Historia del tebeo en un tebeo

Paco Roca (Valencia, 1969) tiene una capacidad especial para tocar la fibra sensible del lector. Es uno de esos autores con una magia especial para hacernos creer que las historias est¨¢n ah¨ª, esperando, y solo hay que recogerlas. Roca visitaba ayer la Fnac de Alicante para presentar su ¨²ltima creaci¨®n, El invierno del dibujante, un tebeo publicado por Astiberri que cuenta la historia de los tebeos. Cuenta la historia de los dibujantes que estaban en Bruguera durante la posguerra, emprendieron una aventura para intentar tener su propia revista (T¨ªo Vivo) y tuvieron que acabar volviendo al redil de una editorial que pas¨® a la fama, adem¨¢s de por haber difundido millones de libros y tebeos, por su mal trato a los dibujantes y a sus derechos de autor. El trato a los artistas, sin embargo, se ve humanizado y racionalizado: contrariamente a un texto historicista, el lector consigue sumergirse en la situaci¨®n.

Roca propone una mirada atr¨¢s con un regusto amargo

En el volumen podemos ver la Barcelona de los a?os cincuenta

La historia guarda un cierto paralelismo con la de otro grande del tebeo espa?ol: Los Profesionales, de Carlos Gim¨¦nez, si bien la aproximaci¨®n de uno y otro es muy diferente. Gim¨¦nez plasma un anecdotario en blanco y negro y casi a vuelapluma vivido en primera persona y Roca cuenta una historia trabajada y documentada en la que el color forma parte de la narraci¨®n.

Paco Roca es uno de los valores que m¨¢s r¨¢pidamente ha crecido en los ¨²ltimos a?os. Su ¨¢lbum Arrugas le hizo acreedor del Premio Nacional de C¨®mic y le destac¨® como guionista, si bien Roca es un autor m¨¢s que completo, que a?ade a su cuidado dibujo un sentido crom¨¢tico muy en la l¨ªnea de muchas de las pel¨ªculas que estamos viendo hoy en d¨ªa: concibe la p¨¢gina como un ambiente que apoya tanto las impresiones como los di¨¢logos.

Roca, a pesar de que, a ra¨ªz del ¨¦xito de Arrugas est¨¦ recibiendo un reconocimiento del p¨²blico espa?ol, ha mirado casi siempre al mercado franc¨¦s, m¨¢s estable y con una gran aceptaci¨®n de sus obras, y tambi¨¦n ha publicado en Italia. Con todo, es un autor con una gran costumbre por localizar sus historias. En El invierno del dibujante podemos ver la Barcelona de los a?os cincuenta en cada detalle: desde los bares hasta las calles, con el mobiliario de las oficinas y hasta con los anuncios callejeros. Los detalles plagan el tebeo, pero no solo eso: los protagonistas son viejos conocidos de muchos lectores. Nombres como Ib¨¢?ez (el autor de Mortadelo), Escobar (Zipi y Zape), Conti, V¨¢zquez o V¨ªctor Mora representan una parte de la historia reciente de la industria editorial espa?ola. Roca propone una mirada atr¨¢s con un regusto amargo que capta el inter¨¦s y que resistir¨¢ bien el paso del tiempo, tanto por su forma como por el desarrollo.