lo que all¨¢ ocurra tendr¨¢ consecuencias globales.
Las observaciones de p¨¦rdida de hielo en el oc¨¦ano ?rtico muestran una reducci¨®n de la capa helada m¨¢s r¨¢pida que la que cualquiera de los modelos clim¨¢ticos actuales es capaz de reproducir.
Modelos recientes indican que la p¨¦rdida de hielo en Groenlandia se puede disparar con un calentamiento clim¨¢tico de 1,5 grados cent¨ªgrados, m¨¢s de un grado por debajo de lo que considera el IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Clim¨¢tico), lo que sit¨²a dicho fen¨®meno peligroso mucho m¨¢s cercano a nosotros de lo que se esperaba. Nuestras acciones en los pr¨®ximos cinco a?os determinar¨¢n si cruzaremos ese umbral de cambio clim¨¢tico de riesgo.
Los costes econ¨®micos potenciales de estos impactos disparados por la p¨¦rdida de hielo en el ?rtico pueden ser devastadores. El aprovechamiento de las, consideradas, oportunidades del ?rtico debiera tener como condici¨®n que no redundasen en mayores riesgos de disparar estos cambios abruptos, a lo que debieran dedicarse parte de los ingresos que genere el uso de estas oportunidades. Lamentablemente, las naciones ¨¢rticas reconocen la paradoja en que est¨¢n instaladas, pero miran para otro lado, argumentando que no conseguir¨ªan nada con decisiones unilaterales que penalicen la competitividad de sus empresas. ?C¨®mo romper este c¨ªrculo vicioso?
Los debates en el foro Arctic Frontiers no animan al optimismo ni a la confianza en el liderazgo pol¨ªtico de las naciones, que la crisis econ¨®mica actual ha exhibido sometido al dictado de los especuladores mundiales, los mismos que codician los recursos del ?rtico. La respuesta ha de venir del despertar de las conciencias de los ciudadanos.
Carlos M. Duarte es profesor de investigaci¨®n del CSIC y Guiomar Duarte escribe y edita el blog wisesap.com sobre consumo y medioambiente.
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