?Alguna pregunta?
Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, debe de saber que las sesiones informativas trimestrales para los medios de comunicaci¨®n sin precedentes que piensa iniciar no perjudicar¨¢n a la eficacia del banco central. Despu¨¦s de todo, Jean-Claude Trichet, el presidente del Banco Central Europeo, da una despu¨¦s de cada reuni¨®n mensual de su grupo. Una mayor apertura del banco central estadounidense podr¨ªa incluso disuadir al Congreso de tratar de ejercer m¨¢s influencia en la pol¨ªtica monetaria.
Cualquiera que sea la capacidad de Bernanke para leer los posos del caf¨¦, no hay duda de que domina los pol¨ªticos. Las hist¨®ricas intervenciones del banco en la econom¨ªa estadounidense han puesto su independencia en peligro como nunca lo hab¨ªan hecho antes. Una reciente encuesta de Bloomberg mostraba que solo el 17% de los estadounidenses era partidario de dejar tranquila a la Reserva Federal, en comparaci¨®n con el 39% que piensa que deber¨ªa rendir m¨¢s cuentas ante el Congreso y el 16% que quiere que el banco central se suprima.
El Congreso, puede que reflejando el malestar p¨²blico -y tambi¨¦n tratando de incrementar su poder-, ha estado intentando socavar la independencia de la Reserva. Los dem¨®cratas han sugerido eliminar a los presidentes de los bancos regionales de la Reserva del Comit¨¦ Federal del Mercado Abierto, al considerar que siguen una l¨ªnea demasiado dura con la inflaci¨®n. Y algunos republicanos quieren otorgar al Congreso una enorme y nueva discrecionalidad para supervisar las actividades de la Reserva.
Otros miembros del viejo y gran Partido Republicano quieren modificar el doble mandato del banco central de maximizar el empleo y moderar los precios y centrarlo exclusivamente en la inflaci¨®n. Y, justamente esta semana, el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictamin¨® que la Reserva debe revelar los detalles de su programa de pr¨¦stamos de emergencia de 2008.
Puede que la p¨¦rdida en los tribunales haya sido una bendici¨®n encubierta. La combinaci¨®n de gran poder y secretismo fomenta la clase de desconfianza p¨²blica que puede impulsar una mayor intromisi¨®n. En realidad, Bernanke ya hab¨ªa dado un paso para abrir un poco la Reserva al hacer que emita pron¨®sticos y que publique las actas de las reuniones con m¨¢s frecuencia.
Las sesiones peri¨®dicas de preguntas y respuestas con los periodistas que cubren la informaci¨®n de la Reserva eran la siguiente medida l¨®gica. Un reciente estudio interno del banco central hall¨® que aunque una mayor claridad no ayuda necesariamente a los bancos centrales en las econom¨ªas avanzadas, tampoco les perjudica.
La pr¨®xima gran tarea de la Reserva Federal ser¨¢ la de retirar el est¨ªmulo monetario pese a que es probable que en la econom¨ªa estadounidense el desempleo sea alto, y el crecimiento, lento. Bernanke necesitar¨¢ todos los foros p¨²blicos que pueda para explicar c¨®mo funcionar¨¢ eso. -
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