La conspiraci¨®n radial

La creciente afici¨®n de la pol¨ªtica espa?ola por las teor¨ªas conspirativas ha llevado a cierto nacionalismo catal¨¢n a abrazar el alambicado revisionismo hist¨®rico que viene defendiendo Germ¨¤ Bel (EL PA?S, 8 de marzo). Al parecer, toda la pol¨ªtica de transportes aplicada en Espa?a desde Felipe II ha estado guiada por la p¨¦rfida intenci¨®n de fastidiar a los catalanes en beneficio de los madrile?os.

Seg¨²n esta teor¨ªa, quiz¨¢s deber¨ªamos revisar la interpretaci¨®n hist¨®rica que siempre se dio sobre la ca¨ªda en desgracia de Antonio P¨¦rez y la siniestra princesa de ?boli a causa del asesinato nunca aclarado de Juan de Escobedo, secretario de Juan de Austria, all¨¢ por el siglo XVI. ?Se opon¨ªa el duque de Alba al jacobinismo precoz del valido del rey? ?Qu¨¦ tuvo que ver en el asunto el coet¨¢neo y oscuro conde de Barajas? ?Estar¨ªan preparando ya la preeminencia injusta del aeropuerto de Madrid sobre el de Barcelona para cuando se inventara el aer¨®dromo?

El auge del aeropuerto del Prat tiene mucho que ver con los millones invertidos por el Estado

Fueron los dirigentes del Bar?a los que se negaron a lucir la leyenda "visit Spain"

Esta y otras excentricidades mover¨ªan a la risa si no estuvieran sirviendo para alimentar el victimismo falso con el que parte de la pol¨ªtica catalana dificulta un an¨¢lisis ponderado de nuestra realidad territorial. En las siempre complejas relaciones entre Catalu?a y el resto de Espa?a sobran las conspiraciones y se echan en falta m¨¢s esfuerzos por un entendimiento racional.

Los argumentos de Bel apuntan a una tesis general, la utilizaci¨®n espuria de los fondos p¨²blicos para asegurar la primac¨ªa de Madrid sobre Barcelona, as¨ª como su l¨®gico correlato radial en las decisiones sobre ferrocarriles, carreteras y aeropuertos adoptadas desde hace 450 a?os.

La tesis general se refuta f¨¢cilmente con un repaso r¨¢pido por los datos de los ¨²ltimos presupuestos del Estado. Catalu?a es la primera comunidad en inversi¨®n ejecutada por el Ministerio de Fomento desde el a?o 2004: m¨¢s de 14.700 millones de euros hasta diciembre de 2010. Y tambi¨¦n es la comunidad con la inversi¨®n m¨¢s alta prevista para 2011. Pero si se prefiere comparar los porcentajes de participaci¨®n del Estado en la financiaci¨®n del transporte p¨²blico, podemos se?alar a Madrid con el 14% y a Catalu?a con el 25%, casi el doble. Un centralismo muy original, desde luego.

La supuesta "madrile?idad" de la inversi¨®n ferroviaria tambi¨¦n se da de bruces con la realidad. El mayor esfuerzo inversor del Estado en ferrocarril durante 2011 se llevar¨¢ a cabo en Catalu?a: 1.500 millones. Solo en las cercan¨ªas catalanas, los espa?oles hemos gastado m¨¢s de 1.000 millones desde 2004, estando en ejecuci¨®n hoy cerca de 800 millones. Incluso el metro (385 millones) y el tranv¨ªa (50 millones) de Barcelona, sin ser competencia estatal, reciben ayudas sustanciosas de la caja com¨²n.

Pero es la alta velocidad la que recibe en mayor medida los dardos nacionalistas. Resulta curioso c¨®mo se ha descubierto repentinamente la supuesta "ineficiencia" de esta infraestructura, precisamente cuando el AVE ya est¨¢ presente en Catalu?a y el Estado pretende llevarlo tambi¨¦n a otras comunidades. ?Por qu¨¦ las ventajas que disfruta Catalu?a con su AVE no deben extenderse a otros territorios? ?Cu¨¢ndo debemos parar las "costosas" inversiones en la alta velocidad? ?Antes o despu¨¦s de gastarnos los 589 millones previstos para la estaci¨®n de La Sagrera en Barcelona? ?Antes o despu¨¦s de invertir m¨¢s de 4.000 millones en llevar el AVE desde Barcelona hasta la frontera francesa?

Espa?a ha apostado inteligentemente por el liderazgo en la alta velocidad ferroviaria y por sus m¨²ltiples rentabilidades, en t¨¦rminos de mejora de la competitividad, de preservaci¨®n ambiental, de calidad de vida y de reequilibrio territorial.

?Claro que el AVE espa?ol se desarrolla gracias a la "fuerte" subvenci¨®n p¨²blica! ?Como en todo el mundo! ?Como en todos los modos de transporte! ?O es que ocurre algo distinto con los puertos, los aeropuertos o las carreteras? ?Por qu¨¦ no preguntan por la rentabilidad del AVE a los 17 millones de viajeros que han visto reducir en m¨¢s de un 40% el precio medio del transporte entre Barcelona, Zaragoza y Madrid?

