Viaje al planeta Tierra
M¨¢s de 6.000 personas visitan el museo de las Ciencias Naturales, el Museu Blau, el d¨ªa de su inauguraci¨®n en el edificio F¨®rum- 51 animales disecados y 24 esqueletos, entre las novedades de la colecci¨®n
En estos tiempos de inauguraciones precipitadas en las que se presentan infraestructuras que tardar¨¢n en ponerse en funcionamiento, se agradece que el nacimiento de un nuevo museo sea real, tal como pudieron comprobar ayer las 6.300 personas que se acercaron a ver el museo de Ciencias Naturales de Barcelona, tras ser inaugurado por el alcalde Jordi Hereu. El nuevo centro se llamar¨¢ Museu Blau por estar situado en el edificio F¨®rum de fachada azul ultramar. El interior del edificio construido por Herzog & Meuron para el F¨®rum 2004 se ha convertido en un lugar donde realizar un viaje a la madre naturaleza y al interior de la Tierra. Las paredes rugosas e inclinadas de la construcci¨®n y el ambiente casi tel¨²rico dan la sensaci¨®n al visitante de estar en el interior de una cueva, de que el edificio es org¨¢nico y que tiene vida. La exposici¨®n La Tierra hoy permite ver 4.500 piezas divididas en siete ambientes: rocas y minerales, animales, f¨®siles, plantas y hierbas, microbios y hongos, meteoritos y f¨®siles. Para el nuevo museo se han restaurado 700 espec¨ªmenes animales que lucen como si fueran nuevos. La museograf¨ªa (obra de Herzog & Meuron) cuenta con las m¨¢s modernas tecnolog¨ªas que permiten al p¨²blico ver, sentir y tocar. Sin embargo, el edificio no estar¨¢ a pleno rendimiento hasta junio, cuando se inaugure la otra gran exposici¨®n: Planeta Tierra, que har¨¢ un recorrido por la historia del mundo, desde el Big Bang hasta nuestros d¨ªas. Ser¨¢ entonces cuando se podr¨¢ ver en el vest¨ªbulo del museo una de sus estrellas: el esqueleto de la ballena, en fase de montaje tras el accidente que sufri¨® cuando se estaba descolgando del centro de la Ciutadella.
Durante la inauguraci¨®n del nuevo equipamiento, Anna Omedes, directora del museo, explic¨® que se est¨¢ acabando el montaje de la enorme ballena y que podr¨¢ verse sobre la escalera del vest¨ªbulo en junio, pero no quiso entrar en detalles del porqu¨¦ no ha llegado a tiempo de la inauguraci¨®n.
No obstante, a partir de ahora, a la ballena le han salido competidores: es el caso de una reproducci¨®n (solo hay dos en el mundo) de un Prognatodon, un lagarto marino de 15 metros de largo y 80 millones de a?os de antig¨¹edad descubierto recientemente en Estados Unidos y que pende del techo de la sala de los f¨®siles; un enorme cocodrilo del Nilo que se arrastra por una de las salas (tranquilos, est¨¢ disecado) y un fiero le¨®n que tambi¨¦n fue naturalizado tras fallecer en el zoo de Barcelona, pero que sigue imponiendo tras una vitrina a todo el que se atreve a mirarlo a los ojos. Sorprende tambi¨¦n una esfera de m¨¢s de cuatro metros de di¨¢metro que recibe al visitante y que muestra c¨®mo se formaron los continentes y los oc¨¦anos de forma gr¨¢fica.
En las vitrinas, los animales han sido ordenados, no por familias, sino por conceptos, como el tipo de alimentaci¨®n, la forma de las alas o las estrategias que utilizan para no ser cazados, que hace que las vitrinas sean amenas y est¨¦n formadas por especies diferentes como peces, aves y reptiles.
El museo muestra por primera vez una colecci¨®n de setas catalanas que har¨¢n las delicias de mic¨®logos y de los que gustan salir al monte a por ellas; una colecci¨®n de algas y otra de microbios cultivados y un herbario que muestra las m¨²ltiples y caprichosas formas que adoptan las hojas. Tampoco pasan inadvertida la importante colecci¨®n de insectos que recuerdan que el museo de Barcelona es uno de los mejores en bioespeleolog¨ªa y que posee el mejor conjunto del mundo de cucarachas ciegas. ?Ah¨ª es nada!
Durante la visita es posible descansar en uno de los tres chill-outs. En uno de ellos suenan los sonidos grabados en el Montseny durante 24 horas. Un restaurante, aulas, tienda, auditorio y un nido de ciencia para ni?os hasta seis a?os, completan la oferta. "Aunque a veces se olvide, la ciencia es tambi¨¦n cultura", ha remarcado Omedes, para quien, gracias a las nuevas instalaciones el museo de las Ciencias Naturales jugar¨¢ "en la misma liga que los de Berl¨ªn y Londres". Por su parte, Hereu resalt¨® que el museo "tiene vocaci¨®n de convertirse en el gran museo de ciencias naturales de Catalu?a y en una referencia cultural esencial".
Las cifras del nuevo museo:
- 9.000 metros cuadrados de exposici¨®n, en dos plantas.
- 4.500 piezas (de los tres millones del fondo) en siete ¨¢mbitos: rocas, minerales, plantas, animales, hongos, microbios y algas.
- Se han restaurado 700 espec¨ªmenes.
- 12 millones de euros de presupuesto.
- Entrada libre hasta el 30 de junio. Despu¨¦s costar¨¢ siete euros.
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