Galer¨ªa antisistema

Aviso al lector: confieso aqu¨ª que sufro s¨ªndrome de Estocolmo (la fot¨®grafa creo que tambi¨¦n, pero es su obra la que habla por ella). Yo era esc¨¦ptica ante todas las (buenas) intenciones pol¨ªticas de este mundo. Y ahora me siento antisistema (el vigente, se entiende), altermundialista (m¨¢s all¨¢ de un pensamiento ¨²nico) o, dicho m¨¢s com¨²nmente, aunque de forma err¨®nea, soy antiglobalizaci¨®n. Cinco d¨ªas en el Foro Social Mundial (FSM) en Dakar, en febrero, tienen la culpa. Ahora me siento parte de la sociedad civil. Soy un granito de arena. Cuento.

Esa es la filosof¨ªa. "T¨² debes ser el cambio que deseas ver en el mundo", dijo un hombre llamado Gandhi. Y en 2001, siguiendo esta indicaci¨®n (y otras) naci¨® de mano de franceses y brasile?os (los periodistas Bernard Cassen e Ignacio Ramonet, el empresario Oded Grajew, el activista cat¨®lico Chico Whitaker... ) un lugar de encuentro, el FSM en Porto Alegre (Brasil). Y empez¨® a cuajar alrededor un movimiento anticapitalista, que ya exist¨ªa disperso, y se fue haciendo uno, y multitudinario, bajo un lema: "Otro mundo es posible". Al principio acudieron 15.000 personas. Cuatro a?os despu¨¦s eran 150.000. En Dakar, la 11? edici¨®n, ser¨¢n 70.002 (con la fot¨®grafa y yo).

"Se han fijado dos fechas para la movilizaci¨®n global, 20 de marzo y 12 de octubre"

?Se reconocen los activistas entre s¨ª? ?Hay un manual antisistema?

"Hay que descolonizar cabezas y saberes, solucionar problemas con humildad"

"No hay ejemplo de pa¨ªs donde haya un frente sociopol¨ªtico capaz de enfrentarse a la crisis"

"?Pasividad de la gente? No, la gente busca qu¨¦ hacer. Las revoluciones las hacen las minor¨ªas"

Con 10 a?os de historia, este evento est¨¢ considerado el foro de los foros, la reuni¨®n de movimientos sociales mayor del mundo desde aquel pionero que recogi¨® el eco de las protestas de Seattle en 1999 contra organismos internacionales como el FMI y la OMC. Lo que es la reuni¨®n de Davos para los poderosos es el FSM -esa era la idea, un contrapunto sonoro, cuenta Cassen en Dakar- para aquellos a los que, aun teniendo voz, nadie escucha (o quiere escuchar): millones de personas m¨¢s o menos radicales, con objetivos m¨¢s o menos concretos, universales o locales, alejados de partidos pol¨ªticos o grandes organizaciones. Eso era entonces. ?Y ahora? Ay, nombrar las relaciones con el poder al FSM es como tocarle la fibra, cuestiona su propia raz¨®n de ser, su identidad. En su seno cunde el debate. Hay quien est¨¢ por el trabajo com¨²n con los pol¨ªticos progresistas de este mundo, hay quien lo rechaza de plano. Eso es el FSM. Diversidad. Divergencia. Bien, y ?qu¨¦ cuentan los antisistema hoy sobre la crisis que corre y las revoluciones ciudadanas en ?frica que tumban dictaduras? ?Tienen sugerencias? No sabemos. Pero est¨¢n crecidos. Despu¨¦s de avisar de los desmanes del capitalismo feroz, muchas de sus predicciones se han cumplido.

Camino a Dakar. Miradas cruzadas en el aeropuerto de Barajas (Madrid). Y es de suponer, en este momento, en otros muchos europeos. ?Se reconocen los activistas entre s¨ª? ?Hay un manual de uso antisistema? ?El vestir, las maneras, la ilusi¨®n, el vocabulario...? Las preguntas se agolpan. Un total de 1.200 asociaciones de 132 pa¨ªses (casi un centenar de Espa?a) se han registrado en esta edici¨®n, la tercera, tras Bamako (Mali) y Nairobi (Kenia) en ?frica. Son, sobre todo, grupos de la sociedad civil, ONG grandes o chicas, sindicatos, partidos... Tanto tir¨®n tiene esta convocatoria que lo mismo encontraremos en Dakar a los Verdes europeos que a Veigas, l¨ªder del BNG; a la socialista francesa Martine Aubry reunida con periodistas, a Evo Morales dando un discurso o a Lula pidiendo perd¨®n por la esclavitud.

