Sustancias psicoactivas se venden como incienso o para jardiner¨ªa
Drogas emergentes como el 'spice' y hongos alucin¨®genos se ofrecen en tiendas espa?olas - Sanidad ultima un estudio sobre sus efectos tras la alerta de la ONU
"Esto es incienso arom¨¢tico, pero te lo fumas y te produce el mismo efecto que un porro de marihuana". Quien habla no es un camello callejero, sino el dependiente de una growshop, una tienda especializada en el mundo del cannabis situada en el centro de Madrid, que reh¨²sa dar su nombre. Es un fen¨®meno global del que ha alertado la ONU y que se mueve en los l¨ªmites de la ley. El Ministerio de Sanidad presentar¨¢ un estudio "antes de abril" sobre los efectos de estas drogas emergentes.
Las bolsas llevan nombres como Fly high (vuela alto) o Herbal XTC (¨¦xtasis de hierbas), que casan mal con sus advertencias de que no est¨¢n destinadas al consumo humano. Apoyados en vac¨ªos legales, la venta de sustancias psicoactivas en comercios especializados -smartshops (de smartdrugs o drogas inteligentes) o growshops (de ¨²tiles para el cultivo de cannabis)- crece en todo Occidente, seg¨²n ha denunciado la Junta Internacional de Fiscalizaci¨®n de Estupefacientes (JIFE), un organismo de la ONU, en su ¨²ltimo informe anual. En particular, advierte de la difusi¨®n del llamado spice, supuestos inciensos que "imitan sint¨¦ticamente los efectos de la marihuana". Este producto fue encontrado por este peri¨®dico en varias tiendas a un precio de 20 euros el gramo. M¨¢s caro que lo que cuesta la marihuana en el mercado callejero. Su importador y distribuidor, Green Zena, no contest¨® a los correos electr¨®nicos de este diario. "Este producto est¨¢ dise?ado para ser usado como mezcla arom¨¢tica", concluye la etiqueta.
La etiqueta de las setas dice: "En caso de consumo, puede alterar la conciencia"
"La gente est¨¢ haciendo de conejillo de indias", dice un especialista
Hay otras muchas sustancias que, bajo otro disfraz, se venden en estas tiendas y, sobre todo, en Internet, donde la falta de fronteras legales dificulta su fiscalizaci¨®n. En 2010 se detectaron 170 p¨¢ginas web relacionadas con la venta de drogas, 55 m¨¢s que en 2009, seg¨²n el Observatorio Europeo de Droga y Toxicodependencia. Pueden encontrarse fertilizantes, compuestos herbales, ambientadores e incluso semillas de setas.
"Son para el cultivo", dice el vendedor de otra growshop madrile?a, se?alando un embutido de peque?as porciones de setas. "Pero todo el mundo las compra para com¨¦rselas", confiesa sonriente. Se llama sclerotia tampanensis e indica en la etiqueta: "En caso de consumo, puede alterar la conciencia y se pueden producir alucinaciones". Pero las instrucciones dicen que "sirve como vivero para fines cient¨ªficos". La bolsa de 12 gramos cuesta 15 euros. Otro dependiente ofrece unas pastillas de hierbas que prometen recargar energ¨ªas y solo est¨¢n etiquetadas en holand¨¦s.
Que estos productos no est¨¦n prohibidos -o no exactamente- no implica que sean menos perjudiciales para la salud. Simplemente, sus efectos no han sido estudiados. "El mayor riesgo no es que sean drogas, sino que la gente est¨¢ haciendo de conejillos de indias o ratas de laboratorio", dice Fernando Caudevilla, m¨¦dico de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Familia, especializado en drogas.
El Observatorio Espa?ol sobre Drogas, dependiente de Sanidad, ultima un informe sobre los efectos que producen sustancias como cannabinoides sint¨¦ticos (spice), 2C-I (fenetilamina psicod¨¦lica), la piperazina (desinfectante de lombrices en aves), nexus (con efectos parecidos a la LSD), la 4-AcO-DMT (compuesto qu¨ªmico similar a los hongos) o la metilona (entre el ¨¦xtasis o MDMA y la coca¨ªna). "Solo concienciamos a la gente cuando tenemos una base cient¨ªfica", dice Nuria Esp¨ª, delegada del observatorio. Mientras tanto, la JIFE investiga 15 de estas sustancias que han proliferado en Europa. En Jap¨®n son m¨¢s de 50 las que se examinan. Buena parte de estas sustancias procede del Sureste asi¨¢tico.
