El concurso e¨®lico abre una crisis en la Conseller¨ªa de Econom¨ªa
El subdirector de Industria que iba a verificar los planes pide el traslado
Las relaciones entre el conselleiro de Econom¨ªa, Javier Guerra, y su director general de Industria, ?ngel Bernardo Tahoces, distan mucho de ser fluidas. Un abismo llamado concurso e¨®lico los han estado separando en los ¨²ltimos meses. La tensi¨®n ha subido varios grados esta ¨²ltima semana, la misma que se dio a conocer el fallo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que avala por completo la legalidad del decreto que sirvi¨® de marco jur¨ªdico al concurso del bipartito.
En la oposici¨®n, Tahoces fue el l¨¢tigo del PP contra un texto que tach¨® en infinitas ocasiones como "ilegal", responsable de la "quiebra de la confianza en un sector estrat¨¦gico para Galicia". Sorprende que, con ¨¦l al mando de la rama industrial, el actual concurso para repartir el negocio del viento tenga un buen n¨²mero de detractores en el sector, y no solo entre las empresas que no resultaron beneficiadas y que presentaron algo m¨¢s de 30 recursos de alzada.
El subdirector de Enerx¨ªa que iba a verificar los planes industriales se va
Javier Guerra, que asumi¨® con una enorme diligencia la anulaci¨®n del proceso anterior tras ser nombrado conselleiro, tiene varios frentes abiertos. Su primera medida se ha demostrado equivocada, aunque mantiene que las "tachas de legalidad", encontradas por el Consello Consultivo al reparto del bipartito junto a un informe interno encargado por ¨¦l a la asesor¨ªa jur¨ªdica son motivos suficientes para justificar aquella decisi¨®n. Curiosamente, el propio Consello Consultivo le aplic¨® la misma medicina cuando hall¨® indicios de "inseguridad jur¨ªdica", en el anteproyecto de la norma que la Xunta actual redact¨® a toda prisa a finales de 2009.
El texto para regular el aprovechamiento e¨®lico y establecer un canon sali¨® finalmente adelante en diciembre de ese a?o. El 29 de marzo de 2010, Guerra firmaba la orden de convocatoria para otorgar 2.325 megavatios en un concurso que iba a servir como ejemplo de transparencia. Result¨® igual de controvertido, aunque no se conoce su desenlace.
La patronal e¨®lica EGA, que agrupa a las grandes empresas del sector con intereses en Galicia, mostr¨® hace dos meses su malestar por "la controversia existente sobre determinados puntos de la resoluci¨®n aprobada". Esos puntos, seg¨²n las empresas, se derivan de "ciertas ambig¨¹edades en la redacci¨®n de la orden de convocatoria publicada en marzo del a?o pasado y que la asociaci¨®n ya puso de manifiesto en su d¨ªa". El departamento dirigido por Tahoces hab¨ªa ignorado las dudas que muchas empresas formularon. Despu¨¦s del desaire p¨²blico, Javier Guerra se vio forzado a crear dos mesas de trabajo con la patronal en un intento de relajar la tensi¨®n. En EGA est¨¢n representadas grandes perdedoras en el concurso, como Gamesa, o modestas adjudicatarias, caso de Acciona, aunque tambi¨¦n figura Norvento, el segundo ganador de megavatios, o Fenosa, la gran triunfadora.
El trabajo de la comisi¨®n que valor¨® los proyectos dirigida por Eliseo Di¨¦guez, director del Inega, tambi¨¦n se ha puesto en cuesti¨®n. Uno de sus integrantes, Carlos G¨®mez (subdirector de Enerx¨ªa), que no firm¨® el acta final del concurso en la que se reflejaba el reparto, ha pedido el traslado "por razones personales", a la Secretar¨ªa de Deportes. G¨®mez estaba llamado a ser el presidente de la comisi¨®n que va a valorar el cumplimiento de los planes industriales, que son precisamente objeto de las mayores cr¨ªticas. Multimillonarias inversiones presentan esquemas rid¨ªculos de financiaci¨®n; otras, como los planes de Fenosa Wind, el primer ganador, se centran en el sector energ¨¦tico regulado, algo que Gamesa ha denunciado porque incumple las bases. Copasa prometi¨® construir un hospital en A Coru?a del que Sanidade no tiene constancia y sobre el que no se valora la creaci¨®n de ning¨²n empleo; la planta de basuras de Estela E¨®lica (la tercera ganadora) fue aprobada contra la prohibici¨®n de amparar proyectos que dependiesen de un concurso p¨²blico, y Fenosa Wind promete crear puestos de trabajo con un gasto en n¨®minas de 6.106 euros por persona y a?o, algo que repiten otros adjudicatarios con cantidades incluso menores. Y as¨ª un largo etc¨¦tera de detalles que cuestionan el rigor del proceso.
Otros evidencian una fluida comunicaci¨®n entre la comisi¨®n y la conseller¨ªa. Prueba de ello es que el desenlace figura en un acta firmada el pasado 18 de noviembre. Doce horas despu¨¦s, Guerra lo anunciaba a la prensa con un gran despliegue en powerpoint. Pero el certificado oficial de la resoluci¨®n tiene fecha del 22. C¨®mo lo supo Guerra es un misterio. Aunque en su gabinete de prensa explicaron luego que, en todo caso, no se equivoc¨® al dar los datos.
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