Es decir, adi¨®s al estereotipo: hay muchos tipos de foreros. De cualquier edad, origen y condici¨®n. Uno imprescindible es el l¨ªder intelectual consolidado o emergente. Los que alimentan. Desde famosos como Susan George, Aminata Traor¨¦, Naomi Klein, Gus Massiah o ?ric Toussaint hasta otros menos conocidos como Esther Vivas, Fatma Alloo, Olivier Bonfond, Phumi Mtetwa, Christophe Ventura... Aqu¨ª, en la Universidad Cheick Anta Diop se concentran todos. Al alcance de cualquiera. Y trabajan. No se da abasto con tanto debate. Se les ve acelerados, cubiertos de sudor y polvo, de mesa en mesa, comprometidos, mostrando sus propuestas, aquello en lo que creen (o lo parece). Ofrecen un delicioso fest¨ªn alternativo que sabe a pacifismo, derechos humanos, igualdad, soberan¨ªa alimentaria, medio ambiente, infancia, ind¨ªgenas, condonaci¨®n de deuda, lucha contra la pobreza, sostenibilidad, salud, feminismo, inmigraci¨®n, calidad democr¨¢tica... Pero la mayor¨ªa no son ni famosos ni grupales. Personas an¨®nimas (que han mostrado su peso en varias ocasiones: sobre todo contra la guerra de Irak, 15 millones en la calle) dispuestas a compartir deseos de cambio m¨¢s o menos radical. "Me represento a m¨ª misma", nos dir¨¢ la argentina Marcella Guerci, antrop¨®loga, docente, habitante de la "ciudad intermedia y minera de Olavarria". Viene sola: "Busco preguntas y respuestas". Un modelo de participante esponja. Abunda. Pero no tanto como el turista oenegero ocasional, una plaga.

Otra tipolog¨ªa: colegas curtidos en estos foros que acuden con colegas porque creen en el cambio. Como los espa?oles Pablo Ascas¨ªbar, top¨®grafo, y su amigo Felipe Mart¨ªnez, ingeniero de montes, que son lo alternativo hecho carne. Veintea?eros. Geniales. Con un discurso tan hilado que muchos quisieran. No se les escapa una sobre la pol¨ªtica de este mundo. Prototipos. ?Ser¨¢ por eso que la izquierda cada vez los valora m¨¢s? Tendentes a la abstenci¨®n, con ir o no a votar, pueden tumbar elecciones.

A Mart¨ªnez, la conciencia social le rezuma en cuanto abre la boca. Y hasta se lee en su camiseta: "Contra la intolerancia de los ricos, la intransigencia de los pobres". Tome nota: la filosof¨ªa antisistema se tiende a exponer en la espalda y el torso, cerca del coraz¨®n. Y si no es una consigna ser¨¢ la marca de la casa. He aqu¨ª el top ten de lo m¨¢s vestido en el FSM celebrado en la universidad de Dakar: el verde intenso de La V¨ªa Campesina (una organizaci¨®n poderos¨ªsima y muy femenina que representa a 200 millones de personas), las variadas de la Asociaci¨®n por la Tasaci¨®n de las Transacciones Financieras y de Ayuda a los Ciudadanos (ATTAC), las oscuras del Comit¨¦ para la Anulaci¨®n de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), otras de Jubileo Sur, Movimiento por la Paz... Cientos. El sector tiene aqu¨ª un fil¨®n. Una, amarilla, causa perplejidad: "?D¨®nde est¨¢ nuestro oro?". A¨²n me lo planteo.

