El pintor de c¨¢mara de los esp¨ªas
Se puede pintar el secreto, algo que no se puede tocar con las manos? El brit¨¢nico James Hart Dyke al menos lo ha intentado y durante un a?o se ha dedicado a dar imagen a los servicios secretos brit¨¢nicos, el MI6, para el que trabaja desde hace decenios y trabajar¨¢ siempre el esp¨ªa m¨¢s famoso y m¨¢s imaginario del mundo, James Bond.
El MI6, que en 2009 cumpli¨® los 100 a?os de existencia y que hasta hace no tanto tiempo ni siquiera se sab¨ªa oficialmente que exist¨ªa, ha querido as¨ª transmitir al p¨²blico una imagen de s¨ª mismo. Siendo como es algo secreto, dif¨ªcilmente pod¨ªa pensar en un libro de fotograf¨ªas. Y decidieron encargarle el trabajo a James Hart Dyke, un joven pintor especializado en paisajes y desconocido para el gran p¨²blico.
"Los agentes del MI6 me explicaron lo que hacen. Las pinturas no son escenas reales, pero reflejan su profesi¨®n"
Tras un a?o de trabajo, Dyke ha producido unas setenta pinturas y bocetos que se han exhibido brevemente, entre el 14 y el 26 de febrero, en las Mount Street Galleries del selecto barrio londinense de Mayfair. El pintor, que no ha cobrado por el encargo, ha puesto las obras a la venta con precios que oscilan entre las 950 y las 25.000 libras cada una (entre 1.125 y 30.000 euros).
El d¨ªa de la apertura, Hart Dyke, quiz¨¢ m¨¢s acostumbrado a los espacios abiertos y luminosos que a la recogida penumbra de la galer¨ªa, parece algo nervioso por el impacto que la iniciativa ha tenido en los medios londinenses. Inseguro en el mundo medi¨¢tico, llama al agente antes de decidirse a atender a este corresponsal, que se ha presentado ante ¨¦l sin cita previa. Las dudas se disipan en pocos segundos: el agente da de inmediato el visto bueno a la entrevista.
Lo primero que hay que saber es c¨®mo le lleg¨® el encargo. No pod¨ªa faltar una pizca de misterio y secreto: "Todo empez¨® tomando un caf¨¦ con alguien que me sugiri¨® la idea de llevar a cabo este proyecto, y la verdad es que al principio pens¨¦ que era solo una broma. Mi amigo me hizo ver que la cosa iba en serio. Pasaron un par de meses, durante los que me sometieron a todo tipo de chequeos de seguridad, y despu¨¦s me citaron en el edificio principal del MI6 en Londres. Ah¨ª tuve una reuni¨®n con cierta gente y fue entonces cuando me di cuenta definitivamente de que se trataba de un proyecto que iba en serio. ?Qui¨¦n le pas¨® el encargo? ?Le conoc¨ªa de antes? "No puedo decir qui¨¦n era ni qu¨¦ conexiones ten¨ªa con esa persona", responde entre risas.
La evasiva respuesta pone en primer plano una inevitable: ?es un esp¨ªa el contacto entre Hart y el MI6? M¨¢s a¨²n: ?trabaja o ha trabajado el propio pintor para los servicios secretos? Quiz¨¢ nunca lo sepamos, pero las razones que da al explicar por qu¨¦ pensaron en ¨¦l no despejan esos interrogantes, antes al contrario. "Creo que porque desde siempre he tenido la costumbre de pintar viajando por el mundo. He trabajado en zonas de guerra, he trabajado con la familia real, he trabajado un tiempo en el Himalaya. Siempre he estado haciendo cosas con gente de todo tipo en distintos ambientes, y quiz¨¢ esas eran algunas de las cualidades que se necesitaban para este proyecto porque es bastante dif¨ªcil, con numerosos obst¨¢culos alrededor y controles de seguridad, y no es f¨¢cil sentarse a pintar en esas condiciones. Creo que por eso me eligieron, porque soy capaz de trabajar en ambientes muy diferentes, con la familia real, en aviones, en coches, movi¨¦ndonos muy r¨¢pido, superando muchas trabas de seguridad".
Hart ha sido el artista oficial en cuatro giras del pr¨ªncipe de Gales entre 1999 y 2008 (Extremo Oriente, Oriente Pr¨®ximo, ?frica y golfo P¨¦rsico), ha pintado para la familia real de Arabia Saud¨ª (2001), ha pasado temporadas empotrado con las tropas brit¨¢nicas en Irak y Afganist¨¢n (2006-2007), y ha pintado muchas veces los paisajes del Himalaya (2000-2008).
Siendo el objetivo de este encargo plasmar la imagen de un secreto, o de una cadena de secretos, ?pod¨ªa haber hecho ese trabajo un fot¨®grafo? "No", enfatiza, "obviamente, el fot¨®grafo representa exactamente lo que tiene delante. Al pintar se pueden tomar caminos mucho m¨¢s indirectos. M¨¢s oscuros. Y una de las condiciones era que yo no pod¨ªa representar a ninguno de los oficiales que he visto. He tenido que hacer como una especie de maquillaje de esos personajes. Por razones de seguridad, las caras se han presentado de forma borrosa, o se han cambiado, y tambi¨¦n las situaciones. Todo se representa de forma m¨¢s indirecta. Algunos de los cuadros son abstractos o no tienen ning¨²n significado: son solo una representaci¨®n de algo. La pintura es m¨¢s como un vocabulario, en t¨¦rminos de met¨¢foras, en comparaci¨®n con la fotograf¨ªa".
