Funcionarios sin enchufe
Si Javier Arenas viviera en Galicia, podr¨ªa ser funcionario sin necesidad de aprobar una oposici¨®n. Dejar¨ªa de ser personal laboral de la Junta y escalar¨ªa un pelda?o en su vida profesional.
Alicia Martos, l¨ªder del sindicato corporativo CSIF, podr¨ªa tener la misma suerte. Tambi¨¦n es personal laboral de la Junta.
Curiosamente, Arenas y Martos, dos personas que dirigen el enfrentamiento con la Junta por la reordenaci¨®n del sector p¨²blico, tienen puntos comunes en su perfil laboral: ambos proceden del Ministerio de Cultura.
Arenas fue antes (1979) jefe del gabinete T¨¦cnico de la Direcci¨®n General de la Juventud, dependiente de ese ministerio. Era entonces ministro Manuel Clavero, su mentor pol¨ªtico desde la Facultad de Derecho de Sevilla. El 1 de julio de 1981, ingres¨® como personal laboral del Ministerio, adscrito a un archivo de Sevilla. Era ministro ??igo Cavero, militante, como el joven Arenas, del Partido Popular Dem¨®crata Cristiano (PPDC).
Que se sepa, nunca realiz¨® las oposiciones para alcanzar el nivel de funcionario. Sin embargo, consta como tal en su biograf¨ªa del Congreso de los Diputados (IV Legislatura, 1989-1993) y en la p¨¢gina web de su partido. Por cierto: en la p¨¢gina del PP tampoco figura que fue derrotado tres veces en las elecciones a la presidencia de la Junta. En la actualidad, Arenas goza de excedencia forzosa en su puesto de archivero.
Alicia Martos ingres¨® como despensera (encargada de suministros) en un centro del Instituto de la Juventud (dependiente del Ministerio de Cultura) de Aznalc¨¢zar (Sevilla). Si Arenas ten¨ªa buenos contactos en el ministerio, Alicia contar¨¢ con el inestimable asesoramiento de su t¨ªo, Fernando Martos, alcalde de Baza durante el franquismo, y con una destacada carrera en el ¨¢mbito de la juventud en los ¨²ltimos a?os de la dictadura. Con la democracia, ocup¨® puestos de responsabilidad en los gobiernos de Aznar, de los que form¨® parte Arenas.
Con las transferencias de Cultura en 1983, Arenas y Martos pasaron a ser personal laboral de la Junta. Martos, con la categor¨ªa de titulada superior del Grupo I. Treinta a?os despu¨¦s, coinciden en su oposici¨®n a la Junta.
Pero el decreto es ya ley. El d¨ªa 16 fue aprobada en el Parlamento la Ley de Reordenaci¨®n del Sector P¨²blico. El pasado martes entr¨® en vigor.
La inteligente posici¨®n mantenida por UGT y CC OO, que se opusieron al primer decreto y forzaron a la Junta a rectificarlo, contrasta con la cerraz¨®n de los sindicatos gremiales que se negaron a aportar enmiendas en el Parlamento y amenazan con boicotear los m¨ªtines socialistas en la campa?a electoral. Por cierto: la reciente encuesta de Cepes aporta este valioso dato: el 68,8% de los andaluces est¨¢ de acuerdo o algo de acuerdo con la reforma.
La estrategia del PP qued¨® destrozada adem¨¢s cuando el BOE public¨® el d¨ªa 10 una disposici¨®n adicional a la Ley de la Funci¨®n P¨²blica de Galicia seg¨²n la cual el personal laboral se convertir¨¢ en funcionario sin pasar por la oportuna oposici¨®n "de libre concurrencia". All¨ª si puede haber enchufismo. Aqu¨ª, no. Una vez m¨¢s, se confirma que el PP hace donde gobierna (Galicia) lo contrario de lo que predica donde es oposici¨®n.
Si Arenas y Martos quieren ascender, deber¨¢n aprobar la oposici¨®n correspondiente o marcharse a Galicia. En eso le llevan ventaja el presidente Jos¨¦ Gri?¨¢n y la consejera de Hacienda, Carmen Mart¨ªnez Aguayo, principales art¨ªfices de la reforma, sobre quienes peperos y gremialistas han volcado su ira. Ambos son funcionarios desde muy temprana edad. Mart¨ªnez Aguayo, por partida doble: Enfermera y m¨¦dico de familia de la SS, desde los 25 a?os. Gri?¨¢n, inspector de Trabajo desde los 24.
Aprobaron a la primera. Sin enchufes.
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