Pero nada igual a los vestidos de las participantes de la Marcha Mundial de las Mujeres, id¨¦nticos o no, seg¨²n el lugar y pa¨ªs del que proceden, que llegan a grabar sus lemas y hasta sus candidatos (en elecciones) en las propias telas. Orgullosas de s¨ª, las de Mali, por ejemplo, arremolinadas junto a Aminata Traor¨¦, un cicl¨®n, ex ministra de Cultura en su pa¨ªs, causan expectaci¨®n donde van. "Hoy no podemos hablar", dice la autora de un libro de referencia, ?frica humillada. "Vamos a un acto en Pikine, donde madres de desaparecidos en el mar est¨¢n haciendo un gran trabajo con otros j¨®venes para evitar que marchen". Los actos de las mujeres (en la carpa roja de la universidad o en el stand de las pescadoras) destilan un poder¨ªo especial.

Todos caben en el FSM. Es asambleario y libre. Tiene sus bases: 1. El rechazo del actual sistema econ¨®mico, pol¨ªtico y medioambiental, con sus secuelas de explotaci¨®n, racismo, sexismo y destrucci¨®n del planeta, y la b¨²squeda y puesta en pr¨¢ctica de procesos, acciones y formas de vida alternativos. 2. La horizontalidad de funcionamiento. 3. El convencimiento de que es necesario aglutinar esfuerzos y converger en la acci¨®n desde el respeto a la diversidad... Y su carta de principios (ver www.fsm2011.org) indica que es un espacio abierto, de debate democr¨¢tico... Que sus alternativas se contraponen "a un proceso de globalizaci¨®n dirigido por grandes multinacionales y gobiernos e instituciones que sirven a sus intereses...".

Queda dicho. Y m¨¢s: el FSM no toma decisiones. Entonces, ?qu¨¦ aporta a la mejora del mundo?, puede usted preguntar con raz¨®n. Ah, no es que sea de estructura horizontal, sino en forma de globo. Visualice una cebolla. ?brala. Observe sus aros. Eso es el FSM. Un coraz¨®n y muchas capas alrededor: grupos, asambleas, foros paralelos de toda condici¨®n. En Dakar coinciden ahora el Foro de la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, el de los Pueblos sin Estado, de las Migraciones, de la Democracia y las Ciencias, de la Deuda y la Pobreza, de los Gobiernos Locales, Foro Mundial de Alternativas... Y una veintena de asambleas que s¨ª deciden. Y mucho: la mayor de ellas es la de los movimientos sociales (AMS). En ella habla y propone quien desee. Ahora mismo Olivier Bonfond y el tunecino Fathi Chamkhi, exultante con lo sucedido en su pa¨ªs, llaman a la acci¨®n conjunta y puntual. Otros se desv¨ªan de esa l¨ªnea.

"Siempre igual, proponemos acci¨®n y otros suavizan...", dice Bonfond, belga, que lleg¨® al activismo a trav¨¦s de Toussaint, fascinado por el modo de hacer y las razones del CADTM.

"Afirmamos que los pueblos no debemos seguir pagando por esta crisis sist¨¦mica y que no hay salida de ella dentro del sistema capitalista", consensuar¨¢ la AMS.

El primer d¨ªa se celebra la marcha inaugural. Representa un antes y un despu¨¦s en el FSM 2011. Porque a partir de ese primer d¨ªa, la piel de los blancos que andan por las calles de la capital senegalesa ya no ser¨¢ tal. Ser¨¢ roja. Cinco horas bajo un sol de justicia y revoluci¨®n.

Puro carnaval. Salvo para los saharauis que sufren el acoso de algunos marroqu¨ªes y tienen que pedir protecci¨®n. Senegaleses de dos cuerpos los rodean. El boicoteo continuar¨¢ y generar¨¢ protestas oficiales. El S¨¢hara, esa espina. Desfila gente llegada de Jap¨®n, Brasil, Congo, India o Canad¨¢. Desfilan los miembros de las caravanas continentales, gran ¨¦xito de este foro. Preparadas desde hace meses han llegado desde Norte, Sur y Este de ?frica, sumando gente en cada parada: la Marcha Mundial de las Mujeres cargada de historias de discriminaci¨®n, los grupos m¨²ltiples de La V¨ªa Campesina con sus denuncias por la venta ilegal de tierras o la subida de alimentos; los estudiantes de escuelas que cierran; las madres de pescadores que ya no pescan... Los de ATTAC TV graban todo a conciencia. El c¨¢mara, el argentino Gonzalo Miranda, es forero a considerar: practica eso que muchos aqu¨ª (no todos) llevan a la pr¨¢ctica cotidiana: decrecimiento. Vive de forma austera, se ha desprendido de lo innecesario, ha trabajado aqu¨ª y all¨¢ para conseguir las c¨¢maras con las que ahora mismo graba al pope del altermundialismo, Gus Massiah. Este borda el discurso del FSM en un pisp¨¢s: "Los pron¨®sticos de los primeros foros han sido validados por la realidad. Y nuestras propuestas tienen m¨¢s sentido que nunca: controlar las finanzas, implantar una tasa a los movimientos financieros, hacer desaparecer los para¨ªsos fiscales, distribuir la riqueza...". Para Massiah, la crisis actual es social, ideol¨®gica, geopol¨ªtica y ecol¨®gica. Urge detener las cuatro: "Creemos que el sistema capitalista mismo se debe revisar y no ya solo atajar los excesos del liberalismo; eso ya se ha quedado corto". Un salto de fase en el FSM.

