Pito?o mat¨® a ?lvaro Uss¨ªa y los otros dos porteros fueron c¨®mplices

Antonio S¨¢nchez Serrano, alias Pito?o, mat¨® el 15 de noviembre de 2008 a ?lvaro Uss¨ªa Caballero, de 18 a?os, a las puertas de la discoteca Balc¨®n de Rosales. As¨ª lo consider¨® ayer el jurado, que tambi¨¦n ha apreciado la agravante de abuso de superioridad. Los otros dos porteros, David Sancio y David Alonso, fueron los c¨®mplices de este homicidio, ya que impidieron que la gente ayudara al joven y le propinaron "patadas salvajes y brutales" en los costados. Los culpables se enfrentan a penas que van de 13 a 15 a?os de c¨¢rcel en el caso de Pito?o, y de cinco a siete para los otros porteros.

Despu¨¦s de 23 d¨ªas de juicio, el presidente del jurado, formado por cinco hombres y cuatro mujeres, ley¨® a las 16.48 el veredicto que hab¨ªa alcanzado tras dos d¨ªas de debate en la Audiencia Provincial.Pito?o fue declarado culpable por una mayor¨ªa de siete votos a favor de los nueve que sumaba el jurado, mientras que la de los otros dos porteros fue de ocho papeletas, seg¨²n recoge el escrito del veredicto.

El jurado considera demostrado que en la madrugada del 15 de noviembre de 2008, Antonio S¨¢nchez trabajaba como coordinador de los porteros de Balc¨®n de Rosales, discoteca situada en el paseo del Pintor Rosales. Hacia las 5.15, ?lvaro Uss¨ªa estaba con sus amigos Rafael L. y Enrique M. dentro de la discoteca. Tras producirse un incidente con unas chicas, el joven fue expulsado del local por varios porteros. Ya en el exterior, ?lvaro protest¨® e insult¨® a unos porteros que se encontraban en la entrada de la discoteca. Entre ellos estaba Pito?o. "Acto seguido, cuando ?lvaro se hallaba en el tramo de escaleras que suben desde la discoteca al paseo de Pintor Rosales, Antonio S¨¢nchez fue hacia ¨¦l y lo condujo por la fuerza hasta el final de las escaleras", recoge el veredicto.

Cuando ya estaban arriba, Pito?o derrib¨® a ?lvaro con una zancadilla o un barrido. El joven cay¨® de espaldas, donde qued¨® boca arriba, seg¨²n el relato del jurado. "Tras ello, Antonio S¨¢nchez se tir¨® de rodillas sobre el pecho de ?lvaro, impact¨¢ndole con todo su peso, sabiendo que esta acci¨®n pod¨ªa causar la muerte de ?lvaro debido a la fuerza del impacto en una zona tan vital", a?ade el escrito del veredicto.

Pito?o se mantuvo en esa posici¨®n mientras le segu¨ªa golpeando. Se levant¨® despu¨¦s, tras dejar a ?lvaro inconsciente y haberle provocado una rotura traum¨¢tica del coraz¨®n por aplastamiento. La muerte se produjo a las siete de la ma?ana de ese d¨ªa en el hospital Cl¨ªnico, adonde el joven fue trasladado por el SAMUR, que le atendi¨® en el lugar de los hechos.

Los miembros del jurado consideran que Pito?o es autor de un delito de homicidio, al que aplican la agravante de abuso de superioridad. Esta se deriva de su mayor corpulencia f¨ªsica, el apoyo de otros porteros y la disminuci¨®n de reflejos de ?lvaro a causa del alcohol consumido, seg¨²n su escrito. "Antonio S¨¢nchez Serrano es culpable de haber dado muerte a ?lvaro Uss¨ªa al impactarle en el pecho con todo su peso, sabiendo que esta acci¨®n pod¨ªa causarle la muerte, debido a la fuerza del impacto en una zona tan vital. Se aprovech¨® conscientemente de su situaci¨®n de superioridad", a?ade.

