Entra?able adi¨®s de sus amigos a Oriol Reg¨¤s
El gran promotor cultural de Barcelona falleci¨® a los 75 a?os
Oriol Reg¨¤s fue despedido ayer por los suyos -que no eran pocos- en el tanatorio de San Gervasi, de Barcelona, desde donde se pod¨ªa ver el mar en un d¨ªa brillante. Fue una ceremonia entra?able que dejaba clara la premisa que establece: vivir no es necesario; navegar es necesario.
Uno tras otro fueron desfilando familiares y amigos del hombre que, en el momento m¨¢s oportuno, se invent¨® una nueva Barcelona -una forma de vivirla- con proyectos que dejaron una marca permanente en la textura de la sociedad catalana. Oriol Reg¨¤s impuls¨® todo tipo de inciativas y funcion¨® como una especie de polo magn¨¦tico, legendario distribuidor de energ¨ªa. Pero el promotor y creador de lugares m¨ªticos como Bocaccio, Via V¨¦neto, Up & Down y la revista L'Aven?, entre otros, o el aventurero que se recorri¨® ?frica de arriba abajo a bordo de una moto de calle invent¨¢ndose el camino sobre la marcha, era, adem¨¢s, el mejor amigo de sus amigos, como ayer se pudo comprobar. Todos hablaban del difunto como si todav¨ªa estuviera all¨ª y su muerte no fuera m¨¢s que una s¨²bita ca¨ªda del tel¨®n, un par¨¦ntesis antes de volver a levantarse para salir a saludar y ofrecer el en¨¦simo bis. Sirva la iron¨ªa de que ya una vez se anunci¨® su fallecimiento por error.
Cada intervenci¨®n en la ceremonia fue seguida por una canci¨®n
Gran presencia del mundo de la cultura pero escasa institucional
El guion de la ceremonia fue muy simple: una intervenci¨®n seguida de una canci¨®n. As¨ª desfilaron poemas, casi todos relacionados con el mar -el oleaje estuvo en todo momento presente- como el cl¨¢sico Coplas a la muerte de mi padre, de Jorge Manrique, recitado por su hija M¨®nica, o canciones como la de Serge Reggiani; La femme qui est dans mon lit, la de Joan Manuel Serrat Paraules d'amor y un largo hit-parade retrato de una ¨¦poca.
Reveladora de la personalidad magn¨¦tica de Reg¨¤s fue la intervenci¨®n de la cantante Maria del Mar Bonet, a quien produjo su primer disco, L'¨¤guila negra. "En un momento especial de mi vida", explic¨®, "alguien discreto, tierno, ir¨®nico y amigo, me condujo a un camino, me acompa?¨®, y gracias a ¨¦l hice cosas que nunca hubiera imaginado hacer". La ceremonia adquiri¨® un cl¨ªmax emocional con la intervenci¨®n de su hermana Rosa y especialmente en el momento en el que todos los miembros de la tercera generaci¨®n, la del siglo XXI, cantaron La vall del riu vermell: "Trobarem a faltar el teu somriure".
Adem¨¢s de los miembros de su extensa familia y la de sus dos hermanas Rosa y Georgina, hab¨ªa ayer una importante presencia de personajes del mundo de la cultura: arquitectos como Oriol Bohigas y Beth Gal¨ª y gente del ¨¢mbito de la m¨²sica como Marina Rosell, Sisa y el productor Rafael Moll, por citar solo algunos. Escasa, sin embargo, fue la presencia institucional, en especial la del Consistorio de la ciudad que tanto le deb¨ªa: solo la que fuera concejal Katy Carreras y el concejal popular Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz. La presencia del consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, hay que atribuirla m¨¢s a una cuesti¨®n de amistad personal: Oriol Reg¨¤s tuvo la excelente idea -y el coraje- de licenciarse en Geograf¨ªa e Historia bien entrada la cuarentena, y all¨ª conoci¨® a Mascarell, con quien posteriormente fundar¨ªa la revista de historia L'Aven?. Tambi¨¦n la presencia de Francesc Guardans, el presidente del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes (Conca), hay que entenderla en esta clave.
En los ¨²ltimos tiempos, antes de sufrir el derrame cerebral que finalmente acab¨® con su vida, Reg¨¤s segu¨ªa escarbando en su memoria para recuperar recuerdos que no hab¨ªa podido incluir en la autobiograf¨ªa Los a?os divinos (Destino) que public¨® el a?o pasado. Visto el vac¨ªo que ha dejado entre quienes ayer le despidieron, aunque no acaben siendo publicadas, seguro que estas memorias perdurar¨¢n entre los suyos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.