Los miembros de Valencia de ATTAC son nuestros anfitriones en el territorio FSM. Muy activos. Generosos. Dada la extensi¨®n del campus, nos llaman por tel¨¦fono para avisar por donde est¨¢ tal o cual personaje que deseamos fotografiar. Y, de paso, nos aclaran cosas.

C¨®mo el porqu¨¦ de sus reservas ante el t¨¦rmino "antiglobalizaci¨®n". Precisan: "Somos antiglobalizaci¨®n con las corporaciones, no con las personas, preferimos los t¨¦rminos antisistema o altermundialistas". Ay, la terminolog¨ªa... ?No ser¨ªa mejor en positivo? Planetarios, globalizadores humanistas... Desvelan que el activismo de base est¨¢ creciendo en los ¨²ltimos tiempos. "Nuestros socios se han doblado en apenas unos meses...". Y no les sucede solo ellos. ?Ser¨¢ que la indignaci¨®n crece? Quiz¨¢ al calor de ese librito superventas, Indignaos, de St¨¦phane Hessel, miembro de la resistencia francesa, que particip¨® en la redacci¨®n de la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos de 1948 y llama a la acci¨®n a los j¨®venes de hoy. Curioso que un nonagenario tenga que hacer tal cosa en Europa.

Adem¨¢s, la Tasa Tobin (y/o Robin Hood, ITF) ha vuelto a la actualidad de mano de pol¨ªticos de post¨ªn. "Las alianzas son necesarias. Sobre los impuestos financieros nos hemos asociado con los sindicatos y otras organizaciones. Tratamos de federar el mundo sindical, el asistencial, el asociativo, el ecol¨®gico. Es la pista correcta, nadie puede ganar solo. Hay pa¨ªses que quieren aplicarlo y deben empezar ya. No hay que esperar a otros", comenta Susan George, estadounidense, cl¨¢sica y austera en el vestir, incansable, mientras se atusa el pelo en un anfiteatro repleto de latinos y mujeres multicolor venidas de Casamance (Senegal) sentada en una mesa redonda junto al anta?o activista y ahora embajador de Bolivia en la ONU, Pablo Solon (otro forero at¨ªpico): "Se trata de actuar desde donde te encuentres, donde quiera que sea. No soy Excelencia, soy gente com¨²n".

