Sola, entre barrotes, bajo llave
Condenado un hombre a cinco a?os y medio de c¨¢rcel por mantener encerrada a su esposa - Algunos vecinos no denunciaron el caso al conocer el cautiverio
Nacira Jalil, de 28 a?os, no ten¨ªa libertad y estaba sola. La mujer, de origen marroqu¨ª, se pas¨® desde mediados de 2008 hasta el 25 de marzo de 2010 encerrada por su marido en un habit¨¢culo de cinco metros cuadrados, desde donde solo pod¨ªa acceder al ba?o y al comedor de su piso, en Viladecans (Barcelona). Solo sali¨® de su c¨¢rcel durante seis meses, en los que vivi¨® en Alemania con la t¨ªa de su esposo y su primo, Mohamed Koubaa. A su vuelta, la situaci¨®n se agrav¨®.
"No existe duda alguna de que el acusado mantuvo a su esposa, al menos desde que esta volvi¨® de Alemania, en una situaci¨®n objetivamente de encierro dentro de la propia vivienda familiar", sentencia la Audiencia Provincial de Barcelona. El tribunal condena a Mohamed Koubaa a cinco a?os y medio de prisi¨®n por un delito de detenci¨®n ilegal, con el agravante del parentesco.
Que ella aceptase el cautiverio no exime de culpa al marido, seg¨²n la sentencia
"No ten¨ªamos ni idea de que viv¨ªa en el piso", asegura uno de los vecinos
La prisi¨®n de la mujer incluso ten¨ªa rejas. "Las ventanas estaban protegidas por barrotes y las puertas de salida se cerraban con llave, de cuyas llaves dispon¨ªa el marido, que no las dejaba a su esposa", sostiene el tribunal. Al irse, Mohamed cerraba "siempre" a cal y canto, "dejando dentro a su mujer". Y lo hac¨ªa con "independencia del tiempo" que previese que iba a estar fuera, "de lo que no informaba a su mujer".
Del relato del tribunal se desprende que Nacira estaba sometida siempre al f¨¦rreo control de su esposo y su familia, que lo era de ambos. La sentencia estima que es una mujer inmadura que al ser liberada explicaba que solo quer¨ªa que su marido la tratara bien y tener hijos con ¨¦l. "No s¨¦ por qu¨¦, hay algo de m¨ª que no le gusta a mi marido", declar¨® a los agentes.
La sentencia constata que la mujer "solo sali¨® de casa en contadas ocasiones y en todas acompa?ada del marido o de alg¨²n amigo de este, permaneciendo el resto del tiempo en la vivienda". Pero adem¨¢s era tambi¨¦n una mujer invisible. La veintena de vecinos del bloque 46 de la calle de Fivaller no sab¨ªa que exist¨ªa. "No ten¨ªamos ni idea de que viv¨ªa en el piso de abajo. Ten¨ªa una lona tapando todo el patio, del que solo se ve¨ªa un trocito, que era por donde sal¨ªa el calentador", relat¨® ayer una de las inquilinas, Mar¨ªa Pilar, que prefiri¨® no dar su apellido. No la vieron jam¨¢s. "Solo alguna vez se escuchaba la lavadora, a las tres o a las cuatro de la madrugada", asegur¨®.
El fin de la situaci¨®n de secuestro que da por probada la Audiencia lleg¨® casi por casualidad, cuando Nacira contact¨® sin querer con el trabajador del locutorio de al lado, propiedad de su marido. Ella preguntaba por el esposo, pero respondi¨® Tarik el Barkani, sorprendido porque Kou-baa estaba fuera de viaje desde hac¨ªa d¨ªas.
Eso fue a mediados de marzo del a?o pasado. Tarik, junto a su madre, empez¨® a auxiliar a Nacira y a darle "algunos alimentos a trav¨¦s de la ventana", tal y como recoge la sentencia. Cuando ¨¦l dej¨® el trabajo y Nacira fue consciente de que ya no volver¨ªan a tener trato con ella, la mujer "pidi¨® ayuda a Tarik para salir del piso".
El tribunal recoge que su relaci¨®n con "el mundo exterior" hizo que se "replanteara su posici¨®n, se rebelara contra su propia aquiescencia y dejara de aceptar la privaci¨®n".
El 24 de marzo, el empleado del locutorio acudi¨® a los Mossos d'Esquadra y les explic¨® la insostenible situaci¨®n en la que viv¨ªa Nacira. Pero cuando le pidieron que lo denunciase formalmente, ¨¦l se ech¨® atr¨¢s. No quer¨ªa problemas. El tribunal afea que los mossos pidiesen una denuncia para seguir adelante: "Craso error del agente que tal le dijo porque el hecho susceptible de constituir delito acababa de ponerlo en conocimiento de quien ten¨ªa obligaci¨®n de perseguirlo". Y critica tambi¨¦n que entrasen en el domicilio de la mujer sin autorizaci¨®n judicial, ya que "hab¨ªa tenido noticias con anterioridad" para intentar solicitarla.
