Ahorradores, vuestro pa¨ªs os necesita

"No te preguntes qu¨¦ puede hacer tu pa¨ªs por ti, preg¨²ntate qu¨¦ puedes hacer t¨² por tu pa¨ªs". Esta es una de las frases m¨¢s famosas del expresidente de EE UU John F. Kennedy, y su recuerdo sobrevol¨® el sal¨®n de los pasos perdidos de la Bolsa de Madrid durante la presentaci¨®n del estudio Ahorro familiar en Espa?a el pasado martes. El problema es que tras el acto no quedaba muy claro qu¨¦ pueden hacer las familias para echar una mano a la renqueante econom¨ªa nacional: si seguir ahorrando y servir de fuente de financiaci¨®n alternativa a los prestamistas externos o empezar a gastar esos ahorros, reactivando as¨ª la demanda interna. Domingo Garc¨ªa Coto, coordinador del trabajo publicado por la Fundaci¨®n de Estudios Financieros (FEF), parec¨ªa inclinarse m¨¢s por la primera alternativa. En cambio, el secretario de Estado de Econom¨ªa, Jos¨¦ Manuel Campa, hizo un llamamiento al consumo como catalizador econ¨®mico en su discurso de clausura del acto.

La actitud de las entidades en la venta de productos es muy mejorable

Hasta el estallido de la crisis financiera, Espa?a fue el pa¨ªs con la tasa de ahorro familiar m¨¢s baja de los pa¨ªses de la zona euro. En concreto, ese nivel lleg¨® a reducirse hasta el 10,7% de la renta bruta disponible en 2007, entre cuatro y seis puntos porcentuales por debajo de los datos de Alemania, Francia o Italia. Esta situaci¨®n dio un vuelco con el contagio a la econom¨ªa real de los problemas financieros. La tasa de ahorro lleg¨® a alcanzar el 18,1% en 2009, situ¨¢ndose entre las m¨¢s altas de los pa¨ªses de la eurozona, para moderarse hasta cotas pr¨®ximas al 15% en 2010.

"Se presenta una oportunidad ¨²nica para construir un nuevo marco que oriente el comportamiento de las familias con respecto al ahorro", seg¨²n Juan Carlos Ureta, presidente de la FEF. "El ahorro interno debe contribuir en mayor medida a la financiaci¨®n de la econom¨ªa y, en este sentido, las familias van a recuperar su posici¨®n como principal suministrador de fondos", a?ade. El estudio intenta abrir un debate acerca de c¨®mo transformar ese aumento del ahorro de algo coyuntura (producto del miedo a la crisis) en una tendencia estructural.

"Lo que se necesita es un cambio de mentalidad desde un pa¨ªs de endeudados a un pa¨ªs de ahorradores", sostiene el economista Edward Hugh, autor de uno de los cap¨ªtulos del estudio. Ahora bien, desde la FEF reconocen que para que los ahorradores se conviertan en una pieza importante en la financiaci¨®n de la econom¨ªa, reduciendo as¨ª la elevada deuda exterior, hay que configurar un entorno atractivo para el ahorro familiar. En este sentido, los expertos se muestran muy cr¨ªticos con la comercializaci¨®n de productos financieros por parte de bancos y cajas y piden un cambio de mentalidad y de pr¨¢cticas.

"Nadie pretende ya que los operadores financieros sean adivinos del futuro, pero s¨ª es obligado que expliquen bien a sus clientes los productos en los que se va a invertir, sobre todo en productos comercializados de forma masiva, en los que bajo la envoltura de productos aparentemente sencillos se esconden riesgos", demanda Jes¨²s S¨¢nchez-Qui?ones, director general de Renta 4.

El peso de la banca en la distribuci¨®n de productos y servicios de ahorro en Espa?a est¨¢ cerca de un 95% frente al del asesoramiento independiente y las aseguradoras. Es un peso alt¨ªsimo si se compara con pa¨ªses como EE UU, Suiza o Reino Unido, donde el asesoramiento independiente en la distribuci¨®n est¨¢ entre 50% y 75%; pero tambi¨¦n frente a pa¨ªses con patrones de distribuci¨®n bancaria m¨¢s similares al espa?ol, como el franc¨¦s o el alem¨¢n.

En este contexto, los expertos sugieren una revisi¨®n del modelo de comercializaci¨®n de productos financieros. "La bancarizaci¨®n del ahorro ha sometido a este a los designios del intermediario, no del usuario", indica Salvador Mas, presidente de Open Finance. "Arrancar el proceso de distribuci¨®n financiera desde el producto y no hacerlo desde el cliente es el mayor vicio para el ahorro familiar en Espa?a, muy superior al hecho de que los productos hayan sido mejores o peores durante la crisis, que es un problema secundario", remata Mas.

Relacionado con este aspecto, el mercado del ahorro debe dejar de estar orientado al producto para centrarse en el cliente y erradicar los conflictos de inter¨¦s. "Resulta preciso que las demandas del cliente y necesidades concretas en funci¨®n de su ciclo vital y circunstancias personales se conviertan en la piedra angular en torno a la que se edifique la relaci¨®n entre los intermediarios y las familias (...). Se trata, por ejemplo, de evitar que una entidad coloque a un cliente un producto que no se adapta a su perfil, pero que conviene a ese intermediario por las comisiones o ingresos que genera", reflexionan en el estudio.

Otro de los retos es lograr un ahorro m¨¢s diversificado. El 80% de la cartera total de los hogares est¨¢ en inversiones inmobiliarias; por cada euro que las familias poseen en activos financieros, tienen 3,30 euros en activos no financieros. El pinchazo de la burbuja puso fin a la creencia irracional de que los precios de las casas no bajar¨ªan. El espacio que dejar¨¢ la vivienda como activo en el que invertir ser¨¢ aprovechado, seg¨²n la FEF, por los activos financieros tradicionales (dep¨®sitos, acciones, renta fija y fondos) para expandirse. "Su hora, por tanto, ha llegado", concluyen. Quiz¨¢ a Campa tambi¨¦n le hubiera gustado o¨ªr que es la hora de los frigor¨ªficos, las televisiones, los coches... -