Pero el escepticismo sobre los cambios no solo hace mella en m¨ª. Muchos no creen en milagros. "Tambi¨¦n se plante¨® hace tiempo el cierre de los para¨ªsos fiscales, con Obama de acuerdo, y nada. Y esto del impuesto lo mencionan y... se olvidan. Tiene que haber una voluntad pol¨ªtica firme y no creo que sea el caso", comenta Gonzalo. Estos chicos se implican, creen en lo que hacen (vean sus v¨ªdeos en www.attac.tv con sus conclusiones sobre el FSM en Dakar). "Es momento de pasar a la acci¨®n, no quedarnos s¨®lo en el territorio de las ideas", comenta el farmac¨¦utico, Carles Esteve, quien en un momento dado, sin m¨¢s, me suelta: "Ser periodista concienciada debe de ser duro". Quedo tocada con la reflexi¨®n. ?Soy concienciada? Lo voy a meditar. Otro de ellos rechaza nuestra invitaci¨®n a ser fotografiado y dice: "Yo no tengo inter¨¦s en salir en una foto en ELPA?S". Vale. Tocada y hundida. Los grandes grupos de comunicaci¨®n son rechazados por gran parte de la base del movimiento antisistema. ?Por qu¨¦? ?Que hacemos mal? Sondeamos a Felipe, la conciencia forera: "Por la acumulaci¨®n de medios, por el modo prepotente de informar tan procapitalista; por el modo de tratar, unilateral, asuntos de Cuba, Venezuela o Bolivia; por el modo de tratarnos a nosotros como si fu¨¦ramos terroristas...". ?Vaya, para no leerlo, lo conoce bien... y jurar¨ªa que hasta el lema de su camiseta ha mutado con su discurso! Como en las T-shirts, el esp¨ªritu del FSM tambi¨¦n se expresa, con literatura densa y burocr¨¢tica, en abundantes folletos y en pancartas que dan que pensar: Una: "Pa¨ªses en desarrollo llamamos a los pa¨ªses arrollados por el desarrollo ajeno". Dos: "El G-20 es ileg¨ªtimo. ?D¨®nde est¨¢ el G-172?". Todos muestran bien por d¨®nde van sus intereses. Si todos los esl¨®ganes lanzados al viento en esta marcha en ?frica subsahariana se cumplieran, el mundo ser¨ªa en verdad mejor.

En el FSM 2011 se han organizado tres d¨ªas de actividad (des)organizada. El primero est¨¢ dedicado a ?frica. Y es una pena. Se pierde casi todo. Porque la organizaci¨®n es un caos en las salas y carpas montadas. Por partes. Caos de programaci¨®n: conseguirla es el bot¨ªn m¨¢s preciado. Imposible encontrar nada ni a nadie: vas tras Naomi Klein y hallas a Samin Amin; tras Chico Whitaker y te topas con sindicalistas espa?oles hablando de derechos laborales de los sinpapeles... Y nace un nuevo g¨¦nero art¨ªstico: el postit'ivismo, carteles caligrafiados y pegados en cualquier lugar anunciando cambios de hora o salas.

Caos tecnol¨®gico: no funcionan los micr¨®fonos, para horror de los sufridos traductores voluntarios, un centenar, entre los que est¨¢ la Paz Vega del gremio (es igualita, Alejandra G. Pat¨®n). El que domina idiomas es rey. El m¨¢s grande, Manuel Manonelles, director de Ubuntu, que traduce a capella y de tir¨®n al espa?ol, franc¨¦s, ingl¨¦s... Y los voluntarios senegaleses dispuestos a orientar, como nada saben, nada orientan. As¨ª que, a falta de ocupaci¨®n: interacci¨®n. No solo taxistas y comerciantes hacen su agosto, hay otros territorios m¨¢s ¨ªntimos donde el intercambio es mundial.

El peor, el caos espacial: el Gobierno senegal¨¦s cambi¨® al rector de la universidad a ¨²ltima hora y el nuevo hace borr¨®n y cuenta nueva. No cede ni la mitad de espacios comprometidos para los actos. As¨ª, se improvisan tiendas en plan n¨®mada, coloridas, s¨ª, tan precarias que se desarman con el viento. Y hay cierto hacinamiento: adem¨¢s de los participantes llegan los comerciantes y ocupan cada metro del campus susceptible de ser pisado por un extranjero.

Collares, telas y bolsos amenazan con dejar las ideas altermundialistas en segundo plano. Pero no, el caos se reorienta m¨¢gicamente en la tercera jornada y el activista resiste la presi¨®n mercantil: la asistencia es multitudinaria.

Y, con tanto deambular, acabas encontrando foreros una y otra vez en los recorridos. A Toussaint, el CADTM, explicando lo que puede significar congelar la deuda para el futuro de muchos pa¨ªses; a Manonelles, de Ubuntu, cargado de iniciativas; a los activistas nigerianos contando los esc¨¢ndalos de las petroleras en su pa¨ªs que han destrozado el delta del Niger; a Chamkhi, de ATTAC, hablando de revoluciones democr¨¢ticas futuras; a Samin Amin, siempre tranquilo, siempre fumando sus puros... Se hacen amigos. La que m¨¢s vemos: Esther Vivas, del CADTM, una pura hormiga de la observaci¨®n. Omnipresente. "El perfil general del FSM en Dakar ha sido combativo", dir¨¢. L¨¦anla en su web (esthervivas.wordpress.com).

