Demorar la verg¨¹enza

El Comit¨¦ Electoral Nacional del Partido Popular (PP) confirm¨® el jueves pasado a Francisco Camps como candidato a la presidencia de la Comunidad Valenciana. Camps ven¨ªa presionando a Mariano Rajoy para que adelantase esa confirmaci¨®n, que ya hab¨ªa aprobado por su cuenta y riesgo el Comit¨¦ Electoral regional. El argumento de G¨¦nova para no hacerlo era que tampoco otros presidentes del PP hab¨ªan sido confirmados, pero es probable que no lo fueran precisamente para que no se evidenciaran las dudas existentes sobre Camps.

La estrategia interna ha circulado en paralelo a la t¨¢ctica jur¨ªdica: diferir la decisi¨®n en la misma medida en que se trataba de atrasar el desenlace del caso en los tribunales. Con el objetivo de que, o bien fuera archivado o, si llegaba a juicio, este se celebrara despu¨¦s de las elecciones de mayo; con la pretensi¨®n de que para entonces las urnas hubieran lavado las responsabilidades pol¨ªticas del presidente. Pareci¨® que la primera hip¨®tesis iba a cumplirse cuando el Tribunal Superior de Valencia resolvi¨® que s¨ª hab¨ªa habido regalos (los trajes) de la trama corrupta, pero que no hab¨ªa delito porque el presidente no hab¨ªa participado personalmente en las adjudicaciones investigadas. Sin embargo, la resoluci¨®n fue recurrida y el Tribunal Supremo orden¨® reabrir la causa recuperando Camps su condici¨®n de imputado.

El argumento para no tomar medidas internas o cuestionar su candidatura fue que imputaci¨®n no significa culpabilidad. As¨ª es, pero s¨ª significa que la justicia aprecia indicios de delito. Y si se acepta, como es razonable, separar la responsabilidad jur¨ªdica de la responsabilidad pol¨ªtica, esos indicios deber¨ªan bastar para apartar a un imputado de la gesti¨®n p¨²blica. La justicia aprecia como m¨ªnimo indicios de cohecho impropio pasivo (aceptar regalos ofrecidos en consideraci¨®n a su funci¨®n). Es la forma m¨¢s suave de cohecho, pero ello mismo lo convierte, pol¨ªticamente, en un cuchillo de doble filo. Pues un argumento central del PP para negar verosimilitud a la acusaci¨®n ha venido siendo lo incre¨ªble de que todo un presidente auton¨®mico vaya a venderse por unos trajes. ?C¨®mo quedar¨ªa Camps si eso que parece tan absurdo resulta confirmado por sentencia, lo que demostrar¨ªa, adem¨¢s, que hab¨ªa mentido, y ello ocurre cuando ya haya sido reelegido? ?Con qu¨¦ autoridad puede gobernar alguien en esas condiciones?

Se resistir¨ªa, pero al final tendr¨ªa que dimitir, lo que podr¨ªa ocurrir en v¨ªsperas de las legislativas de 2012. Con una inoportunidad notable, porque, en tal caso, el perjuicio pol¨ªtico para la candidatura de Mariano Rajoy ser¨ªa incalculable. Para entonces es posible que se hayan sustanciado los indicios de cohecho propio y financiaci¨®n ilegal apuntados en los informes policiales pedidos por el juez. Se confirmar¨ªa as¨ª que en materia de corrupci¨®n la t¨¢ctica dilatoria solo sirve para agravar los problemas.