La raz¨®n de que primen las conexiones con Madrid no responde a ninguna conspiraci¨®n mal¨¦vola, sino a la demanda, l¨®gica por otra parte, de las correspondientes Administraciones territoriales. Todos buscan la conexi¨®n con el principal foco de actividad econ¨®mica y cultural ?O debemos imponer desde Madrid a los territorios una decisi¨®n distinta a la que expresan sus leg¨ªtimos representantes? ?Aqu¨ª no nos vale la "autodeterminaci¨®n"?

La misma acusaci¨®n de "centralidad an¨®mala" se aplica sobre el transporte a¨¦reo. Y tambi¨¦n aqu¨ª los datos son concluyentes. Durante el a?o 2010, el tr¨¢fico de pasajeros se ha incrementado en El Prat en m¨¢s de un 6,5%, cuatro puntos por encima de la subida de Barajas, a pesar del conde. Y en enero de este mismo a?o 2011 esa diferencia se ha elevado ya a los 14 puntos. Antes que con discriminaci¨®n alguna, todo parece indicar que esta din¨¢mica positiva tiene mucho que ver con los 1.258 millones invertidos por el Estado en la nueva terminal 1 del aeropuerto de Barcelona, reconocido el pasado mes de junio por la ACI (Airport Council International) como "el mejor aeropuerto de Europa".

Las inversiones siempre fueron por delante de las oportunidades en El Prat. De hecho, El Prat transporta hoy en torno a los 30 millones de viajeros al a?o, y la ampliaci¨®n lo ha dejado listo para aumentar ese tr¨¢fico hasta los 50 millones.

La tendencia a la centralidad en la ejecuci¨®n de carreteras es tan vieja como el imperio romano, o como el intento de todos los Gobiernos por evitarlo en clave de eficiencia multipolar. Tambi¨¦n en Espa?a. Solo hay que mirar el mapa. Hay centralidad en Espa?a en torno a las grandes capitales, y hay centralidad en Catalu?a en torno a Barcelona. Pero el victimismo nacionalista se resiste a reconocer lo obvio: todas las Administraciones, especialmente esta actual, se esfuerzan en el desarrollo de ejes transversales. Las mayores inversiones en carreteras desde 2004 han tenido su destino en el eje de la A-8 en el norte, en la A-7 en el sureste, en la A-11 en el oeste, en la A-21 y A-23 en el noreste, y ninguno de ellos pasa por Madrid.

Claro que Bel y compa?¨ªa se olvidan de otro modo de transporte crucial, el mar¨ªtimo. Con el mismo rigor anal¨ªtico, los madrile?os podr¨ªamos lamentar la conjura de los dioses por privarnos de un buen puerto de mar, pese a que Catalu?a disfruta de varios. Y con el mar, los puertos catalanes se han llevado en 2010 una inversi¨®n estatal de 265 millones, y otros 400 previstos para 2011. Y gracias a estas inversiones, los puertos catalanes superan a la media de puertos peninsulares en el incremento de tr¨¢fico de contenedores (7,27% en 2010) y en el tr¨¢fico de pasajeros (7,40% en 2010).

Otros argumentos rozan el rid¨ªculo. Se dice que los madrile?os est¨¢n forzando la residencia en la capital de las sedes operativas de los nuevos bancos derivados, como si un comando vallecano hubiera hecho estallar Lehman Brothers, Wall Street y la City londinense con tal prop¨®sito. ?Por qu¨¦ se se?ala como sospechosas de centralismo perverso a las compa?¨ªas con residencia en Madrid? ?Deber¨ªamos los madrile?os en justa reciprocidad se?alar a Gas Natural, a Planeta o la mism¨ªsima Chupa-Chups como adalides del independentismo catal¨¢n? Claro que no.

En el colmo del delirio, se acusa al Gobierno de favorecer al Real Madrid ("el club de la capital pol¨ªtica") con una financiaci¨®n p¨²blica extra. Y el acusador se pone en evidencia cuando calla que tal financiaci¨®n se otorga a cambio de una eficaz campa?a de reclamo tur¨ªstico para Espa?a por todo el mundo, y que la misma oferta se le hizo al FC Barcelona, con la negativa de sus dirigentes a lucir la leyenda "visit Spain". Quiz¨¢s si la leyenda hubiera sido "Madrid nos castiga"...

Catalu?a es una gran nacionalidad y Barcelona es una gran metr¨®poli, con un magn¨ªfico presente y un futuro extraordinario. Con sus problemas y sus necesidades, claro, y entre todos hemos de procurar atenderlas. Pero las soluciones no llegar¨¢n nunca de la mano de las teor¨ªas conspirativas, sino del trabajo duro, eficiente, leal y cooperador entre catalanes, madrile?os, y espa?oles en general.

Rafael Simancas es portavoz del Grupo Socialista en la Comisi¨®n de Fomento del Congreso de los Diputados.