Stoner es un prodigio

Dicen que tiene una sensibilidad innata. Que nota c¨®mo respira su moto cuando se monta en ella, que percibe la m¨ªnima anomal¨ªa que el ojo no puede ver: un tubo de escape en mal estado, un motor que agota su vida ¨²til, lo que sea. Sus mec¨¢nicos alucinan con ¨¦l. Cuentan, tambi¨¦n, que le sobra con dar una vuelta a un circuito para conocer cada uno de sus rincones, la inclinaci¨®n del trazado, si viene una curva a la izquierda o si hay un bache antes de tomar la recta, como si tuviera memoria fotogr¨¢fica. Hay quienes, para simplificar, dicen que este chico de sonrisa prominente y ojos azules, de f¨ªsico delicado y sin pelos en la lengua, solo sabe abrir gas. ?Pero c¨®mo le da al acelerador! Casey Stoner es un prodigio.

Pedrosa acus¨® el esfuerzo f¨ªsico y los problemas en un brazo y termin¨® tercero

Ha sido el ¨²nico capaz de hacer de la rebelde Ducati, con la que hasta el mism¨ªsimo Valentino Rossi se da de bruces, una moto ganadora. Y nada m¨¢s subirse a una Honda ha sonrojado a sus compa?eros de equipo. Vol¨® en el trazado de Losail, en la primera carrera del a?o, en su estreno con su nuevo equipo, como lo viene haciendo toda la pretemporada. Ha iniciado su romance con una f¨¢brica con la que so?aba cuando era solo un ni?o y admiraba a un compatriota, Mick Doohan, que le dio a?os de gloria. En Catar, un circuito que siempre le encant¨®, Stoner logr¨® su primera victoria del a?o, la primera con una Honda. Y a juzgar por c¨®mo mira a su nueva novia, no ser¨¢ la ¨²nica. Est¨¢ alucinado con la delicadeza y facilidad con la que se desliza por la pista con su pareja de baile. Se entienden. Todo es m¨¢s f¨¢cil con la RC212V, explica ¨¦l, sonriente.

La superioridad de las Honda en este inicio de temporada parece, evidentemente, incontestable. Tras la primera prueba cuatro motos oficiales del equipo Honda entraron entre las cinco primeras. Claro que la carrera demostr¨® que el talento tambi¨¦n cuenta. Y que cuando se apaga el sem¨¢foro la tecnolog¨ªa no lo es todo. Entre ellas se col¨® una Yamaha, la moto ganadora en 2010. Jorge Lorenzo quiso acallar todas las dudas, si es que las hab¨ªa, y dio guerra desde el mismo instante en que arranc¨® su M1. Pronto el tr¨ªo de pilotos llamados a protagonizar este campeonato, a la espera de que Rossi se pronuncie, tir¨® del resto. Stoner, Pedrosa y Lorenzo, para sorpresa de muchos, iniciaron una serie de adelantamientos tan preciosos como inesperados.

Solo cuando el australiano logr¨® ponerse en cabeza y arrebatar a su compa?ero de equipo la primera posici¨®n termin¨® la pelea por la victoria. Stoner ten¨ªa mucho mejor ritmo que Pedrosa, y se march¨®, no muy lejos, pero se descolg¨® a unos tres segundos de Pedrosa y Lorenzo, que reeditaron un espect¨¢culo que ya se vio en muchos circuitos el curso pasado. Adem¨¢s, el guion fue pr¨¢cticamente el mismo: el catal¨¢n, empujado por la potencia de su Honda, ganaba la posici¨®n a su rival en la recta, como una exhalaci¨®n; el mallorqu¨ªn, genial trincando el freno a la entrada de las curvas, ayudado por una Yamaha magn¨ªfica, estable y con un gran paso por curva, le devolv¨ªa la jugada con interiores de manual. Al final, fue ¨¦l quien se llev¨® el gato al agua. Arriesg¨® en cada vuelta. Iba al l¨ªmite. Tanto que a punto estuvo de darse contra el asfalto en plena noche, cuando todav¨ªa pensaba que, incluso, podr¨ªa dar caza al veloz Stoner. Lorenzo quer¨ªa demostrarse a s¨ª mismo que era capaz de estar a la altura de las Honda. Y algo cabezota es. As¨ª que lo logr¨®.

Pedrosa, por su parte, acus¨® el esfuerzo f¨ªsico y termin¨® firmando el podio. Sigue teniendo problemas en el brazo izquierdo. Despu¨¦s de fracturarse la clav¨ªcula en una ca¨ªda tremenda el a?o pasado en Jap¨®n, a finales de curso, el menudo piloto no ha recuperado la fuerza suficiente para aguantar el tir¨®n de una carrera. Termin¨®, aseguraba, sin siquiera notar los dedos de su mano izquierda. No pod¨ªa m¨¢s. Y tras un par de interiores de Lorenzo, desisti¨®. Subir al caj¨®n ser¨ªa recompensa suficiente.

Por detr¨¢s de estos tres brillantes pilotos llegaron Dovizioso y Simoncelli, con las otras dos Honda oficiales. Enzarzados tambi¨¦n toda la carrera en un tuya m¨ªa que podr¨ªa haber terminado de cualquier forma. La otra batalla la protagonizaron Rossi y Ben Spies, su sustituto en la f¨¢brica japonesa de Yamaha. El estadounidense pudo con el italiano, que con un s¨¦ptimo puesto y, afirma, todav¨ªa renqueante tras la operaci¨®n en el hombro el pasado noviembre, no parec¨ªa del todo enfadado. Tal y como le ha ido la pretemporada, a m¨¢s de 1,5 segundos de Stoner y compa?¨ªa, no era un mal resultado.