Los dragones de la Iglesia
La Iglesia me provoca sentimientos encontrados. C¨®mo no criticar a su jerarqu¨ªa anquilosada y retr¨®grada que sataniza la evoluci¨®n del pensamiento con el mismo esp¨ªritu de quienes anta?o invocaban a Cristo para alimentar hogueras con carne humana. Y c¨®mo no admirar y respaldar el trabajo de sus misiones en los fangales del subdesarrollo o de sus voluntarios en organizaciones como C¨¢ritas aliviando nuestras propias miserias. Para algunos son las dos caras de una misma moneda, para m¨ª, unos le ponen la cara y otros cargan con la cruz, y la autoridad moral solo se la reconozco a los que cargan.
A pesar de ello ninguna cr¨ªtica, por merecida que sea, puede justificar acciones aberrantes como la protagonizada el pasado d¨ªa 11 por un grupo de j¨®venes, en su mayor¨ªa mujeres, en la capilla del campus de Somosaguas. All¨ª irrumpieron coreando consignas contra el Vaticano. Adem¨¢s de soltar burradas en las que hablaban del "poder clitoriano" y otras chorradas, algunas se desnudaron mostrando sus barrigas pintadas mientras lo grababan en v¨ªdeo.
A Benedicto XVI le imagino satisfecho con la pel¨ªcula de Roland Joff¨¦ que se estren¨® anoche
Todo un asco que se descalifica por s¨ª mismo y que contrasta con la acci¨®n de otras personas que, sinti¨¦ndose agraviadas por la cerraz¨®n de los jerarcas eclesi¨¢sticos, act¨²an de forma bien distinta. Es el caso de Crismhom la Asociaci¨®n que re¨²ne en Chueca a m¨¢s de un centenar de cristianos homosexuales. Algunos son exseminaristas que se han visto fuera de la Iglesia por confesar abiertamente su condici¨®n de gais. Que en la familia eclesi¨¢stica hay muchos homosexuales, incluso al m¨¢s alto nivel, es algo de sobra conocido pero nunca reconocido porque el Vaticano lo proh¨ªbe expresamente. Al final, los esc¨¢ndalos provocados por los casos de pederastia han terminado por sacar la parte m¨¢s oscura de esa realidad distorsionando la imagen del colectivo como si todos los curas homosexuales fueran pervertidos.
La Iglesia paga en consecuencia muy cara la factura de su propia hipocres¨ªa. El ala gay de la Iglesia madrile?a, como titulaba EL PA?S en referencia a Crismhom, proclama hoy su labor evangelizadora en un territorio expresamente abandonado. Tal vez por eso sus promotores aseguran sentirse m¨¢s libres como cristianos entre los gais que como gais entre los cristianos. Cada cual vive la fe a su manera y esta se me antoja de lo m¨¢s honesta.
Puede que a Rouco le parezca una variante m¨¢s de ese relativismo imperante que tanto le gusta satanizar, pero yo de ¨¦l me dar¨ªa una vuelta por Chueca al menos para escuchar y no creo que el Papa lo viera mal. A Benedicto XVI le imagino satisfecho con la pel¨ªcula Encontrar¨¢s dragones que anoche se estren¨® en Madrid. Le habr¨¢n dado un pase privado porque hay gente del Opus Dei en la producci¨®n y, sobre todo, porque va de la vida y no tanto de los milagros de Monse?or Escriv¨¢ de Balaguer.
Admito que me sent¨¦ en la butaca con todas las prevenciones y reconozco tambi¨¦n que la pel¨ªcula me mantuvo clavado en el asiento. Dirigida por Roland Joff¨¦, autor de La misi¨®n y Los gritos del silencio, el filme cuenta una parte de la vida del fundador de la obra apoyando el relato en una magn¨ªfica historia paralela de un supuesto amigo.
Hay quien dice que la pel¨ªcula fue encargada para contrarrestar los da?os ocasionados al Opus por El c¨®digo Da Vinci. Yo despu¨¦s de verla sigo manteniendo mis recelos sobre cualquiera que se apodere de las conciencias ajenas, pero aplaudo el resultado y me adhiero al mensaje que proclama la cinta en boca de Escriv¨¢ de Balaguer, "la capacidad liberadora del perd¨®n".
Si algo me ha ense?ado la vida es a deshacerme cuanto antes del rencor porque la carga es insoportable. Es mejor perdonar y sacar esos temibles dragones que se alojan en nuestro interior. Por eso el arzobispado debe saber perdonar a los imb¨¦ciles que profanaron su templo en Somosaguas y a los cristianos de Chueca que le dejan en evidencia. En realidad, a estos ¨²ltimos m¨¢s que perdonar deber¨ªan pedirles perd¨®n.
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