C¨¦sar Vallejo en sus cartas

Soy muy adicto al g¨¦nero epistolar, esa mudable parcela de la literatura que ha dejado de practicarse hace ya a?os. Creo que sus ¨²ltimos cultivadores fueron los que ya andan instalados, como yo, en el arrabal de senectud. Ahora nadie o casi nadie escribe cartas, a no ser que lo haga a trav¨¦s de los artificios electr¨®nicos, cosa que por definici¨®n neutraliza lo que esos escritos ten¨ªan de pausado y confidencial despliegue de ideas. Algunos de los epistolarios ¨²ltimamente editados -con el de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez a la cabeza- desmienten con creces esos apresurados juicios que los tildaban de literatura ef¨ªmera. La presente edici¨®n de la correspondencia de C¨¦sar Vallejo es una prueba m¨¢s del muy notable repertorio de datos que proporcionan las cartas para completar la imagen de un escritor.

Algunos de los epistolarios ¨²ltimamente editados desmienten esos apresurados juicios que los tildaban de literatura ef¨ªmera

Esta Correspondencia completa, cuyo t¨ªtulo resulta m¨¢s bien temerario, re¨²ne hasta un total de 242 cartas, aparte de otros documentos menores, siendo las m¨¢s numerosas las dirigidas a la familia, a Pablo Abril de Vivero, a Juan Larrea y a Gerardo Diego. Cierto que el propio compilador reconoce en su 'Introducci¨®n' que hay cartas que no han podido ser allegadas, por lo que a¨²n resulta m¨¢s infundado el calificativo del t¨ªtulo. Cabe preguntarse, adem¨¢s, si existe alg¨²n epistolario que se pueda considerar completo. Imposible saber el c¨®mputo exacto de cartas que alguien ha escrito durante toda su vida y el n¨²mero de las inencontrables por alg¨²n motivo.

La presente edici¨®n, preparada con fervorosa solvencia por Jes¨²s Cabel, cumple en cualquier caso con el muy provechoso cometido de facilitarnos no pocas claves de la peripecia humana y literaria de C¨¦sar Vallejo. Son escritos que informan adecuadamente sobre su dif¨ªcil vida, a duras penas localizada entre Lima, Par¨ªs y Madrid. Por ah¨ª anda el poeta retocando su propio retrato: la figura heroica de quien descoyunt¨® la est¨¦tica del pasado en beneficio de la ¨¦tica del porvenir, la imagen combativa, menesterosa, solidaria, tierna, err¨¢tica, de ese emisario de su propia vida que tambi¨¦n quer¨ªa cambiar la vida, la ejemplaridad de quien sufri¨® toda clase de penurias y nos leg¨® una poes¨ªa espl¨¦ndida.

Resulta esclarecedor remitir las experiencias po¨¦ticas de Vallejo a las experiencias personales vertidas en estas cartas. Procedente del modernismo, del simbolismo, el autor de Trilce llega a los ismos de entreguerras sin ninguna voluntad de acatamiento. Los frecuenta y los rebasa en un viraje que afecta a cualquier otro viraje de la poes¨ªa escrita en espa?ol por aquellos a?os. Un ¨¢spero flujo verbal, como de filo mellado, entretejido de neologismos, frases hechas, discordancias l¨¦xicas y sint¨¢cticas, posibilitan parad¨®jicamente el equilibrio de un raro y prodigioso linaje po¨¦tico. El escenario dom¨¦stico, el paisaje triste de la memoria son sometidos a toda clase de tensiones gramaticales hasta que desaparecen las mara?as ret¨®ricas para dejar paso a una poes¨ªa absolutamente l¨ªmpida. Ese puede ser otro de sus secretos: la armon¨ªa surgiendo del desorden. Algo que tambi¨¦n se deduce del propio recuento de infortunios, querencias humanas, desvelos pol¨ªticos testimoniados en estas cartas.

Correspondencia completa. C¨¦sar Vallejo. Jes¨²s Cabel (editor). Pre-Textos. Valencia, 2011. 380 p¨¢ginas. 22 euros.