La l¨®gica civil de la violencia
El vuelco de la guerra civil en Libia, tras el fracaso de los j¨®venes insurrectos que ansiaban emular a sus hom¨®logos tunecinos y egipcios, ha vuelto a replantear el eterno problema de la violencia: el recurso m¨¢s eficaz, seg¨²n el realismo pol¨ªtico, para decidir las contiendas pol¨ªticas. Lo cual es de lamentar, pues en un principio no pareci¨® as¨ª. Por el contrario, el r¨¢pido ¨¦xito de las revueltas democr¨¢ticas de T¨²nez y El Cairo fue interpretado como una victoria de la no violencia sobre la lucha armada, que ven¨ªa a poner fin a un largo ciclo de terrorismo como estrategia dominante de lucha contra la tiran¨ªa. As¨ª, la l¨®gica yihadista de Al Qaeda y compa?¨ªa ced¨ªa el paso ante la moment¨¢nea superioridad del pacifismo democr¨¢tico movilizado a trav¨¦s de las redes sociales. Pero el espejismo de la llamada "Rep¨²blica de Facebook" iba a durar bien poco, pues cuando se intent¨® propagar a Libia pronto se revel¨® impotente para resistir la ola de fuego desatada por Gadafi. Lo cual nos lleva de regreso a la ley de hierro de la violencia como arcaico resorte de lucha por el poder.
Cuando el espejismo de la "Rep¨²blica de Facebook" se intent¨® propagar a Libia pronto se revel¨® impotente para resistir la ola de fuego desatada por Gadafi
He aqu¨ª algunos libros recientes que reflexionan sobre el fen¨®meno de la violencia pol¨ªtica. El historiador cultural Robert Muchembled presenta un recorrido panor¨¢mico sobre las formas de violencia popular y su paulatino control por parte del Estado moderno. Y el com¨²n denominador es el protagonismo violento de las redes de j¨®venes airados que no logran integrarse socialmente. Una situaci¨®n de bloqueo id¨¦ntica a la que ahora se da en los pa¨ªses ¨¢rabes atrapados en una trampa malthusiana, dado el fuerte crecimiento del n¨²mero de j¨®venes a los que no se puede dar empleo digno. Es la bomba de relojer¨ªa que antes explicaba el terrorismo yihadista pero que ahora ya no se aplica al pacifismo no violento de los j¨®venes dem¨®cratas. Y este retroceso de la propensi¨®n a la violencia debe ser atribuido a la elevaci¨®n de la escolaridad de la juventud ¨¢rabe de ambos sexos. Para los j¨®venes sin cualificar, la violencia constituye su ¨²nico recurso pol¨ªtico y su principal se?a de identidad. Mientras que los j¨®venes profesionalmente cualificados prefieren reivindicar sus derechos recurriendo a manifestaciones no violentas en la plaza p¨²blica y en la Red digital. Aunque poco puedan hacer frente a la fuerza bruta de Gadafi.
Pero en la guerra de Libia interviene otro factor: la lucha por el control del petr¨®leo. Es la tem¨¢tica cubierta por Welzer, que centra su investigaci¨®n en las Guerras por los recursos (Michael Klare, Urano, 2003) como las que desgarran el continente africano, en pugna por el control del petr¨®leo y los minerales estrat¨¦gicos o preciosos. Pero la originalidad de Welzer es que predice la multiplicaci¨®n de las guerras por los recursos a partir del ya ineluctable cambio clim¨¢tico (a partir de Diamond: Colapso, Debate, 2005), cuya progresiva deforestaci¨®n y erosi¨®n del suelo determinar¨¢ una creciente escasez de alimentos y agua potable: los recursos por los que estallar¨¢n las guerras del futuro, generando masivos desplazamientos de refugiados que a su vez desencadenar¨¢n nuevas guerras genocidas de limpieza ¨¦tnica.
Por lo dem¨¢s, las guerras por los recursos son siempre guerras civiles, cuya l¨®gica se analiza en el libro de Kalyvas. A partir de la teor¨ªa de la elecci¨®n racional, y con exhaustiva evidencia extra¨ªda de m¨²ltiples guerras civiles (como la nuestra) entre las que destacan las griegas (donde el autor realiz¨® un prolongado trabajo de campo), el libro se propone resolver un enigma fundamental. ?Por qu¨¦ en ciertas localidades estalla una terrible violencia civil mientras que en otras an¨¢logas o incluso vecinas apenas se da? Y la explicaci¨®n que proporciona Kalyvas es el grado de control del territorio por parte de los antagonistas que dirigen las hostilidades. Con control total de un solo bando o equilibrio paritario entre ambos, apenas hay violencia contra los civiles potencialmente desertores, bien porque no los hay en el primer caso o porque pueden pasarse f¨¢cilmente al enemigo en el segundo. En cambio, cuando un bando contendiente alcanza la hegemon¨ªa sobre un territorio, pero su grado de control no es completo, entonces la violencia contra los potenciales desertores se hace muy elevada, por efecto del interesado incremento de las delaciones.
Y este l¨²cido resultado bien pudiera traspolarse a la guerra civil larvada que ha venido padeciendo el Pa¨ªs Vasco, que centra la atenci¨®n de los ¨²ltimos libros analizados. El de Aurelio Arteta, cuyo elevado nivel de reflexi¨®n no puede ser abordado en este lugar, se centra como el de Kalyvas en el an¨¢lisis de la delaci¨®n como cooperadora necesaria del asesinato pol¨ªtico. Pero en Arteta no se trata de una delaci¨®n expresa sino de otra forma t¨¢cita de delaci¨®n por omisi¨®n, denegando amparo a las v¨ªctimas. Un tipo de an¨¢lisis que bien pudiera incluirse en la ¨²ltima obra a considerar, un volumen compilado por Rivera y Carnicero en el que escriben historiadores (Ar¨®stegui o Juli¨¢), polit¨®logos (Cruz, Del Rey) y soci¨®logos (como S¨¢nchez-Cuenca) dedicados al an¨¢lisis transversal sobre la violencia pol¨ªtica y cuya reflexi¨®n abarca desde la Guerra Civil al terrorismo en Euskadi. De ah¨ª que la obra sea heterog¨¦nea y desigual, destacando el denso ensayo de Mart¨ªn Alonso sobre la ret¨®rica discursiva de la violencia pol¨ªtica.
Una historia de la violencia. Del final de la Edad Media a la actualidad. Robert Muchembled. Traducci¨®n de N¨²ria Petit Fonser¨¨. Paid¨®s. Barcelona, 2010. 398 p¨¢ginas. 29,90 euros. Guerras clim¨¢ticas. Por qu¨¦ mataremos (y nos matar¨¢n) en el siglo XXI. Harald Welzer. Traducci¨®n de Alejandra Obermeier. Katz. Barcelona, 2011. 342 p¨¢ginas. 21 euros. La l¨®gica de la violencia en la guerra civil. Stathis N. Kalyvas . Traducci¨®n de Pedro A. Piedras Monroy. Akal. Madrid, 2010. 655 p¨¢ginas. 38 euros. Mal consentido. La complicidad del espectador indiferente. Aurelio Arteta. Alianza. Madrid, 2010. 319 p¨¢ginas. 20 euros. Violencia pol¨ªtica. Historia, memoria y v¨ªctimas. Antonio Rivera y Carlos Carnicero Herreros (editores) Maia. Madrid, 2010. 367 p¨¢ginas. 15 euros.
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