"La difusi¨®n incontrolada de sustancias demuestra el fracaso absoluto de las pol¨ªticas antidroga de la ONU", opina Caudevilla. Este experto insiste en recordar que las nuevas sustancias sint¨¦ticas "son derivados de las que ya exist¨ªan en los a?os cincuenta", como la ketamina (anest¨¦sico). Entonces, seg¨²n recuerda, se consum¨ªan en c¨ªrculos sociales restringidos de personas que le daban un uso introspectivo ("psiconautas").
Estas se crean modificando la estructura molecular de las sustancias controladas, de manera que den lugar a una nueva sustancia an¨¢loga que se mantenga al margen de la ilegalidad. "Es lo que ocurre con la flefedrona, un derivado de la mefedrona al que se le ha a?adido una mol¨¦cula de fl¨²or", explica. La Uni¨®n Europea fiscaliz¨® la mefedrona (fertilizante), el pasado diciembre, por estar vinculada a m¨¢s de 30 muertes.
La falta de inter¨¦s por conocer la composici¨®n exhaustiva de la sustancia, unido en ocasiones a su bajo precio, explica que algunos como Sergio, de 30 a?os, experimenten sin reparo en este terreno. "Por 12 euros mi primo me trajo de Portugal hace siete meses fertilizante en polvo", cuenta por tel¨¦fono. "Me hizo bastante efecto, similar a la MDMA (que puede costarte hasta 40 euros el gramo): euforia, te mantiene despierto para bailar toda la noche, desinhibici¨®n...", recuerda este madrile?o.
Este tipo de ventas no es el negocio principal de un sector, las tiendas cann¨¢bicas, que se dedican originariamente a la venta de ¨²tiles para el cultivo de esta planta. "Eso nos desprestigia. Tengo dos hijas y una hipoteca que pagar. ?Crees que me voy a arriesgar?", se queja por tel¨¦fono un vendedor de Sevilla que solicita el anonimato. Antonio, que regenta uno en Barcelona, se lo toma a risa: "?Que si vendemos qu¨¦?".
Energy Control orienta y advierte en su p¨¢gina web del uso de estas nuevas sustancias de s¨ªntesis o research chemical (f¨¢rmacos de investigaci¨®n). Este colectivo, que colabora con el Ministerio de Sanidad, analiza gratis las muestras de los consumidores que lo deseen. "De vez en cuando nos llegan algunas de este grupo todav¨ªa desconocido, pero no es tanto como el bombo que le dan", dice Iv¨¢n Forn¨ªs. La mayor¨ªa de sustancias que recibe este t¨¦cnico son ¨¦xtasis, coca¨ªna, speed (anfetamina) y LSD.
Santiago Cu¨¦llar, del Colegio Oficial de Farmac¨¦uticos, considera que "el problema de las drogas no es de eficiencia legal, sino de la propia sociedad que las demanda". En cambio, Caudevilla considera que "los mensajes alarmistas son contraproducentes para la prevenci¨®n, porque podr¨ªan desprestigiar los canales de informaci¨®n por parte de los consumidores".
El debate tiene lugar en varios pa¨ªses, porque estas nuevas drogas circulan sin fronteras apoyadas en vac¨ªos legales de todo tipo. La JIFE insta a los Gobiernos a que "adopten medidas de control para prevenir la fabricaci¨®n, tr¨¢fico y abuso de estas sustancias", seg¨²n su presidente, Hamid Ghodse.
Algunas drogas disfrazadas
Se desconocen sus efectos. No han sido estudiados ni en animales ni en seres humanos. Los expertos no descartan la aparici¨®n de da?os neurol¨®gicos a largo plazo.
- 'Spice'. Mezcla de hierbas (como la afrodis¨ªaca damiana o la sedante suave loto azul) con cannabinoides sint¨¦ticos que imitan los efectos de la marihuana. Se vende como incienso arom¨¢tico, por unos 20 euros el gramo.
- Setas. Tambi¨¦n conocidas como trufas u hongos alucin¨®genos. Se venden como esporas o semillas para el cultivo por unos 15 euros el paquete de 12 gramos.
- 'Polvos de fiesta'. Se adquieren por Internet como sales de ba?o o fertilizantes. La composici¨®n var¨ªa entre una amplia gama de sustancias: TFMPP, un tipo de piperazina (desinfectante); ketonas; entre ellas, est¨¢n la mefedrona y la metilona, de efecto similar al ¨¦xtasis. Cuestan cerca de 35 euros el gramo.
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