Urge impulsar una soluci¨®n para Palestina
En plena ola de cambios revolucionarios en todo el mundo ¨¢rabe, es f¨¢cil pensar que este no es el momento de presionar para lograr la paz entre Israel y Palestina. Hasta que se calmen las cosas en Oriente Pr¨®ximo, la vieja hoja de ruta parece haberse quedado anticuada y la opini¨®n ortodoxa es que pensar en que se va a avanzar hacia un acuerdo de paz es hacerse falsas ilusiones, dado lo convulsa que est¨¢ la regi¨®n. Pero no es as¨ª, m¨¢s bien al contrario. Nos encontramos ante una clara oportunidad para que Estados Unidos e Israel act¨²en con urgencia a fin de lograr un acuerdo duradero.
Es preciso que todo el mundo empiece a cambiar de forma de pensar. La vieja estrategia de la comunidad internacional era dar prioridad a la estabilidad por delante de la democracia y perseguir la paz entre ¨¢rabes e israel¨ªes por una v¨ªa diplom¨¢tica totalmente aparte. Esa pol¨ªtica fue un fracaso: preferir la estabilidad antes que la democracia impidi¨® conseguir ninguna de las dos cosas y los esfuerzos aislados de paz no fueron a ning¨²n sitio. Si Estados Unidos y otras potencias mundiales quieren avanzar hacia los tres objetivos -estabilidad, reforma pol¨ªtica y paz-, deben entender los lazos tan ¨ªntimos que existen entre los tres y buscar una forma simult¨¢nea e integral de alcanzarlos.
Con los cambios pol¨ªticos ¨¢rabes, Israel ya no podr¨¢ decir que es la ¨²nica democracia de Oriente Pr¨®ximo
Estados Unidos ha estado por detr¨¢s de los acontecimientos desde que estallaron las revueltas. Intent¨® recuperar terreno mientras las protestas populares derrocaban los Gobiernos autoritarios de T¨²nez y Egipto y ahora que otros reg¨ªmenes intentan aferrarse al poder. Pero lo que necesita Washington es ponerse en primera l¨ªnea; y, mientras Estados Unidos y la comunidad internacional tratan de dar una respuesta a la situaci¨®n, ser¨ªa un error que dejaran al margen el proceso de paz.
En el caso de Estados Unidos, la amplia simpat¨ªa que despiertan los deseos de libertad de los ¨¢rabes no puede excluir la compasi¨®n hacia los palestinos que sue?an con vivir libres. El mundo ¨¢rabe quiere dignidad, y eso incluye acabar con la ocupaci¨®n. Washington no debe ser selectivo a la hora de apoyar la libertad y la democracia. Si no se muestra firme partidario de la soluci¨®n de dos Estados, se quedar¨¢ rezagado y perjudicar¨¢ sus propios intereses en Oriente Pr¨®ximo.
Tambi¨¦n Israel debe revisar su estrategia. A medida que triunfen las reformas pol¨ªticas, los israel¨ªes ya no podr¨¢n presumir de ser la ¨²nica democracia en Oriente Pr¨®ximo, y, con el cambio de las circunstancias sobre el terreno, ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil ignorar la necesidad de independencia de los palestinos. La preocupaci¨®n de Israel por la posibilidad de que la regi¨®n se vuelva m¨¢s hostil se har¨¢ realidad si las nuevas democracias ven que el Gobierno israel¨ª impide avanzar hacia una soluci¨®n viable y digna. Al mismo tiempo, un proceso de paz en el que participen Gobiernos ¨¢rabes elegidos y m¨¢s leg¨ªtimos ayudar¨¢ a consolidar una paz y una estabilidad duraderas.
El plazo para conseguir una soluci¨®n de dos Estados est¨¢ acab¨¢ndose, as¨ª que a todo el mundo le interesa que se llegue r¨¢pidamente a un acuerdo. Estados Unidos, en particular, har¨ªa mal en aguantar con la esperanza de que en el futuro surjan condiciones m¨¢s favorables.
Si no hay ning¨²n paso hacia la paz cuando est¨¦n form¨¢ndose las nuevas democracias ¨¢rabes, las opiniones negativas sobre Israel y Estados Unidos se reforzar¨¢n, y est¨¢ claro que la opini¨®n p¨²blica ¨¢rabe cuenta, como hemos visto en la plaza de Tahrir. La mala imagen har¨¢ todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil cualquier avance. Los nuevos Gobiernos estar¨¢n menos dispuestos que los anteriores a perdonar la ocupaci¨®n israel¨ª de los territorios palestinos, y Estados Unidos puede acabar teniendo menos importancia en el nuevo Oriente Pr¨®ximo.
Quienes afirman que es imposible construir la paz en una situaci¨®n cambiante ignoran el hecho de que, precisamente en esas circunstancias, es posible contribuir al proceso desde fuera. Si Occidente impulsa el proceso de paz en estos momentos, podr¨¢ granjearse el aprecio de los ¨¢rabes y hacer que Estados Unidos tenga m¨¢s influencia. No necesitamos unas interminables negociaciones bilaterales entre Israel y Palestina; necesitamos una soluci¨®n regional.
Sabemos que Oriente Pr¨®ximo no va a ser la regi¨®n que conoc¨ªamos hace solo dos meses, pero no sabemos todavia c¨®mo ser¨¢. Estados Unidos tiene la oportunidad de hacer historia e influir en el rumbo que siga si apoya aut¨¦nticas reformas y desbloquea un proceso de paz estancado.
Una revuelta contra un mal Gobierno ofrece la posibilidad de conseguir no solo la democracia sino tambi¨¦n la estabilidad y la paz, y todo al mismo tiempo. Ser¨ªa horrible que esta crisis, como tantas otras, acabe siendo una oportunidad desperdiciada.
Marwan Muasher, antiguo ministro de Exteriores y viceprimer ministro de Jordania, es en la actualidad vicepresidente de estudios en el Carnegie Endowment for International Peace.Javier Solana, ex secretario general de la OTAN y Alto Representante para la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad de la Uni¨®n Europea, es miembro de la Brookings Institution. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.