La ONU da luz verde para atacar Libia

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprob¨® anoche una resoluci¨®n que permite el uso de la fuerza para imponer una zona de exclusi¨®n a¨¦rea sobre Libia y para proveer asistencia y protecci¨®n a la poblaci¨®n civil de ese pa¨ªs. El texto, aceptado por mayor¨ªa por el m¨¢ximo ¨®rgano ejecutivo de la ONU, sirve de base para un ataque militar sobre el territorio controlado por Muamar el Gadafi y las fuerzas que le apoyan, lo que podr¨ªa ocurrir de forma inminente. Bengasi, la ciudad cercada por las tropas de Gadafi y que espera ser salvada por la comunidad internacional, celebr¨® la votaci¨®n con v¨ªtores.

La resoluci¨®n, que "autoriza a los Estados miembros a tomar todas las medidas necesarias" para impedir el vuelo de los aviones de Gadafi y asistir a los civiles, fue respaldada por 10 votos a favor y cinco abstenciones, las de dos pa¨ªses con derecho de veto, Rusia y China, m¨¢s las de Alemania, India y Brasil.

Rusia, China, Brasil, Alemania e India se abstienen en la votaci¨®n

[Estados Unidos, Reino Unido y Francia acordaron esta madrugada coordinar estrechamente los pr¨®ximos pasos a dar junto con los pa¨ªses ¨¢rabes y otros aliados internacionales, para garantizar el cumplimiento de todos los puntos de la resoluci¨®n de Naciones Unidas, informa Reuters].

Un portavoz del Pent¨¢gono manifest¨® ayer que Estados Unidos dispone ya de recursos militares en el Mediterr¨¢neo como para actuar de inmediato, lo que a¨²n podr¨ªa permitir retrasar o abortar el intento de las tropas de Gadafi de apoderarse de la ciudad de Bengasi, basti¨®n de los rebeldes desde el comienzo de este alzamiento. Tambi¨¦n Francia parece preparar acciones r¨¢pidas. El ministro de Asuntos Exteriores franc¨¦s, Alain Jupp¨¦, que ha participado personalmente en los debates del Consejo de Seguridad en Nueva York, declar¨® ayer que ser¨ªa necesario responder "en cuesti¨®n de d¨ªas o de horas porque la situaci¨®n en Bengasi no admite demora".

Incluso si esta resoluci¨®n llegase demasiado tarde como para impedir la ca¨ªda de Bengasi, la segunda mayor ciudad de Libia, puede servir a¨²n para debilitar enormemente la maquinaria militar del r¨¦gimen libio y permitir a los rebeldes recuperar recursos y territorio.

As¨ª como una anterior resoluci¨®n del Consejo, que remit¨ªa la brutalidad del Gobierno libio al juicio del Tribunal Internacional de La Haya e impon¨ªa un embargo de armas y un bloqueo de fondos en el exterior, supon¨ªa el completo aislamiento de Gadafi, la adoptada ayer permite pasar a la acci¨®n y ayudar a la oposici¨®n de forma concreta y dr¨¢stica.

Al recibir luz verde de la ONU para imponer la zona de exclusi¨®n a¨¦rea y proteger a los civiles mediante el uso de la fuerza, si es necesario, la comunidad internacional tiene la oportunidad de intervenir en Libia contundentemente, con los medios militares que se crean convenientes para esa misi¨®n.

Es, por tanto, una gran victoria de la oposici¨®n y una enorme derrota de Gadafi. Pero no es su derrota definitiva. Esta resoluci¨®n ser¨¢ papel mojado si los pa¨ªses autorizados para llevarla a efecto no demuestran el coraje que se requiere para hacerlo de forma continuada. Una vez aprobado el texto es preciso saber, por tanto, qui¨¦nes van a apretar el gatillo y con qu¨¦ energ¨ªa. ?Ser¨¢ el ataque contra Libia una mera operaci¨®n cosm¨¦tica para salvar las conciencias de Occidente o una verdadera operaci¨®n militar para derrocar a Gadafi?

Estados Unidos, que ya cuenta con barcos militares en la zona y es el pa¨ªs l¨ªder de la OTAN, se resiste esta vez a asumir el papel de principal o ¨²nico protagonista. Aterrorizado por el riesgo de verse envuelto en otra guerra en un pa¨ªs ¨¢rabe, el Gobierno norteamericano ha dejado claro en los ¨²ltimos d¨ªas que considera que esta misi¨®n deber¨ªa ser cumplida, principalmente, por los pa¨ªses vecinos, es decir por los europeos y los ¨¢rabes, los que m¨¢s intereses inmediatos tienen en Libia.

Francia, Reino Unido, Egipto, Emiratos ?rabes o Catar, entre otros, deber¨ªan ser, por tanto, los pa¨ªses que cargasen con la principal responsabilidad militar que se desprende de la resoluci¨®n aprobada ayer. Tanto la OTAN como la Liga ?rabe han dado su respaldo a la imposici¨®n de una zona de exclusi¨®n a¨¦rea, por lo que se entiende que todos sus miembros est¨¢n autorizados a utilizar la fuerza para hacerla cumplir.

Al mismo tiempo, la experiencia de similares misiones en el pasado y la presi¨®n dom¨¦stica sobre el presidente Barack Obama para que asuma el liderazgo contra Gadafi pueden obligar a que, pese a resistirse, Estados Unidos acabe teniendo en un eventual ataque un papel mayor que el que parece desear.

Un funcionario del Departamento de Defensa adelant¨® ayer que se han elaborado planes militares que incluyen acciones "m¨¢s agresivas que la mera demostraci¨®n de fuerza". Aunque no a?adi¨® detalles, esas acciones podr¨ªan abarcan desde el disparo de misiles de crucero hasta el bombardeo de aviones sobre los sistemas de defensa antia¨¦rea y las concentraciones de tropas libias. Algunos ataques pueden realizarse desde las naves de EE UU y la OTAN en el Mediterr¨¢neo. Para otros se requerir¨¢ el uso de las bases de esa organizaci¨®n en el sur de Europa. Expertos militares norteamericanos han especulado en el pasado con el gran valor estrat¨¦gico que en esta coyuntura podr¨ªan tener las bases norteamericanas en Espa?a.