"Todo forma parte de la experiencia. Hace foro. Siempre hay dificultades", me tranquiliza el fundador Oded Grajew, presidente del Instituto Ethos de Empresas con Responsabilidad Social, al contarle los inconvenientes. Tiene 67 a?os, mirada clara y piel transparente. Forma parte de una mesa interesante. Hay tantas programadas que ser¨ªa imposible citarlas. Elijo solo tres. Primera. Esta del Grupo de Reflexi¨®n y Apoyo al Proceso (GRAP) del FSM: Principios para un nuevo paradigma de civilizaci¨®n se titula. "Nunca antes se hab¨ªan producido tantos bienes materiales, nunca hubo tanto alimento, tanta tecnolog¨ªa, y nunca antes la injusticia fue tan desproporcionada", se oye en la sala. El brasile?o Rubens Born, fundador del instituto Vitae Civilis, dice: "Cada d¨ªa que participamos en este foro mueren 6.000 personas de diarrea en el mundo, y eso no forma parte de ninguna agenda global".

Cosas as¨ª. Peque?as. En boca de Susan, Oded, Boaventura de Sousa, Carles Riera, Jo?o Whitaker... Plantean quejas y ofrecen propuestas: decrecimiento en el Norte de bienes que persiguen la riqueza y fomento de los bienes comunes como salud, nutrici¨®n, educaci¨®n; poner en cuesti¨®n el modelo de relaciones sociales, ir hacia la civilizaci¨®n del cuidado; un tribunal de deuda clim¨¢tica; trabajar sobre entornos urbanos que venden sue?os de una vida mejor cuando la mayor¨ªa ofrecen miseria; m¨¢s respeto a la Tierra madre... "Hay que descolonizar cabezas y saberes, solucionar los problemas con humildad", opina Chico Whitaker.

El FSM es una cura de rejuvenecimiento, como volver 30 a?os atr¨¢s: cuando la gente cre¨ªa en algo o en otros; escuchaba a la izquierda cuando estaba sana y no "degenerativa", cuando no produc¨ªa ese rechazo que provoca hoy, "producto de sus m¨²ltiples concesiones al sistema". Lo escribe Boaventura de Sousa, soci¨®logo: "Los ¨²ltimos 30 o 40 a?os del pasado siglo pueden considerarse a?os de crisis degenerativa del pensamiento y de la pr¨¢ctica de la izquierda global". Un tiempo aquel en el que el com¨²n de los mortales (de izquierda) so?aba con un mundo m¨¢s justo... Ahora eso solo pasa en el Sur, opinan aqu¨ª. El Norte est¨¢ KO.

Adem¨¢s del hiperconsumo y el hipercapitalismo, en palabras de la pedagoga Mar¨ªa Novo (UNED), sufrimos el s¨ªndrome NTD (Nos Tienen Distra¨ªdos).

Lo comenta Federico Mayor Zaragoza, ex director de la Unesco y promotor de Ubuntu, palabra suahili que significa 'existo porque t¨² existes', que es el Foro Mundial de Redes de la Sociedad Civil (de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a), que, entre otras, anda en campa?a para "una profunda reforma del sistema de instituciones internacionales" que permita la participaci¨®n directa de los ciudadanos en la toma de decisiones. Su entusiasmo es contagioso. "Comienza la insurgencia ciudadana en el mundo", vaticina. Y en la segunda mesa elegida (Hacia un nuevo modelo de gobernanza global, con la participaci¨®n de ?scar Ugarteche, de la Universidad de M¨¦xico, entre otros) expone la paradoja de la tecnolog¨ªa ¨²ltima y cuestiona nuestra condici¨®n: somos screenpeople, pasivos, dejamos que otros act¨²en mientras miramos. "Pero jam¨¢s la informaci¨®n ha sido tan libre, tan fluida y global como ahora... Decimos aqu¨ª de forma pac¨ªfica que no hay futuro si no se cambia la tecnolog¨ªa para cambiar las condiciones medioambientales". Ugarteche informa: "Por primera vez, en Davos se ha reconocido que entramos en un mundo incierto y distinto, y aunque ellos no se responsabilizan del da?o causado por el modelo econ¨®mico imperante, s¨ª aceptan el tama?o del problema. Ahora ya lo sabemos: otro mundo no solo es posible, sino que es urgente y necesario".

