Espa?a necesita el l¨¢tigo del Pacto del Euro

La reciente historia econ¨®mica de Espa?a demuestra que nuestros gobernantes solo han hecho sus deberes cuando han tenido presi¨®n externa o cuando el pa¨ªs se encaminaba hacia el precipicio. En estos momentos en los que corremos el riesgo de que se produzca la segunda condici¨®n -si cae el cortafuegos portugu¨¦s, el foco volver¨¢ contra nuestra deuda-, es m¨¢s necesario que nunca que el Consejo Europeo apruebe la pr¨®xima semana el denominado Pacto del Euro (antes Pacto por la Competitividad), que nos obligue a afrontar con seriedad y urgencia las reformas estructurales que encaucen la salida de la crisis.

El Gobierno espa?ol, el actual y el futuro, necesita el l¨¢tigo franco-alem¨¢n para continuar y acelerar ese camino impopular, pero imprescindible. No se trata de perder soberan¨ªa porque s¨ª, o pensar que actuamos al dictado de Bruselas. El Pacto del Euro debe suponer un paso de gigante hacia una deseada y necesaria pol¨ªtica econ¨®mica com¨²n en la eurozona. Adem¨¢s, ?qui¨¦n puede negarse a aplicar pol¨ªticas que nos aseguren una convergencia real con nuestros socios europeos?

Si se hace con consenso, mejor, pero si no cada uno tiene que asumir sus responsabilidades

A estas alturas del partido, no creo que nadie se atreva a seguir defendiendo que las causas de la recesi¨®n de la econom¨ªa espa?ola haya que buscarlas solamente en el pinchazo de la burbuja inmobiliaria o en la crisis financiera. Como explicaba el economista C¨¦sar Molinas (panelista de este foro), en un reciente art¨ªculo, "la primera ha sido el detonante y la segunda, el agravante; pero lo que impedir¨¢ una recuperaci¨®n vigorosa ser¨¢ la terrible p¨¦rdida de competitividad que ha sufrido Espa?a entre 2001 y 2008: casi un 30% respecto a la alemana, debido al incremento de los costes laborales y el escaso crecimiento de la productividad".

En los noventa, cuando un pa¨ªs perd¨ªa competitividad, devaluaba su moneda. Espa?a lo hizo cuatro veces en la crisis de 1992, igual que otros Estados europeos. Pero eran otros tiempos. No exist¨ªa el euro y las naciones m¨¢s ricas aplicaban la llamada doctrina Sinatra (t¨¦rmino que acu?¨® el Gobierno sovi¨¦tico de Mija¨ªl Gorbachov en 1989, de la canci¨®n My Way para explicar que cada Gobierno del bloque comunista pod¨ªa tener su propia evoluci¨®n pol¨ªtica). Las reuniones del G-7 o de la Uni¨®n Europea acababan con comunicados generalistas y al d¨ªa siguiente cada pa¨ªs tomaba sus medidas sin contar con el vecino.

Pero ahora no puede ir cada uno por su camino, ni es posible devaluar la moneda para recuperar competitividad. Espa?a est¨¢ integrada en la Europa del euro y, si quiere competir en igualdad de condiciones y crecer a unos niveles suficientes para crear empleo (esto es, por encima del 2% anual), tiene que cambiar su modelo econ¨®mico. Hacen falta reformas estructurales de calado y una pol¨ªtica fiscal coordinada con nuestros socios europeos. Y no podemos perder tiempo, porque la situaci¨®n ha empeorado demasiado en los ¨²ltimos meses, con una tasa de paro superior al 20% y un peligros¨ªsimo deterioro de la confianza internacional hacia nuestra econom¨ªa, que ha llevado a que la prima de riesgo de la deuda espa?ola se mantenga por encima de los 200 puntos b¨¢sicos respecto a la alemana.

El Pacto del Euro supone reforzar el fondo de rescate a los pa¨ªses miembros, a cambio de un compromiso de los Estados para emprender profundas reformas econ¨®micas y sociales, cuyos resultados se revisar¨¢n cada a?o, y su incumplimiento dar¨¢ lugar a sanciones. Se trata de medidas de fomento de la competitividad y el empleo, contribuci¨®n a la sostenibilidad de las finanzas p¨²blicas y reforzamiento de la estabilidad financiera, como contraprestaci¨®n a aumentar de 250.000 a 440.000 millones de euros el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), y luego convertirlo en otro de car¨¢cter permanente, a partir de 2013, el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEDE), de 500.000 millones.

