Un mal adversario

A nadie en el Barcelona le hace gracia el cruce de los cuartos de final con el Shakhtar. Los t¨¦cnicos azulgrana le conocen m¨¢s que a cualquier adversario, sobre todo desde la incorporaci¨®n y el posterior traspaso del central internacional Chigrinski. Tambi¨¦n, porque siempre aparece en los v¨ªdeos ucranios que repasan para estudiar a los posibles fichajes y rivales: el campe¨®n de Donetsk es, a efectos de puntuaci¨®n, el mejor hasta ahora de la Liga de Campeones, con 21 puntos, siete victorias, una sola derrota -en el Emirates, contra el Arsenal, por un contundente 5-1-, 18 goles a favor y ocho en contra.

El Bar?a y el Shakhtar son, por lo dem¨¢s, viejos conocidos y sus duelos se han resuelto con marcadores ajustados. Los barcelonistas han ganado cuatro veces, una con una intervenci¨®n final espl¨¦ndida de Messi, mientras que el cuadro ucranio lo ha hecho en dos, ambas intrascendentes, y ha empatado en una. La ¨²ltima vez que se midieron fue en la final de la Supercopa de Europa de 2009, en M¨®naco, que gan¨® el Bar?a en la pr¨®rroga con un gol de Pedro.

"Es duro y est¨¢ muy bien trabajado t¨¢cticamente", avisa Zubizarreta

Los brasile?os, con Luiz Adriano de l¨ªder, son el factor desequilibrante

"Los resultados siempre han sido ajustados", advirtieron tanto Andoni Zubizarreta, el director deportivo azulgrana, como el entrenador, Pep Guardiola. "Aunque puede que no tenga nombre", dijo Zubizarreta, "es un equipo duro y muy bien trabajado t¨¢cticamente. Tiene una ilusi¨®n colectiva enorme y jugadores muy r¨¢pidos desde el medio campo hasta el ¨¢rea rival". "F¨ªsicamente, son muy fuertes", a?adi¨® Guardiola, "y el entrenador, el rumano Mircea Lucescu, es un gato viejo, una persona que conoce muy bien el oficio".

El Shakhtar, presidido por el poderoso Rinat Akhmetov, una de las 150 personas m¨¢s ricas del mundo, cuenta con un estimable poder adquisitivo, celebra su 75? aniversario y ha convertido su estadio, el Donbass Arena, en infranqueable desde su inauguraci¨®n, hace a?o y medio: Arsenal (2-1), Braga (2-0), Partiz¨¢n (1-0) y Roma (3-0) han claudicado en la ¨²ltima ronda europea en el campo del equipo referente de una ciudad de 1,3 millones de habitantes y 50.000 aficionados muy fieles.

"Aspiramos a ser el equipo que frene al que pasa por ser el mejor conjunto del mundo", proclam¨® Serguei Palkin, el director general del Shakhtar; "estamos muy compenetrados y conocemos muy bien al Bar?a". "Ya no somos una sorpresa", intervino Lucescu, el t¨¦cnico desde 2004, "y vamos a batirnos bien. Yo, en cualquier caso, habr¨ªa preferido a un equipo ingl¨¦s como adversario".

L¨ªderes de su Liga -suman nueve puntos m¨¢s que el Dinamo de Kiev tras la 21? jornada-, los llamados mineros de Shakhtar solo han perdido tres partidos en la presente temporada. La dificultad del rival y la complejidad del viaje, a pesar de que las temperaturas se anuncian m¨¢s benignas que en desplazamientos anteriores -entre 13 y 15 grados-, preocupan al Bar?a, que seguramente habr¨ªa preferido a un rival como el Schalke o el Tottenham. El calendario ayuda a combatir el disgusto por el hecho de que la ida sea en el Camp Nou.

Pyatov; Srna, Chigrinski, Rakytskiy, Rat; Douglas Costa, Fernandinho; Eduardo, Jadson, Williams; y Luiz Adriano es un posible equipo titular. El Bloco de Samba aparece como el factor desequilibrante en un plantel que se despliega a partir de futbolistas europeos liderados por Chigrinski, fichado por el Bar?a hace dos temporadas por 25 millones de euros y traspasado a la siguiente al mismo club de procedencia por 15 millones. "Comet¨ª muchos errores", dijo en una reciente entrevista en EL PA?S. Tampoco hay que olvidar la contribuci¨®n de futbolistas como Hubschaman o Mkhitaryan. La figura, en cualquier caso, es Luiz Adriano, l¨ªder del n¨²cleo de los brasile?os, que cuenta adem¨¢s con Eduardo, exfutbolista del Arsenal.

El Shakhtar es un equipo muy vertical, bueno t¨¦cnicamente y muy mejorado respecto a la versi¨®n que en tiempos anteriores lideraban otros brasile?os como Ilsinyo y Brand?o. La mezcla de veteranos con gente ambiciosa que aspira a jugar en un club europeo de renombre le dan un car¨¢cter de contrincante no deseado por los favoritos.