Tercera menci¨®n. Uno de los grupos m¨¢s visibles es La V¨ªa Campesina. Que no se quedan en lo rural, ni mucho menos. Su carpa es verde y animada. Impulsan con vehemencia su campa?a contra el acaparamiento de tierras, el control de los recursos naturales y la cadena agroalimentaria, desde las semillas hasta los mercados. Reclaman una reforma agraria integral y el reconocimiento de una Declaraci¨®n de Derechos Campesinos de la ONU. Dolores Sales, que se arregla coqueta para la foto, treinta?era y guatemalteca, explica c¨®mo en su comunidad, donde hay ca?a de az¨²car, caf¨¦ o banano, la gente muere de hambre por falta de acceso a la tierra. "Nuestros intereses tienen que ver con el derecho a la alimentaci¨®n, son de todos. Por eso hay que trabajar en una consulta mundial sobre la crisis clim¨¢tica y los derechos planetarios de la madre Tierra en 2012".

Todo se debate aqu¨ª. Tambi¨¦n el futuro del FSM y su relaci¨®n con el poder, esa patata caliente. Para muchos, el tiempo ha mutado en esta d¨¦cada y es momento de crear un espacio de alianzas con actores pol¨ªticos... Y varios caminos posibles se plantean para el propio movimiento antisistema: el posaltermundialismo, trabajar mano a mano con los gobiernos progresistas existentes; el famoso New Green Deal, en el que los gobiernos asumir¨ªan, adem¨¢s del control del mundo financiero y la nacionalizaci¨®n de la banca, una reconversi¨®n hacia una nueva econom¨ªa de bajo carbono, con eficiencia energ¨¦tica, energ¨ªas renovables... Y tercero (defendido por los m¨¢s puristas): romper con el capitalismo. Para estos, "lo ¨²nico que puede salvar el planeta y salvarnos a todos, alcanzar la justicia global y ese otro mundo posible".

Llega el fin. Muchas im¨¢genes y escenas sugerentes (esos activistas prosaharauis de Catalu?a sentados en la carpa marroqu¨ª con la foto de Mohamed VI sobre sus cabezas, los largos paseos en busca de lavabos o conexi¨®n a Internet en visita tur¨ªstica por las facultades, los conciertos en la avenida principal y las ruedas de prensa...), mucho contenido y mucha energ¨ªa. Se re¨²nen las asambleas (una veintena) y elaboran sus conclusiones. "Este Foro ha sido el de ?frica, el de las revoluciones democr¨¢ticas, el de la mujer", dice Carlos Mart¨ªnez, presidente de ATTAC. Sustanciosa ser¨¢ la declaraci¨®n de la AMS. Tres mil personas en el anfiteatro dispuestas a demostrar lo que significa entusiasmo. Raperos senegaleses abren fuego cantando al futuro de ?frica, antes de convocar dos fechas de acci¨®n: el 20 de marzo, d¨ªa mundial de solidaridad con el levantamiento del pueblo ¨¢rabe y africano, y el 12 de octubre, contra el capitalismo. Hay muchas m¨¢s. Especial es la Carta Mundial de Mujeres para la Humanidad: "Declaramos que la paz es mucho m¨¢s que la ausencia de la guerra, es el cumplimiento y el respeto de todos nuestros derechos como habitantes del planeta".

Ya avis¨¦, me siento antisistema... En el avi¨®n de regreso me descubro repasando los temas pendientes para el siguiente Foro (en R¨ªo), que ser¨¢ grande: el papel de los bancos y las transnacionales, la manipulaci¨®n pol¨ªtica e ideol¨®gica, la privatizaci¨®n de la vida, el capitalismo verde....

?Uf, habr¨¦ dejado de ser screenpeople? Es igual. Tras todo lo visto y vivido, lo que traemos son cientos de preguntas y respuestas.

Y esa sugerencia que una mano an¨®nima escribi¨® en un grafiti un buen d¨ªa: "Se?oras y se?ores, dejemos el pesimismo para tiempo mejores".