Entre las propuestas iniciales de la canciller alemana, Angela Merkel, y el plan del presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, los l¨ªderes del Eurogrupo negocian este fin de semana un acuerdo, que deber¨¢ ser ratificado los d¨ªas 24 y 25 de este mes. El Ecofin cerr¨® esta semana un principio de pacto de orientaci¨®n general sobre el refuerzo del gobierno econ¨®mico de la UE, basado en seis disposiciones legislativas: cuatro destinadas a reforzar la disciplina presupuestaria y dos, a reducir los desequilibrios macroecon¨®micos.

Hoy por hoy, todo parece indicar que el Consejo Europeo llegar¨¢ a un consenso razonable respecto a las medidas y las sanciones aplicables, y que las leyes que salgan del pacto estar¨¢n aprobadas por el Parlamento Europeo antes de finales de junio. Ya tendremos tiempo de debatir los acuerdos concretos que salgan de la cumbre.

Lo importante ahora es saber qu¨¦ va a hacer Espa?a para cumplir el Pacto del Euro, mejorar su competitividad y sanear sus finanzas p¨²blicas. La verdad es que los Gobiernos sucesivos han desperdiciado m¨¢s de una d¨¦cada. El inicio del nuevo siglo nos pill¨® en la euforia econ¨®mica y nuestros pol¨ªticos no quisieron escuchar las voces que anunciaban la paulatina p¨¦rdida de competitividad, las rigideces del sistema, la burbuja inmobiliaria o el crecimiento desproporcionado del endeudamiento p¨²blico y privado. Los pol¨ªticos nunca toman medidas impopulares hasta que los problemas les estallan en las manos.

Adem¨¢s, cuando lleg¨® la crisis, el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero primero la neg¨®, luego reaccion¨® tarde y mal y solo cuando los problemas empezaban a ser grav¨ªsimos, decidi¨® cambiar de discurso y emprendi¨® un camino de reformas, que se han revelado como necesarias, pero no suficientes. Estas reformas no han contado con el apoyo del primer partido de la oposici¨®n, cuyo l¨ªder, Mariano Rajoy, parece que prefiere esperar su turno en La Moncloa, sin darse cuenta de que su irresponsabilidad puede llevar al pa¨ªs a un punto de no retorno.

As¨ª las cosas, el Pacto del Euro puede ser el revulsivo que necesita Espa?a para acometer de forma urgente las reformas necesarias que eviten el riesgo de tener que ser rescatados por nuestros socios europeos y nos permitan aumentar nuestra competitividad. En pol¨ªtica no hay "minutos de la basura", como escuch¨¦ hace unos d¨ªas decir al diputado popular Crist¨®bal Montoro, al referirse a los ¨²ltimos meses de la legislatura. No hay tiempo que perder.

Desde este blog intentaremos debatir cu¨¢les son esas reformas que deber¨ªa acometer Espa?a sin dilaci¨®n. En algunos casos ya se han dado pasos significativos (reforma laboral, pensiones, financiera...), pero queda mucho camino por andar. Si se hace de forma consensuada, mejor; pero si no hay acuerdo, cada uno tiene que asumir sus responsabilidades.

Hace unos meses, Fedea public¨® un interesant¨ªsimo informe que inclu¨ªa las 25 reformas necesarias en nuestra econom¨ªa. Como los mandamientos, estas propuestas se "encierran" en tres:

1. Mejorar el entorno econ¨®mico en el que las empresas toman sus decisiones, para dotarlo de mayor certidumbre, transparencia y flexibilidad.

2. Flexibilizar y dinamizar los mercados de bienes, servicios y trabajo.

3. Incrementar la capacidad innovadora de la econom¨ªa.

Ya tendremos tiempo de ir sometiendo al debate de nuestros expertos en economismo estas y otras propuestas de reforma para que la econom¨ªa espa?ola salga de la crisis cuanto antes y en las mejores condiciones.