Suecia aplaude al 'ministro superpadre'
Erik Ullenhag cuida de sus peque?os mientras su esposa trabaja en el extranjero
La prensa lo llama el superpadre y se ha convertido en un s¨ªmbolo de que la conciliaci¨®n entre familia y empleo tiene que alcanzar a los hombres m¨¢s poderosos. Lo que hace Erik Ullenhag, de 38 a?os, cuidar de sus hijos de seis y dos a?os porque su mujer trabaja en el extranjero, no ser¨ªa noticia en este pa¨ªs si no fuera porque ¨¦l es miembro del Gobierno: el ministro de Integraci¨®n. Pero la pesadilla que es para muchas mujeres en Espa?a el compatibilizar trabajo y familia, ¨¦l la tacha de "circunstancias", cuenta por tel¨¦fono a EL PA?S. Ministro y padre conviven sin demasiados problemas, asegura. "La clave es la planificaci¨®n", explica con normalidad.
Ullenhag y su pareja lo ten¨ªan todo listo para mudarse a Jerusal¨¦n, de donde le hab¨ªa llegado a ella una jugosa oferta laboral. Hab¨ªan puesto su apartamento de Estocolmo en alquiler e incluso preparado las cajas para la mudanza. Pero Erik -abogado, parlamentario desde 2002 y entonces secretario general del Partido Liberal Sueco- recibi¨® un ofrecimiento inesperado: el cargo de ministro de Integraci¨®n, a la vez viceministro de Empleo, departamento del que depende org¨¢nicamente en Suecia. "Discutimos la situaci¨®n. Hab¨ªamos planeado la mudanza con mucho tiempo de antelaci¨®n, y era una buena oportunidad para ella", relata. Decidieron que, aunque la separaci¨®n fuese dura, ella se ir¨ªa y ¨¦l aceptar¨ªa el cargo. Y los ni?os se quedar¨ªan en casa. "Van a una buena guarder¨ªa y a un buen colegio", comenta.
?l le quita hierro al asunto, aunque incluso en Suecia -un pa¨ªs que destaca por la igualdad de responsabilidades de hombres y mujeres en las tareas dom¨¦sticas- ha sorprendido su situaci¨®n. Ullenhag, quiz¨¢s inc¨®modo con su notoriedad por esto, no ha querido hablar de ello con la prensa de su pa¨ªs.
"De alguna forma, es m¨¢s f¨¢cil para m¨ª cuidar de mis hijos que para mucha otra gente. Aunque trabajo mucho, puedo organizar mi rutina m¨¢s o menos como quiero para pasar el m¨¢ximo tiempo posible con ellos", afirma. Un horario flexible le permite ir a buscar a los ni?os al colegio y a la guarder¨ªa a las 5 y a las 6 de la tarde, cuando cierran (los deja a las 8 de la ma?ana), entre dos y tres veces por semana. Adem¨¢s, los fines de semana se los dedica por entero. Cuando ¨¦l no llega, o si est¨¢ de viaje, le ayudan sus padres y sus suegros.
Si se le pregunta su sufre estr¨¦s, contesta que s¨ª. "Honestamente, es mucho trabajo. Durante un par de a?os est¨¢ bien, pero no se puede estar as¨ª 15 a?os", opina. Y eso, a pesar de que el hombre, seg¨²n ¨¦l, es tratado con m¨¢s benevolencia que la mujer en su papel de cuidador. "Es todo m¨¢s f¨¢cil si eres hombre. La gente te ve como un buen tipo, y te ayuda m¨¢s. Si me olvido de que mis hijos lleven alguna prenda extra en invierno, en el colegio me ayudar¨¢n a solucionarlo, sin m¨¢s, de forma positiva. A las mujeres les recordar¨ªan el descuido", afirma.
Ullenhag disfruta de su trabajo. "Puedes cambiar la sociedad de verdad. Si tienes conciencia pol¨ªtica, puedes marcar la diferencia", asegura con un tono de ilusi¨®n en la voz. ?Qu¨¦ objetivos tiene su ministerio y el Gobierno del que forma parte? "Hacer que Suecia contin¨²e siendo una sociedad abierta y tolerante, y que este modelo pueda tener ¨¦xito en el largo plazo", responde sin dudarlo. Su partido forma parte de la coalici¨®n gobernante Alianza por Suecia, de centro-derecha, junto con otras tres formaciones. El Ministerio de Integraci¨®n se ocupa de las minor¨ªas, y Ullenhag est¨¢ especialmente preocupado por la situaci¨®n del pueblo gitano en Europa. "Hay 50.000 gitanos que han sufrido una historia de discriminaci¨®n de la que deber¨ªamos avergonzarnos", dice. "Buscamos ejemplos de cosas bien hechas. En este tema de los gitanos, Espa?a es a menudo un buen ejemplo", concluye.
As¨ª y todo, el ministro reconoce que en el trabajo hay pocas personas irremplazables. "Los hombres, especialmente, tendemos a pensar que somos insustituibles. Pero no hay nadie insustituible", afirma. Eso s¨ª, padre no hay m¨¢s que uno.
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