El robo de lat¨®n, un negocio emergente
La polic¨ªa confirma que el hurto de los pomos de las puertas para vender el metal como chatarra se ha convertido en algo generalizado en la regi¨®n
La impresi¨®n es extra?a. Toda la perspectiva de la calle muestra un mont¨®n de fachadas gemelas, casitas de ladrillo iguales. Todas con sus puertas reforzadas. Pero en cada una de ellas hay un espacio vac¨ªo donde deber¨ªa haber un tirador dorado del que solo quedan las asas superiores e inferiores. Manillones de lat¨®n que alguien ha robado. Resulta que en la calle de Mirasierra, en Usera, alguien ha hurtado casi todos los pomos.
Un hurto, generalmente a plena luz y en horario laboral, que se ha extendido a toda la Comunidad desde hace unos meses. "Efectivamente, est¨¢ pasando todos los d¨ªas en casi todos los barrios. Es otra alternativa al robo de cobre. Ya nos hemos dado cuenta de que est¨¢ totalmente generalizado", confirma un mando del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. La sustracci¨®n de pomos, tiradores y adornos de lat¨®n se ha convertido en algo tan frecuente como el hurto de cobre, confirma la misma fuente policial. "Se ve un portal y luego otro portal, todos iguales", confirma un vecino.
"Fui al banco a solucionar unos temas y al volver estaba el hueco"
Los ladrones llevan imanes para detectar y desechar los de hierro
El secreto de la proliferaci¨®n de estos robos, que se han dado, al menos, en los distritos de Vallecas Villa y Puente, en Latina, Carabanchel, Vic¨¢lvaro y Barajas, es que cada una de esas piezas puede valer 12 euros en la chatarrer¨ªa, aunque una dependientas de una de las mayores de Madrid, en el barrio de San Blas, matiza: "Eso depende de la bolsa. Los metales cotizan". ?scar, profesional de la cerrajer¨ªa, asegura que ese es m¨¢s o menos "el precio por cada chisme". Los pomos nuevos cuestan 165 euros.
"Claro que nos hemos dado cuenta de ese fen¨®meno", explica un agente municipal, que relata c¨®mo recientemente fue detenido un hombre con una mochila llena en la carretera de Aluche a la Ciudad de la Imagen. "Era espa?ol y llevaba como 25 pomos guardados". "Por ese tipo de delito se puede meter en la c¨¢rcel a alguien", prosigue el mismo agente, que considera el fen¨®meno "generalizado por toda la ciudad".
Pero no solo en la ciudad. El Cuerpo Nacional de Policia detuvo en Legan¨¦s a una pareja con 44 tiradores. La investigaci¨®n les llev¨® hasta una chatarrer¨ªa en M¨®stoles donde se acumulaban 250 pomos sustra¨ªdos.
"Los mangantes iban con taladros y equipos de m¨²sica para que no se oyese el ruido", escribe uno de los vecinos en un foro, que describe un paisaje en el que "el 90% de las fincas de la zona est¨¢n igual". Tambi¨¦n, relata, robaron los pomos con los que sustituyeron a los antiguos. "A los dos d¨ªas se los hab¨ªan vuelto a llevar"
"Es cosa de la crisis. Yo les entiendo. Si te dan una pasta por cada uno de esos cacharros...", dice el cerrajero ?scar, que concluye: "La gente lo pasa mal". A ¨¦l, aunque le ha venido "mucha gente" para reponer los pomos, dice que no le supone "negocio".
"Fui al m¨¦dico a hacerme una radiograf¨ªa muy temprano y cuando regres¨¦ a¨²n estaba el pomo en su sitio. Despu¨¦s fui al banco a solucionar unos asuntos y ya me encontr¨¦ el hueco", explica Enrique, vecino de Orcasitas, otro de los lugares donde se ha propagado la epidemia de robos.
La manera de trabajar de los ladrones es con un im¨¢n, que les sirve para identificar el hierro oculto bajo el cromado. Si el pomo es de ese metal lo desechan.
Los ladrones no solo se est¨¢n llevando los manillones o tiradores de las puertas, tambi¨¦n los adornos de lat¨®n que rematan otras partes de las puertas.
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