"Busco materiales innovadores que pueda patentar para China"

Fascinada por los colores desde ni?a, la qu¨ªmica Vivian Wing-Wah Yam se dedica precisamente a jugar con la luz, ya que investiga en nuevos compuestos fotoactivos de aplicaci¨®n en energ¨ªas renovables. Su labor ha sido reconocida este a?o con el premio Mujeres en la Ciencia -la prestigiosa iniciativa conjunta de la empresa L?Oreal y la Unesco-, que recibi¨® el pasado jueves en Par¨ªs junto a las otras cuatro cient¨ªficas galardonadas.

Wing-Wah Yam, de 48 a?os, naci¨® y estudi¨® en el Hong Kong brit¨¢nico, pero ahora forma parte de la comunidad cient¨ªfica china, desde su puesto en la universidad de su ciudad natal. Aunque recuerda que la situaci¨®n actual es de "un pa¨ªs, dos sistemas", est¨¢ en sinton¨ªa con el impulso dado a la ciencia en China en los ¨²ltimos a?os y convencida de que su trabajo, aunque b¨¢sico, tiene que dirigirse a obtener aplicaciones que se puedan traducir en patentes para su pa¨ªs. "La comunidad acad¨¦mica colabora mucho, pero en Hong Kong el sistema de financiaci¨®n de la ciencia es propio, separado del resto de China", recuerda esta cient¨ªfica.

"El santo grial de la qu¨ªmica es la fotos¨ªntesis artificial"

"La competencia es buena y todos aprendemos de los fracasos"

En la qu¨ªmica actual, afirma, existe un santo grial, que es la fotos¨ªntesis artificial o ruptura del agua por luz para obtener hidr¨®geno y ox¨ªgeno. "Con la luz se originan pares de electrones y huecos. El electr¨®n reduce el agua para obtener hidr¨®geno y el hueco oxida el agua para generar ox¨ªgeno". El hidr¨®geno as¨ª obtenido ser¨ªa el combustible m¨¢s limpio que se pueda imaginar. Sin embargo, el proceso es poco eficiente y por eso, como hacen tantos otros equipos, en el laboratorio de Wing-Wah Yam se buscan nuevos catalizadores para mejorar el rendimiento de la reacci¨®n, catalizadores que se basan en metales.

En los metales se basa tambi¨¦n su labor en el desarrollo de diodos emisores de luz (ledes) org¨¢nicos, para hacer sistemas de iluminaci¨®n de estado s¨®lido muy eficientes y flexibles, que abaratar¨ªan considerablemente la factura energ¨¦tica mundial y revolucionar¨ªan la arquitectura. Tambi¨¦n trabaja en c¨¦lulas fotovoltaicas org¨¢nicas.

En su enfoque de la investigaci¨®n pesa la voluntad de patentar. "Nosotros trabajamos con metales pesados, como oro y platino. Mucha gente en muchos pa¨ªses se centra en el iridio, pero yo no", dice. "El oro y el platino son caros, pero menos que el iridio, y adem¨¢s queremos tener algo que sea patentable". Explica que Sony ya hace televisiones con ledes org¨¢nicos, pero que es muy caro el proceso de fabricaci¨®n y que lo m¨¢s importante al final es tener materiales innovadores, "que puedas patentar para tu pa¨ªs, que no tengas que pagar derechos. Es lo mismo que pasa con los medicamentos, hay medicinas gen¨¦ricas pero hay otras que tienes que pagar y lo importante es hacer un trabajo original".

Es investigaci¨®n b¨¢sica, sin embargo, porque "necesitamos conocer los mecanismos fundamentales de estos fen¨®menos", explica Wing-Wah Yam, durante el encuentro en Par¨ªs, organizado por L'Oreal. C¨®mo se orientan las mol¨¦culas y se empaquetan tiene mucha importancia en la eficiencia final del proceso.

Toda Asia est¨¢ muy desarrollada en esta ¨¢rea relacionada con el ahorro energ¨¦tico. Y en China, que es gran consumidor de energ¨ªa, es una de las prioridades principales, asegura.

"Me asombraban las maravillas de la naturaleza", recuerda Wing-Wah Yam, como explicaci¨®n de por qu¨¦ se dedica a la ciencia. Ahora ha evolucionado hacia una actitud m¨¢s activa, desde la que se plantea ayudar a resolver los problemas importantes relacionados con la energ¨ªa que tiene el mundo.

"La qu¨ªmica es una ciencia de gran creatividad", recuerda cuando se celebra precisamente el a?o internacional de esta disciplina, promovido por la Unesco.

Gran parte de la qu¨ªmica se centra en crear nuevas mol¨¦culas y compuestos que pueden aplicarse a temas relacionados con cualquier aspecto de los intereses humanos, como la salud o el medioambiente. "Por ejemplo", recuerda, "el medicamento contra el c¨¢ncer taxol, obtenido inicialmente de la corteza de un ¨¢rbol, se ha sintetizado, lo que lo hace mucho m¨¢s accesible, y tambi¨¦n se ha mejorado y lo han hecho los laboratorios". Y los materiales luminiscentes se utilizan como sensores (de glucosa por ejemplo) o para la diagnosis, detectando las c¨¦lulas cancerosas.

"La competencia es buena", asegura cuando se le recuerda que muchos cient¨ªficos en el resto del mundo buscan lo mismo que ella. "Igual que pasa con los fracasos, todos los tenemos y aprendemos de ellos".

Haber recibido un premio que solo se da a mujeres es suficiente raz¨®n para preguntarle sobre el espinoso tema de las diferencias de g¨¦nero en la ciencia. "Creo que no existen diferencias entre hombres y mujeres en lo relativo a su capacidad intelectual y para la investigaci¨®n", afirma.

S¨ª que reconoce que las circunstancias pueden desanimar a las mujeres de para hacer una carrera cient¨ªfica. "Muchas j¨®venes est¨¢n preocupadas por las barreras a las que se pueden enfrentar en sus carreras por los estigmas de g¨¦nero. Esto es especialmente prevalente en los pa¨ªses asi¨¢ticos e incluso en las ciudades modernas, como Hong Kong, supuestamente globalizada, los valores convencionales y discriminatorios chinos se conservan".