Tarik no denunci¨® por escrito, como le pidieron. Pero, seg¨²n asegura ¨¦l, intent¨® que otros lo hicieran. Acudi¨® a dos personas, ambas de origen espa?ol, del inmueble donde viv¨ªa Nacira. Este peri¨®dico habl¨® ayer con una de ellas, que admiti¨® que el hombre se present¨® en su casa y les cont¨® la situaci¨®n de la mujer. "Me qued¨¦ asombrado", admiti¨®, pero neg¨® que Tarik le pidiese que denunciase. El vecino solicit¨® no ser identificado por temor al condenado, que lleva desde entonces en prisi¨®n preventiva.
Al d¨ªa siguiente de la revelaci¨®n de Tarik a los mossos, se compincharon para rescatar a la mujer. Tarik avis¨® a Nacira de que unos agentes iban hacia su casa. Ella entonces se puso a "golpear la persiana" y "a gritar, para llamar la atenci¨®n de los polic¨ªas en demanda de auxilio". Los mossos "rompieron" la puerta principal, "posibilitando que la mujer saliera por ella".
Nacira entonces pas¨® a vivir en un piso de acogida de la Generalitat. Durante el juicio cont¨® que su marido, adem¨¢s de encerrarla, la hab¨ªa abofeteado.
El condenado, unos d¨ªas antes de ingresar en prisi¨®n preventiva, se dedic¨® a denunciar un "montaje" por parte de la que era su esposa. Incluso lo achac¨® a una cuesti¨®n de celos. El abogado que se encarga de su defensa pidi¨® la libre absoluci¨®n.
La Audiencia solo absuelve al hombre de los maltratos y de los delitos contra la integridad y obstrucci¨®n a la justicia. Pero es tajante en la detenci¨®n ilegal. Que Nacira, "objetivamente encerrada", aceptase su cautiverio por "razones educacionales, socioculturales, familiares, de interiorizaci¨®n del dominio patriarcal o como se las quiera calificar" no exime de culpa a su marido.
Mujeres, pobres e inmigrantes
- Sentencia ejemplar en Almer¨ªa. Un marroqu¨ª de 30 a?os fue condenado a cinco a?os y un d¨ªa de prisi¨®n por haber dejado encerrada bajo llave, en su domicilio, a su mujer durante dos horas y media. La Audiencia Provincial de Almer¨ªa le impuso ese castigo ejemplar porque consider¨® al marido autor de un delito de detenci¨®n ilegal con el agravante de parentesco con la v¨ªctima. Ocurri¨® en Campohermoso (N¨ªjar) en octubre de 2008.
- Un a?o sin salir de su casa en Zaragoza. Un senegal¨¦s de 50 a?os fue detenido el pasado enero en la localidad zaragozana de Ejea de los Caballeros como supuesto autor de los delitos de detenci¨®n ilegal y de malos tratos, tras haber retenido a su esposa en su domicilio durante m¨¢s de un a?o. La mujer fue rescatada por la polic¨ªa en estado de aturdimiento. El caso sigue bajo investigaci¨®n judicial.
- Encerrada porque no era virgen. A finales de 2009, un juzgado de El Vendrell (Tarragona) orden¨® el ingreso en prisi¨®n de un marroqu¨ª de 29 a?os por presuntas torturas y prolongado encierro porque su mujer, de 18 a?os, no lleg¨® virgen al matrimonio, en contra de lo que los padres de la joven le hab¨ªan asegurado. La chica huy¨® por una ventana.
- Paquistan¨ª retenida un mes contra su voluntad.
En 2010 la Polic¨ªa Nacional
y la Polic¨ªa Local de Logro?o liberaron a una mujer de 25 a?os y origen paquistan¨ª tras pasar un mes encerrada contra su voluntad por sus familiares. Familiares de la v¨ªctima, entre ellos los padres y el marido, fueron detenidos.
- Fauzia: cinco a?os
de enclaustramiento.
La bereber de 31 a?os Fauzia
pas¨® encerrada cinco a?os
en su domicilio de la localidad tarraconense de Cunit. Los servicios policiales y de asistencia social de la comarca del Pened¨¦s estudiaron la situaci¨®n de Fauzia y otras similares y concluyeron en que la pobreza es un nexo com¨²n entre estas v¨ªctimas..
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