Caprichosas efem¨¦rides
Cuando el 24 de febrero de 2008 Ra¨²l Castro se sent¨® finalmente en la silla presidencial, no imaginaba que su efem¨¦ride de ascensi¨®n se ver¨ªa ensombrecida 24 meses m¨¢s tarde. El d¨ªa de la investidura del general no fue elegido al azar, sino seleccionado dentro del calendario independentista, ubicado justamente en la misma jornada que 113 a?os antes se hab¨ªa reanudado nuestra guerra de machete y manigua. Esta vez, en lugar de situarse en el poblado oriental de Baire, todo ocurr¨ªa en los c¨®modos sillones del capitalino Palacio de las Convenciones. De aquella sala no brot¨® un sonido de acero entrechocado, sino el predecible coro de centenares de aplausos coordinados. Tampoco hubo sorpresas, todos sab¨ªamos que la direcci¨®n del Consejo de Estado y de Ministros se heredar¨ªa por v¨ªa sangu¨ªnea, se otorgar¨ªa a aquel hombre que llevaba el mismo apellido del Comandante en Jefe. El feudo insular hab¨ªa sido traspasado.
El aniversario de la investidura de Ra¨²l Castro, ensombrecido por el recuerdo de Zapata Tamayo
Sin embargo, a las acciones largamente programadas les suele surgir un intempestivo detalle, un rizo desobediente, renuente a pasar por el alisado de lo "pol¨ªticamente correcto". Para la semana en que el peque?o hermano celebraba sus dos a?os en el poder, la realidad y el almanaque le jugaron la peor de las trastadas. El 23 de febrero de 2010 mor¨ªa, despu¨¦s de 85 d¨ªas de huelga de hambre, un alba?il que se neg¨® a ingerir comida en aras de mejoras penitenciarias y de un trato menos degradante. Veinticuatro horas despu¨¦s el pa¨ªs hab¨ªa sido tomado por las oscuras sombras de la polic¨ªa pol¨ªtica.
En lugar de dedicar ese d¨ªa a pasar la mirada por su breve presidencia, Ra¨²l Castro mand¨® detener a m¨¢s de 100 activistas en todo el territorio nacional y despleg¨® sus soldados vestidos de civil por las carreteras y alrededores de casas de disidentes, periodistas independientes y blogueros cr¨ªticos. Cay¨® sobre nosotros la oscuridad de arrestos arbitrarios, encierros en calabozos con peste a orina, amenazas dichas entre las paredes de una estaci¨®n de polic¨ªa. Los renovados m¨¦todos para acallar la inconformidad se pusieron a prueba. Ya no eran altisonantes y p¨²blicos, como bajo el mandato de Fidel Castro; ahora no quedaban rastros legales, no hab¨ªa actas firmadas, los agentes ya no dec¨ªan sus verdaderos nombres y los golpes eran dados con la precisi¨®n del que no quiere dejar marcas.
Como en una pesadilla que se repite, el mundo ha dado una lenta vuelta alrededor del Sol y estamos de regreso a febrero, a este febrero de ascensi¨®n y ca¨ªda. Desde principios de mes, la vigilancia se ha redoblado y por m¨¢s de tres semanas ha sido imposible comprar un boleto por avi¨®n, tren u ¨®mnibus hacia las cercan¨ªas del poblado donde est¨¢ enterrado Zapata Tamayo. El n¨²mero de sombras acechantes ha crecido en torno a quienes podr¨ªan organizar una velada de recuerdo por aquel que convirti¨® su propio cuerpo en territorio de protesta. En medio de todo eso, pocos han ca¨ªdo en la cuenta de que tambi¨¦n Ra¨²l Castro est¨¢ cumpliendo un nuevo aniversario como presidente del pa¨ªs. La efem¨¦ride de la muerte le ha malogrado la fanfarria de la sucesi¨®n, la imagen de un humilde ata¨²d le ha agriado el gusto de la corona que aqu¨ª viene envuelta en pa?os verdeolivos.
Tres a?os despu¨¦s de convertirse en el rostro p¨²blico del poder en Cuba, el otrora ministro de las Fuerzas Armadas se enfrenta a un escenario m¨¢s dif¨ªcil que los zafarranchos que dirigi¨® una vez en la Sierra Maestra. A pesar de la entrega de tierras en usufructo, el pa¨ªs tiene todav¨ªa decenas de miles de hect¨¢reas improductivas y el m¨¢s alto d¨¦ficit habitacional de su historia. La moneda con que se paga el salario a los trabajadores carece de valor real, y los dos renglones de mayor prestigio, la educaci¨®n y la salud, transitan por momentos de verdadera crisis. Se observa un ¨ªndice demogr¨¢fico en retroceso y una emigraci¨®n creciente, mientras la corrupci¨®n hace met¨¢stasis en todas las esferas de la sociedad. Los emergentes trabajadores por cuenta propia tratan de abrirse camino a pesar de los altos impuestos, la ausencia de un mercado mayorista y la falta de cr¨¦ditos bancarios.
El Partido Comunista, el ¨²nico permitido por las leyes, ha anunciado para abril su 6? congreso, despu¨¦s de m¨¢s de 13 a?os sin reunirse.
El proyecto de lineamientos propuestos para la magna cita ha sido discutido en asambleas locales, donde los mismos que plantean cr¨ªticas feroces -en la intimidad de sus familias- aprueban all¨ª por unanimidad los 291 puntos del folleto.
Junto a los fantasmas de las promesas incumplidas y de los resultados postergados, Ra¨²l Castro siente que lo ronda tambi¨¦n un espectro de rostro amulatado y cuerpo enflaquecido. Por estos d¨ªas, junto al balance cr¨ªtico de su breve mandato, debe haber ca¨ªdo en cuenta tambi¨¦n de que le han robado su efem¨¦ride. Un hombre que se neg¨® a comer le arrebat¨® esa semana en que todos deber¨ªan recordar su investidura como General Presidente.
? Yoani S¨¢nchez / bgagency-Mil¨¢n
Yoani S¨¢nchez es periodista cubana y autora del blog Generaci¨®n Y. En 2008 fue galardonada con el Premio Ortega y Gasset de Periodismo.
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