Marlon de Azambuja
La obra de Marlon de Azambuja (Santo Ant?nio da Patrulha, Brasil, 1978) es una suerte de acertijo cuyo autor ha olvidado la soluci¨®n o, peor a¨²n, ha concebido sin preocuparse por ella, s¨®lo para divertirse imaginando c¨®mo el espectador se rompe la cabeza hasta caer en la cuenta de que no s¨®lo ignora la respuesta sino que ni siquiera puede estar seguro de que haya pregunta. As¨ª en La construcci¨®n del icono, la serie que da nombre a la exposici¨®n, la distintiva inclinaci¨®n de la Torre Woermann, uno de los mejores edificios construidos en Las Palmas en los ¨²ltimos a?os, es imitada mediante un trucaje fotogr¨¢fico en otros inmuebles de la ciudad hasta el punto de que, a fuer de repetida, la "reverencia" de la torre pierde su singularidad. ?Se trata de una cr¨ªtica del ¨¦nfasis de la arquitectura contempor¨¢nea en la dimensi¨®n ic¨®nica?, ?se quiere otorgar la misma dignidad a todos los edificios de la ciudad?, ?se pretende tal vez ponerlos a dialogar entre s¨ª tal que ¨¢rboles de un bosque encantado? De tan simple, la doblez llega a ser enloquecedora. En el suelo de otra estancia De Azambuja ha dispuesto una serie de velas que conformaban mapas de cada una de las Canarias y que al consumirse han resultado en una nueva proyecci¨®n planim¨¦trica que s¨®lo testimonia una cosa: no hay m¨¢s cera que la que arde.
Marlon de Azambuja
La construcci¨®n del icono
Sala San Antonio Abad, CAAM
Plaza de San Antonio Abad, s/n
Las Palmas de Gran Canaria
Hasta el 20 de marzo
No es dif¨ªcil suponer que el artista es un lector atento de Georges Perec y que, como el escritor, siente una fascinaci¨®n especial por todas las especies de espacios: los que capta con su c¨¢mara, los que representa mediante abstracciones cartogr¨¢ficas y los que se?aliza en la ciudad con cinta adhesiva de colores -otro de sus koan idiosincr¨¢ticos-, pero tambi¨¦n los que produce en las salas de exposiciones. Es el caso aqu¨ª de una habitaci¨®n de la que ha suspendido otra estancia id¨¦ntica y de id¨¦nticas proporciones pero invertida. Aunque, bien pensado, puede que no se trate de un espacio invertido. Puede que lo que en realidad ocurra en ella es que, como en la pel¨ªcula de Buster Keaton, los espectadores caemos hacia arriba.
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