El paso del Ecuador de Patxi L¨®pez
El Gobierno vasco de Patxi L¨®pez ha celebrado el paso del Ecuador, es decir, ha superado la mitad de la legislatura. Tal efem¨¦ride se celebraba cuando los estudiantes superaban el punto medio de sus carreras universitarias, y sol¨ªa hacerse con cierta alegr¨ªa, porque quienes llegaban a aquel punto consideraban que hab¨ªan superado los principales escollos y ya no habr¨ªa ninguna circunstancia que les pudiera impedir concluir sus estudios. En pol¨ªtica la cosa es algo diferente, porque no se trata de celebrar nada, sino de exponerse al veredicto de los dem¨¢s.
Cuando Patxi L¨®pez alcanz¨® la Lehendakaritza sab¨ªa que se expon¨ªa al juicio sumar¨ªsimo de todos. Primero, ser¨ªa juzgado a los cien d¨ªas; despu¨¦s, al primer a?o; ahora, al paso del Ecuador de la legislatura y, por fin, ser¨¢ sometido al balance definitivo.
L¨®pez administrar¨¢ m¨¢s competencias transferidas que el PNV en 15 a?os
Euskadi sigue siendo la regi¨®n espa?ola m¨¢s pr¨®spera pese a la debacle anunciada
Es, por tanto, tiempo de hablar del liderazgo de Patxi L¨®pez. Resulta dif¨ªcil definir el t¨¦rmino "liderazgo", porque depende del ¨¢mbito de que se trate. He intentado documentarme, pero los estudiosos del t¨¦rmino no me han encendido demasiadas luces, as¨ª que bastar¨¢ con que repasemos las declaraciones realizadas por los adversarios del lehendakari, y da la impresi¨®n que lo son todos, lo cual en la lucha pol¨ªtica actual no es extra?o, pues se ha generalizado la actitud de defenestrar al otro sin aportar razones consecuentes.
Ahora resulta que Urkullu (PNV) suspende la gesti¨®n de Patxi L¨®pez, al que no s¨®lo no reconoce avances en la consecuci¨®n de la paz, sino que le pone un cero absoluto en autogobierno y desacredita con fuerza su gesti¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica. Realmente absurdo, por cuanto el fin del terrorismo, por primera vez, se muestra como un objetivo alcanzable; por cuanto va a ser Patxi L¨®pez quien va a administrar m¨¢s competencias transferidas que el PNV en los ¨²ltimos 15 a?os, y por cuanto las cifras y par¨¢metros que miden nuestra econom¨ªa y desarrollo contin¨²an siendo sensiblemente mejores que en el resto de Espa?a.
El PP no le ha ido a la zaga. Quien ha venido ejerciendo el papel de apoyo del lehendakari tambi¨¦n ha suspendido a Patxi L¨®pez. Basagoiti cree que no lo ha hecho tan mal en lo que tiene que ver con la convivencia y con la consecuci¨®n de la paz, pero eso ha sido as¨ª porque el PP ha dome?ado la acci¨®n del Gobierno a sus propuestas. Y ha sentenciado que el PP "lo habr¨ªa hecho mejor" en muchas cosas porque "hay mucho que mejorar", por lo que ha convocado al lehendakari para los ex¨¢menes de septiembre.
Desde otros ¨¢mbitos tambi¨¦n se ha opinado sobre lo que va de legislatura y sobre el liderazgo del lehendakari, que algunos comentaristas consideran d¨¦bil. Convendr¨ªa recordar a los vascos c¨®mo han terminado los dos proyectos liderados por personas tan firmes como intransigentes, durante el periodo democr¨¢tico. Garaikoetxea no fue capaz de soportar su propio liderazgo y dimiti¨®. Ibarretxe convirti¨® su liderazgo en obcecaci¨®n y llev¨® a su partido, proyecto soberanista incluido, a la oposici¨®n.
Es curioso que tan pocos analistas se hayan cerciorado de que Euskadi precisa que sus dirigentes se rijan mediante principios y valores ¨¦ticos, mucho m¨¢s que a trav¨¦s de posiciones r¨ªgidas y dogm¨¢ticas, por m¨¢s que quienes las defiendan digan soportarse en verdades hist¨®ricas. En Euskadi han fracasado todos los caudillos porque, aunque sea verdad que la sociedad vasca ha vivido en perpetuo conflicto, los ciudadanos no han aceptado nunca que se tratara de una guerra. As¨ª lo entendi¨® Jos¨¦ Antonio Aguirre -aunque se tratara de una situaci¨®n bien diferente- y as¨ª lo entendi¨® Ardanza, que dirigi¨® su Gobierno de coalici¨®n con discreci¨®n y responsabilidad.
Y as¨ª lo ha entendido Patxi L¨®pez, cuyo car¨¢cter apacible, mezclado con algunas dosis de timidez, le han erigido en una figura que dice sin vocear y dirige sin necesidad de apuntar con el dedo. Para quien, bien informado como yo creo estar, asiste a este mandato del Gobierno L¨®pez con expectaci¨®n, no puede ser m¨¢s aleccionador el talante de este lehendakari, que, admitiendo tanto ¨¦xitos como fracasos en su gesti¨®n, a¨²n no se ha visto involucrado en ninguna disputa absurda, en ninguna pelea de gallos, en ninguna quimera irresoluble.
Ha respondido a algunas estrategias arteras, de "amigos" y adversarios, con silencios que s¨®lo los necios han considerado cobardes. Frente a quienes han pedido porf¨ªas y litigios con los desbancados del poder ¨¦l ha respondido con la calma de ¨¢nimo y la constancia. Por eso Euskadi sigue siendo la regi¨®n m¨¢s pr¨®spera de Espa?a a pesar de la debacle anunciada en el comienzo de la andadura, y por eso la convivencia entre los vascos es ahora m¨¢s placentera y saludable. Es cierto que en este empe?o hemos participado en mayor o menor medida casi todos, pero Patxi lo ha sabido administrar y liderar. No ha habido estridencias que s¨®lo sirven para emborronar los caminos y hacer ininteligibles las palabras. Ha habido acuerdos y sendas compartidas, aunque el nacionalismo enrabietado mostrara sus dientes excesivamente afilados, y el PP oportunista, y a veces grosero, administrara sus apoyos con actitud mucho m¨¢s caprichosa que responsable.
?Hubiera sido igual sin Patxi L¨®pez? Hay algo m¨¢s que debe ser subrayado. Cuando, hace un mes aproximadamente, pidi¨® perd¨®n a la C¨¢mara vasca, y a quien pudiera sentirse ofendido, por una frase que hab¨ªa pronunciado en relaci¨®n al euskera, nada ofensiva, pero que el nacionalismo juzg¨® interesadamente como tal, yo valor¨¦ la dimensi¨®n humana de quien, a pesar del rango, no dud¨® en pedir perd¨®n. ?Cabe requerimiento m¨¢s valioso que el sentido humano para quien tiene como misi¨®n guiar a personas humanas?
Josu Montalban es diputado del PSOE por Vizcaya.
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