El veredicto tambi¨¦n recoge que, cuando fue expulsado Uss¨ªa de la discoteca, se encontraban en la puerta de la misma David Sancio y David Alonso de Aubarede. Ambos siguieron a Pito?o cuando este conduc¨ªa al joven escaleras arriba. "Y cuando ?lvaro fue derribado en el suelo y golpeado mortalmente, ambos se mantuvieron all¨ª asumiendo la acci¨®n de Antonio S¨¢nchez e impidiendo que los amigos de Uss¨ªa y otras personas acudieran en su ayuda. Favorecieron de esta manera que ?lvaro perdiera la vida", a?ade el veredicto.

Los nueve miembros descartan la petici¨®n que manten¨ªa la acusaci¨®n particular -ejercida por la familia de Uss¨ªa- y que consideraba a los dos porteros como cooperadores necesarios del crimen. Es decir, que sin su participaci¨®n, Pito?o no podr¨ªa haber matado al joven. El jurado entiende que son c¨®mplices, como consideraron en la ¨²ltima jornada del juicio, cambiando su petici¨®n inicial, la fiscal y la acusaci¨®n popular, propuesta por la asociaci¨®n Sandra Palo. "David Sancio y David Alonso son culpables de haber ayudado conscientemente con su conducta en la muerte de ?lvaro Uss¨ªa", mantiene el veredicto.

La Ley Org¨¢nica del Tribunal del Jurado (LOTJ) obliga a preguntar por la suspensi¨®n de las condenas para los culpables. Los integrantes votaron afirmativamente, pero no se podr¨¢ cumplir ya que el homicidio est¨¢ considerado un delito grave. Esa medida de anular el ingreso en prisi¨®n solo se puede conceder cuando la pena es inferior a dos a?os de c¨¢rcel, seg¨²n explicaron varios letrados del caso. Lo que s¨ª rechazaron para los tres culpables es la solicitud del indulto, otra obligaci¨®n recogida en la LOTJ.

El jurado est¨¢ legalmente obligado a motivar en qu¨¦ ha basado su veredicto. En el caso de Balc¨®n de Rosales, un aspecto fundamental ha sido el informe de autopsia y la declaraci¨®n del forense Enrique Fern¨¢ndez en el juicio: "El mecanismo de producci¨®n de rotura del coraz¨®n necesita peso, fuerza y movimiento acelerado. Tiene que suceder una fuerza que caiga o golpee para que se produzca esta lesi¨®n". A ello a?aden las declaraciones del primo de Uss¨ªa, Diego R.: "El rodillazo en el pecho fue brutal. Mi primo no pod¨ªa defenderse. No s¨¦ lo que pesar¨ªa Pito?o, pero m¨¢s de 100 kilos si le cayeron en el pecho". Y en el amigo de la v¨ªctima, Rafael L.: "Pito?o tir¨® al suelo a ?lvaro y acto seguido puso todo el peso de su cuerpo con las rodillas encima del pecho de ?lvaro".

El abuso de superioridad lo ven en que Uss¨ªa hab¨ªa consumido gran cantidad de alcohol (1,42 gramos por litro de sangre) y a que le atacaron los tres porteros. Uno de los testigos, Fernando R. H., intent¨® ayudar a la v¨ªctima pero no pudo: "Cuando me acerqu¨¦, uno de ellos me dijo: 'No te acerques o te damos a ti". David Sancio y David Alonso tambi¨¦n participaron en la acci¨®n seg¨²n los testigos, como Christian G. S.: "Ambos estaban impidiendo el paso de la gente que quer¨ªa acceder a ?lvaro". Tambi¨¦n se basan en la de Rafael L.: "Los otros dos porteros le comenzaron a dar patadas en los costados, le dieron 4 o 5 patadas y se fueron escaleras abajo, desapareciendo de la vista". "No hubo ninguno que no agrediese", a?adi¨® el primo de Uss¨ªa.