En busca de una estrategia

Una semana despu¨¦s del arranque de la operaci¨®n en Libia, la coalici¨®n internacional que la impulsa empieza por fin a clarificar la estructura de mando militar. Ello, sin embargo, no implica que los aliados hayan alcanzado un acuerdo sobre qu¨¦ hacer en Libia. Robert E. Hunter, embajador de EE UU ante la OTAN durante la presidencia de Clinton, sintetiza as¨ª, en conversaci¨®n telef¨®nica, el dilema de fondo que sacude la coalici¨®n: "El objetivo de la resoluci¨®n de la ONU es proteger a los civiles, pero el deseo de los aliados subyacente a la operaci¨®n es naturalmente lograr un cambio de r¨¦gimen, que Gadafi se vaya. La v¨ªa m¨¢s simple para lograrlo es que la coalici¨®n ejerza una presi¨®n suficientemente firme como para inducir al entorno de Gadafi a abandonarle. Que entiendan que vamos en serio. El punto es entender hasta d¨®nde est¨¢n dispuestos a llegar los aliados".

- Presi¨®n militar a ultranza. La l¨®gica es clara. Una sostenida y constante campa?a militar podr¨ªa terminar provocando una desbandada en las filas de Gadafi. Esto significar¨ªa el desmoronamiento del r¨¦gimen o al menos abrir la puerta a decididos avances de los rebeldes, hasta ahora parados por su escasa organizaci¨®n, entrenamiento y equipamiento. Esta es la opci¨®n que parecen preferir Francia y Reino Unido. Pero requiere muchas bombas, probablemente sangre, y presupuesto. ?Tienen todos los dem¨¢s aliados europeos el est¨®mago para ello? "No lo tienen", responde contundente Hunter.

- Alto el fuego y estabilizaci¨®n. Yves Boyer, director adjunto de la Fundaci¨®n para la Investigaci¨®n Estrat¨¦gica de Francia, subraya que Par¨ªs tiene mucha convicci¨®n en "continuar con las operaciones de destrucci¨®n del material de artiller¨ªa pesada del r¨¦gimen". Pero si Gadafi lograra sobrevivir a las pr¨®ximas semanas, sin duda se exacerbar¨ªan las contradicciones internas a la coalici¨®n. Esto tambi¨¦n podr¨ªa ocurrir caso de que Gadafi cesara realmente las agresiones, lo que restar¨ªa legitimidad a nuevos bombardeos aliados. En ambos escenarios, tomar¨ªa consistencia la opci¨®n de una estabilizaci¨®n.

"El alto el fuego y la congelaci¨®n de la situaci¨®n es una opci¨®n que creo que no gusta a nadie, pero todos podr¨ªamos tener que acabar asumi¨¦ndola", considera Hunter. Ser¨ªa una situaci¨®n semejante a la del Kurdist¨¢n iraqu¨ª. En el este, la autonom¨ªa de facto de los rebeldes; en el oeste, el r¨¦gimen. La coalici¨®n habr¨ªa al menos alcanzado el objetivo de parar la violencia contra los civiles, pero la permanencia de Gadafi en Tr¨ªpoli tendr¨ªa un sabor extraordinariamente amargo.

- Di¨¢logo pol¨ªtico. Neil Melvin, director del Departamento de Conflictos Armados del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, cree que hay un margen de "un par de semanas para proseguir con la actual din¨¢mica militar". Despu¨¦s, "si el r¨¦gimen no se fragmenta, crecer¨¢ la presi¨®n para dar un paso atr¨¢s y un di¨¢logo pol¨ªtico". En paralelo a la presi¨®n militar, no ha cesado la acci¨®n pol¨ªtica. La coalici¨®n baraja dejar una puerta abierta para una salida de Gadafi. "Un di¨¢logo directo con el r¨¦gimen ahora es impensable. Pero si la situaci¨®n llegara a un punto muerto, podr¨ªa hacerse necesario", dice Melvin. El ministro de Exteriores de Italia, Franco Frattini, ya habl¨® de "impulsar una reconciliaci¨®n nacional libia".