Detenidos dos hombres por el crimen del enfermero del Ram¨®n y Cajal
El internista fue hallado muerto el pasado enero en su casa tapado con una alfombra
De urgencia y en mitad de la noche, la operaci¨®n cardiaca con cat¨¦ter estaba a punto de empezar, pero uno de los enfermeros, ?ngel Luis Garc¨ªa del R¨ªo, no hab¨ªa aparecido a¨²n por el quir¨®fano. La ausencia extra?¨® a sus compa?eros. Era un profesional con fama de puntual. que durante sus 30 a?os de carrera no hab¨ªa fallado a su deber ni una sola vez. La intervenci¨®n se llev¨® a cabo sin ¨¦l y, al acabar, sus colegas fueron a buscarlo a su apartamento. No les abr¨ªa nadie. El enfermero, en realidad, estaba muerto en una habitaci¨®n revuelta y salpicada de sangre. El cad¨¢ver permanec¨ªa tapado con una alfombra.
Eso sucedi¨® a finales de enero. Lo que hab¨ªa ocurrido esa noche en el interior del apartamento del enfermero, en un edificio de la calle de R¨ªos Rosas junto a la Escuela de Ingenieros de Minas, era una inc¨®gnita. Parte del misterio ya est¨¢ resuelto. La polic¨ªa ha detenido a dos hombres, de nacionalidad dominicana, acusados de participar en la muerte de Del R¨ªo, seg¨²n revel¨® ayer la hermana de la v¨ªctima, a la que estaba muy unido.
Desde el principio se descart¨® el robo como m¨®vil de su asesinato
El fallecido era hijo de un importante empresario extreme?o
"Gracias a Dios, por fin los han cogido. Me quedo m¨¢s tranquila. Ahora falta que sea el juicio y los declaren culpables. La intranquilidad con la que he vivido este tiempo ha sido un tormento. Ya s¨¦ que est¨¢n ah¨ª, a ver si les veo la cara y pueda decirles los sinverg¨¹enzas que han sido ellos matando a una buena persona como era mi hermano", se?ala Carmen Garc¨ªa del R¨ªo, quien fue informada por los agentes la noche del s¨¢bado. Seg¨²n su testimonio, uno de los detenidos ha confesado el crimen al Grupo VI de Homicidios, mientras que el otro podr¨ªa estar acusado de encubrir el suceso. El juez que se hizo cargo del caso decret¨® el pasado 11 de febrero el ingreso en prisi¨®n preventiva de ambos.
La muerte imprevista del enfermero conmocion¨® a la plantilla del hospital Ram¨®n y Cajal, donde trabajaba en la unidad de hemodin¨¢mica del Servicio de Cardiolog¨ªa. A?os atr¨¢s, tuvo a su cargo a dos centenares de profesionales como responsable de Urgencias. Firma habitual de revistas especializadas del sector, Del R¨ªo particip¨® en la ¨²ltima d¨¦cada en un buen n¨²mero de congresos de enfermer¨ªa, mesas redondas y conferencias.
?ngel Luis Garc¨ªa, hijo de un importante empresario de M¨¦rida que hizo fortuna con el negocio de las gr¨²as, hab¨ªa estado conviviendo durante 15 a?os con un hombre que hab¨ªa trabajado en la recepci¨®n de un hotel y m¨¢s tarde en una peluquer¨ªa. Su pareja muri¨® hace nueve a?os y desde entonces el enfermero hab¨ªa estado soltero.
Desde el principio se descart¨® el robo como m¨®vil de su asesinato. Las puertas y las ventanas no estaban forzadas. La habitaci¨®n donde presumiblemente muri¨® se encontr¨® completamente revuelta, pero el resto de la casa permanec¨ªa intacto. Los agentes encontraron varios preservativos en la estancia donde se encontraba el cad¨¢ver, que presentaba varias heridas producidas con un cuchillo. La polic¨ªa ha analizado adem¨¢s las huellas y las pistas de unos guantes encontrados en la escalera, el arma homicida, los ordenadores que guardaba en su casa y un tel¨¦fono m¨®vil.
La prueba de que el enfermero era un hombre confiado y abierto se encuentra en el rastro que dej¨® en una red social, donde facilitaba su n¨²mero de tel¨¦fono y propon¨ªa una cita a un desconocido. La sospecha inicial es que uno de estos encuentros hubiese acabado en tragedia.
La familia del enfermero respira tras la detenci¨®n. "No se puede acabar as¨ª con la vida de alguien. Hablaremos con los abogados para que caiga sobre los detenidos, si es que son los culpables, todo el peso de la ley", resume Carmen Garc¨ªa del R¨ªo por tel¨¦fono, quien ha estado implicada en todo momento tras conocer el asesinato.
Un centenar de personas despidieron el 1 de febrero a ?ngel Luis Garc¨ªa en un funeral oficiado en la concatedral de Santa Mar¨ªa de M¨¦rida. Despu¨¦s fue enterrado en el cementerio municipal de esa localidad. El enfermero se form¨® en la primera promoci¨®n de ATS de la Escuela de Enfermer¨ªa de M¨¦rida, pero en los a?os ochenta lleg¨® a Madrid en busca de empleo. Encontr¨® un trabajo estable en el Ram¨®n y Cajal, donde permanec¨ªa trabajando hasta el d¨ªa del asesinato.
La declaraci¨®n de los detenidos tiene que despejar qu¨¦ ocurri¨® desde que ?ngel Luis dej¨® el hospital a media tarde del s¨¢bado tras una operaci¨®n hasta que no acudi¨® a la siguiente intervenci¨®n, que surgi¨® de urgencia en mitad de la madrugada. El enfermero, como el resto de sus compa?eros, llevaba encima un mens¨¢fono (un dispositivo de b¨²squeda para estar localizado las 24 horas del d¨ªa). En ese espacio de tiempo este profesional concienzudo y met¨®dico, recibi¨® numerosas llamadas de compa?eros preocupados por su ausencia y de su propia hermana, que quer¨ªa saber c¨®mo llevaba el fin de semana. No contest¨® a ninguno de los requerimientos. En el quir¨®fano, mientras tanto, le esperaba un coraz¨®n al que hab¨ªa que poner una v¨¢lvula. Unos asesinos no le dejaron llegar.
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