El fiscal acusa a 11 polic¨ªas y guardias civiles que asaltaban a 'narcos'

El fiscal Fernando Bermejo ha presentado escrito de acusaci¨®n ante la Audiencia de Barcelona contra 25 personas a las que acusa de formar parte de una red de corrupci¨®n policial, narcotr¨¢fico y extorsi¨®n. Les imputa los delitos de asociaci¨®n il¨ªcita para delinquir, cohecho, tr¨¢fico de drogas, detenci¨®n ilegal, revelaci¨®n de secretos y blanqueo de capitales y solicita para ellos penas que oscilan entre los dos a?os y medio y los 50 de c¨¢rcel.

Entre los acusados hay nueve guardias civiles (entre ellos el teniente coronel Alfonso L¨®pez Rubio, un suboficial y un sargento), dos inspectores jefe del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa (los hermanos gemelos Antonio y Carlos Gim¨¦nez Raso) y el entonces periodista de El Mundo Fernando Garc¨ªa, al que el fiscal imputa calumnias y estafa. El resto son delincuentes con antecedentes a los que el fiscal califica de "soldados" porque se limitaban a obedecer ¨®rdenes.

La banda rob¨® 220 kilos de coca¨ªna de un contenedor del puerto

La actividad de la banda se centr¨® en asaltar a los narcotraficantes en el ¨¢rea de Barcelona, haciendo prevalecer su condici¨®n de agentes y aprovechando la informaci¨®n que manejaban para incautarles la droga que despu¨¦s vend¨ªan y de la que no dejaban rastro. La acci¨®n m¨¢s importante sucedi¨® en 2005 en el puerto de Barcelona, cuando la banda rob¨® 220 kilos de coca¨ªna de un contenedor procedente de Venezuela.

Se trata de una de las mayores redes de corrupci¨®n policial destapadas nunca en Catalu?a y caracterizada por la extrema violencia de sus integrantes. As¨ª se explica, relata el fiscal, que el caso estuviera parado en los juzgados durante m¨¢s de 15 meses "entre otras razones por causas ajenas a la Administraci¨®n de justicia tales como la violencia inusitada que demostraron algunos de sus miembros". Basta recordar, a?ade el fiscal, los graves insultos que profirieron algunos de los acusados a la juez que les tom¨® declaraci¨®n, al secretario judicial y al fiscal del caso, David Mart¨ªnez Madero, fallecido hace un mes y que se entreg¨® por completo para que la investigaci¨®n pudiera prosperar.El fiscal sit¨²a en la c¨²spide de la red de corrupci¨®n a Javier Segura y en el "n¨²cleo delincuencial de la Guardia Civil" a los agentes Antonio S¨¢enz Mart¨ªnez y Roberto de Pr¨¢dena, para los que solicita penas que suman 52, 26 y 13 a?os de prisi¨®n, respectivamente. Ellos eran los que dirig¨ªan las actuaciones de la banda y coordinaban a todos sus integrantes.

La primera actuaci¨®n se produjo en el verano de 2000, cuando viajaron a Marruecos en veh¨ªculo para buscar 175 kilos de hach¨ªs, de cuyos beneficios participar¨ªa uno de los inspectores de polic¨ªa implicados. El viaje se frustr¨® al ser detenidos por la polic¨ªa marroqu¨ª. Lo volvieron a intentar unos meses despu¨¦s, cuando enga?aron a un traficante para que les entregase otros 100 kilos de hach¨ªs. En el camino, un veh¨ªculo de la Guardia Civil con algunos de los acusados a bordo lo intercept¨® y el traficante se qued¨® "sin el hach¨ªs y sin el dinero, mientras que el grupo se repart¨ªa los beneficios procedentes de la dicha droga obtenida ilegalmente", dice el fiscal.

Pero el golpe estrella se produjo la madrugada del 21 de enero, cuando reventaron un contenedor almacenado en el puerto de Barcelona y fueron sacando diversos paquetes de coca¨ªna de gran pureza hasta sumar 220 kilos. Entonces, el valor de un kilogramo en el mercado era de 30.000 euros, recuerda el fiscal. En realidad, el contenedor guardaba otros 180 kilos de coca¨ªna. Horas despu¨¦s de que se marcharan, acudieron al lugar otros delincuentes y se llevaron 100 kilos de la droga que hab¨ªa quedado. El jefe de la banda, Javier Segura, que sali¨® en libertad el pasado mes de junio por decisi¨®n de la Audiencia de Barcelona, se enter¨® y acudi¨® con su lugarteniente Daniel Ribelles a buscar a ese delincuente el 1 de marzo de 2005. Lo llevaron al parque de Collserola, le dieron una paliza y al final le pegaron un tiro en la piernas. Luego lo dejaron en el hospital de Vall d'Hebron, al que nunca entr¨® el herido, recuerda el fiscal.

La instrucci¨®n del caso que llev¨® el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Martorell y que nunca recibi¨®, por cierto, muestras de apoyo p¨²blico del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a que presid¨ªa Maria Eugenia Alegret, qued¨® paralizada unos meses al no poderse avanzar y tras la marcha de la juez. Pero en enero de 2008, uno de los imputados decidi¨® colaborar con la justicia, explic¨® lo que sab¨ªa y los principales acusados acabaron en prisi¨®n, relata el fiscal.

Es entonces cuando, seg¨²n su relato, entr¨® en escena el periodista de El Mundo, escribiendo art¨ªculos para desacreditar la carrera profesional del coronel Miguel Alarc¨®n G¨®mez y su unidad operativa de la Guardia Civil, que se hab¨ªa mostrado implacable en perseguir a sus agentes corruptos. De esta manera, empezaron a publicarse art¨ªculos, que servir¨ªan de base para presentar querellas contra ellos por diversos delitos.

Por lo dem¨¢s, el relato del fiscal relata la abundancia de inmuebles que poseen algunos de los acusados y que, supuestamente, fueron comprados con los ingresos procedentes de la venta de la droga.