El resultado final es una serie de pinturas y bocetos a veces sombr¨ªos, casi siempre inquietantes, en los que dominan las im¨¢genes borrosas de hombres con traje y corbata, mujeres que en ocasiones se adivinan hermosas mientras cavilan en la barra la forma de entablar conversaci¨®n con el objetivo, o mujeres maduras y con aspecto de amas de casa que est¨¢n esperando algo o a alguien sin que se sepa qu¨¦ o qui¨¦n. En ocasiones, el cuadro aparece con chocantes toques de color, como ese verde que algunos relacionan con la tinta de ese color con la que el jefe del MI6 firma los documentos con la escueta inicial C de chief [jefe].
Otras escenas muestran la espalda de un hombre caminando hacia una cita que podr¨ªa ser cualquier cosa. Las m¨¢s celebradas por los propios miembros del MI6 son las repetidas escenas de hotel, que simbolizan las largas horas de espera que entra?a un trabajo que las pel¨ªculas y las novelas han llenado de glamour y violencia, y que el pintor parece querer reducir al nivel de lo cotidiano, con m¨¢s ratos aburridos que excitantes, muy lejos de las andanzas de James Bond. Como esas galletas y esas tazas de t¨¦ que lanzan el mensaje de que los esp¨ªas son gente corriente, gente que en su imaginaci¨®n de personas cualquiera han convertido en un donut gigantesco el edificio circular que aloja el centro de comunicaciones de Cheltenham.
Hay tambi¨¦n obras abstractas, como esa tan querida por el autor con un patito de goma y dos c¨ªrculos blancos y uno verde, que el responsable de las informaciones de seguridad de The Guardian, Richard Norton-Taylor, relaciona con el patito que Bond lleva en Goldfinger cuando intenta infiltrar una factor¨ªa de droga.
Pero ?es real eso que vemos o es fruto de la imaginaci¨®n del autor? ?C¨®mo sabe c¨®mo es la vida de un esp¨ªa? ?Les ha seguido en su trabajo durante todo este a?o? "Lo que he hecho es hablar con un mont¨®n de miembros del MI6 que me han contado historias de c¨®mo es su vida, un poco como mis amigos me explican c¨®mo es la suya. Me ense?aron todos los lugares que pudieron sin llegar a revelar ning¨²n secreto comprometedor. A veces, yo simplemente observaba c¨®mo trabajaban en sus oficinas, en ocasiones sentado en el suelo tomando apuntes mientras ellos trabajaban".
O sea, que todo es ficci¨®n, ideas m¨¢s que hechos. "Muchas de las im¨¢genes son ficticias, simplemente representan cosas que me han dicho sobre su trabajo. Las pinturas son sobre todo una representaci¨®n del aroma de lo que me han dicho, no todo son escenas reales. Otras muchas, en cambio, son representaciones de lugares reales, pero no muestran gente real". "He pintado caras, pero son gente arbitraria, que pueden ser cualquiera". ?Ha estado en reuniones o en bares en los que un agente entra en contacto con otra persona? "No. No en acontecimientos reales. Lo que se ve en los cuadros son escenarios preparados por m¨ª, no son situaciones que haya visto porque yo haya estado all¨ª. Los agentes del MI6 me han explicado qu¨¦ tipo de cosas hacen. Las escenas pintadas no son reales, pero son im¨¢genes t¨ªpicas de lo que hacen. Los bocetos, s¨ª. Esta oficina, por ejemplo, es real. Pero podr¨ªa ser una oficina cualquiera", dice, se?alando una de las obras del cat¨¢logo. "Esta otra escena es real. Esta es una representaci¨®n. Algunas han sido cambiadas ligeramente. Esta es una oficina real, llena de desorden. Esta otra escena es tambi¨¦n muy real", a?ade.
?C¨®mo puede representar una escena sin haberla vivido, solo a trav¨¦s de lo que le han dicho? "Porque no se trata tanto de representar una imagen real como de transmitir un estado emocional. No es algo exacto, sino algo que es posible, que podr¨ªa ocurrir. Lo importante es que cuando un agente del MI6 ve la imagen diga que se ve representado en lo que ve. En la escena del hotel, por ejemplo, lo m¨¢s importante es que en una reuni¨®n con varios agentes en el cuartel general todos ellos dijeron que esa imagen representa muy bien las muchas veces que han estado en un hotel, esperando durante horas, a veces durante d¨ªas. Para m¨ª eso es muy interesante porque no me lo esperaba".
"Antes de entrar en esto, la ¨²nica imagen que ten¨ªa del MI6 era a trav¨¦s del cine, de novelas, de personajes como James Bond, pero ten¨ªa un gran vac¨ªo en t¨¦rminos de im¨¢genes porque no hay fotograf¨ªas. Al cabo de un a?o de trabajo, aqu¨ª hay una serie de im¨¢genes que dan una idea de lo que es el MI6. Algunas abstractas, otras reales. Y esto representa lo que he hecho durante un a?o y espero que les represente a ellos. Yo estoy bastante satisfecho y creo que ellos tambi¨¦n, que da una buena idea de lo que es su vida".
"Esta no es la producci¨®n habitual. He trabajado much¨ªsimo. He so?ado durante a?os con un proyecto como este. De hecho, me cas¨¦ el a?o pasado y a¨²n no me he mudado a vivir con mi mujer porque quer¨ªa esperar a acabar el proyecto. A¨²n est¨¢ esperando a que vaya para colgar las estanter¨ªas", se r¨ªe. "He aprendido mucho sobre pintura y espero que me ayude a subir de nivel". Porque, en realidad, James Hart Dyke estudi¨® arquitectura: "Siempre me gust¨® pintar, pero me pareci¨® sensato hacer arquitectura porque la pintura no es siempre la mejor carrera. Volv¨ª a la pintura porque me gusta demasiado. Ahora espero poder vivir de ella. Es una apuesta. ?Se trata de cumplir los sue?os que uno tiene!". Y pintarlos.
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