Estaci¨®n de penitencia: Mezquita

El Cabildo de C¨®rdoba quiere meterle mano a la Mezquita. El objetivo de los eclesi¨¢sticos es que todos los pasos de Semana Santa puedan acceder al templo, actual Catedral. Para ello, plantean retirar una de las cuatro celos¨ªas que en 1972 instal¨® el arquitecto Rafael de La-Hoz en sendos arcos de la fachada que se abre al patio de los Naranjos. Estos elementos decorativos contempor¨¢neos ya se encontraban en el edificio cuando fue declarado en su conjunto bien Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984.

La intenci¨®n de los religiosos responde a una demanda hist¨®rica de la hermandades de C¨®rdoba para facilitar el acceso a los pasos en Semana Santa y hacer estaci¨®n de penitencia en la Catedral. Actualmente las cofrad¨ªas entran y salen por la misma puerta con arco, la de Las Palmas. La idea ser¨ªa habilitar otro acceso, quitando una de las celos¨ªas de De La-Hoz, para conseguir un recorrido por la nave g¨®tica.

El arquitecto busc¨® devolver la luz natural al interior del templo

Los can¨®nigos quieren aprobar la obra antes de Semana Santa

De este modo, defienden, se conseguir¨ªa un mejor discurrir de las hermandades. El propio obispo, Demetrio Fern¨¢ndez, ha apoyado esta idea en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista C¨®rdoba cofrade. Ahora, se estudia d¨®nde se colocar¨ªa la celos¨ªa removida: si en un arco de acceso, ocupado hoy por una capilla, o colgada, junto a otras vigas hist¨®ricas de la Mezquita, en una de las tres paredes internas del patio de los Naranjos.

Pero quitar esa celos¨ªa entra?a mucho m¨¢s que un simple acto de funcionalidad cofrade. Las celos¨ªas responden al deseo de Rafael de La-Hoz Arderius de restaurar, en los cuatro ¨²ltimos arcos que no est¨¢n tapiados del muro de acceso, la luz natural y tamizada que acompa?aba a los fieles musulmanes; cuando toda la fachada norte se abr¨ªa al patio, permitiendo entrar una luz que se degradaba hasta la oscuridad del muro sagrado de la Quibla. Aquellos arcos, como recordaba De La-Hoz, se cegaron en el siglo XIII por orden del obispo Ioannes Oxomensis -a quien le molestaba que las golondrinas entrasen al templo- y terminaron siendo ocupados por capillas cristianas.

De La-Hoz escribi¨® en el pr¨®logo de La Catedral de C¨®rdoba, la obra magna de Manuel Nieto Cumplido, can¨®nigo archivero del templo: "La iluminaci¨®n de lo que resta de Mezquita queda as¨ª definitivamente plana, sin aquella profundidad que prestan los contrastes de luz y sombras; uniforme e inexpresiva. El antiguo efecto evanescente, su misterio y magia desaparecen (...) Vuelta del rev¨¦s la luz que la define, fragmentado el espacio, cegada su permeabilidad visual, y destruida por incomprensi¨®n cultural el alma misma del ordenamiento arquitect¨®nico original, se consum¨® la m¨¢s triste de las ruinas: la ruina de la Idea".

A pesar del desastre, los cuatro arcos en el extremo de poniente no se hab¨ªan cerrado. Y a principios de 1970, De La-Hoz no les quitaba ojo. El arquitecto ten¨ªa un plan. Quer¨ªa convertir aquel rinc¨®n en un espacio que recuperase la memoria de c¨®mo debi¨® ser la luz que disfrutaban los fieles antes de la intervenci¨®n cristiana. En su familia recuerdan que sol¨ªa repetir que era mejor actuar pronto, antes de que fuesen ocupados por nuevas capillas.

As¨ª, logr¨® convencer a los responsables sobre la necesidad de instalar las celos¨ªas, que han ofrecido, durante 40 a?os, un asomo de la luz tamizada que deb¨ªa tener el templo. De La-Hoz insisti¨® siempre en que aquella fue la primera acci¨®n no religiosa ni arqueol¨®gica, sino puramente arquitect¨®nica en favor del edificio.

Mientras tanto, la familia del arquitecto, muerto en 2000, no ha sido informada de ning¨²n proyecto por parte del Cabildo. El entorno no niega su sorpresa al saber, que una actuaci¨®n semejante, en un monumento declarado Patrimonio de la Humanidad pueda llevarse a cabo con secretismo. Insisten en que las celos¨ªas formaban parte del monumento cuando se le dio la m¨¢xima catalogaci¨®n y que no son un a?adido. La familia conf¨ªa en que se traten con el m¨¢ximo respeto.

Por su parte, el Cabildo ha recibido un informe de los arquitectos conservadores de la Mezquita, Gabriel Rebollo y Gabriel Ruiz, informando de c¨®mo se podr¨ªa hacer la obra. Los can¨®nigos piensan votarlo a favor antes de esta Semana Santa, afirma el presidente del Cabildo, Manuel P¨¦rez Moya. Pero los tr¨¢mites que seguir¨¢n en las distintas administraciones, incluida la Junta, hace imposible que la obra se acometa para esta Pascua.