Los Verdes alemanes ganan su primer Estado tras el desastre nuclear japon¨¦s

Fue un salto un¨ªsono de j¨²bilo. Los simpatizantes de Los Verdes reunidos en el Kunstgeb?ude de Stuttgart prorrumpieron en aplausos y corearon el lema oficioso de su campa?a, "?Mappus fuera!". Anunciaban as¨ª el cambio pol¨ªtico en el pr¨®spero land y la salida del primer ministro Stefan Mappus. Los resultados oficiales provisionales dan la friolera del 24,2% de los votos a Los Verdes. Las caras de felicidad entre los simpatizantes expresaban tambi¨¦n algo de sorpresa: uno de cada cuatro votantes de Baden-W¨¹rttemberg han elegido ese partido. Grandes aplausos, m¨¢s tarde, a la entrada del candidato Winfried Kretschmann, que ser¨¢ el primer jefe de Gobierno de Los Verdes en un Estado federado alem¨¢n: estamos ante "algo as¨ª como una victoria electoral hist¨®rica". Los Verdes avanzaron 12 puntos con respecto a las anteriores elecciones, hasta el definitivo 24,2% que le permitir¨¢ formar como socios mayoritarios una nunca vista coalici¨®n con el Partido Socialdem¨®crata (SPD), que logra el 23,1%.

La err¨¢tica postura de Berl¨ªn en la crisis libia le ha pasado factura a la CDU

Al otro lado de la Plaza del Palacio, en el coraz¨®n de la capital de Baden-W¨¹rttemberg, los democristianos de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) y el primer ministro Mappus parec¨ªan petrificados media hora despu¨¦s de conocerse los primeros sondeos. Caras largas en la sede del Parlamento regional, sonrisas torcidas e incredulidad ante la p¨¦rdida de un land crucial que dominaron durante casi 60 a?os. Desde siempre. Si bien siguen siendo la primera fuerza pol¨ªtica de la regi¨®n, la CDU cay¨® 5,2 puntos, hasta el 39%.

Las de ayer fueron elecciones decisivas para Alemania. Marcar¨¢n a fuego el ecuador de la segunda legislatura de Merkel. Aunque hubiera tenido otro resultado que la hist¨®rica ca¨ªda de la CDU de Angela Merkel, la campa?a electoral de Baden-W¨¹rttemberg ya hab¨ªa abierto una brecha profunda en la pol¨ªtica de la coalici¨®n de centro-derecha que preside. Con sus decisiones de la pasada semana, el Ejecutivo democristiano-liberal de Berl¨ªn hizo del landtag de Stuttgart un plebiscito de alcance nacional. Han perdido.

Cuando Merkel alertaba el viernes en Mannheim contra "experimentos pol¨ªticos" en la regi¨®n, se refer¨ªa a la novedad de que un verde pudiera presidir el Gobierno de un Estado. Sin embargo, bien le habr¨ªa convenido aplicarse el cuento. En un par de semanas, Merkel ha protagonizado sorprendentes virajes en dos frentes pol¨¦micos: el de la energ¨ªa nuclear y el del compromiso internacional con sus aliados.

Primero fue el volantazo nuclear que sigui¨® al desastre de Fukushima. La doctora en F¨ªsicas Merkel defendi¨® siempre el uso de la energ¨ªa nuclear. El pasado oto?o, su coalici¨®n aprob¨® el pol¨¦mico aplazamiento del apag¨®n at¨®mico. Fue una decisi¨®n arriesgada y aplaudida por los sectores conservadores y empresariales. Cuando Fukushima hizo cristalizar el descontento antinuclear de millones de alemanes, Merkel dio marcha atr¨¢s y anunci¨® una moratoria sobre el aplazamiento, as¨ª como el cierre provisional de siete centrales.

Otra sorpresa fue la abstenci¨®n de Alemania en la votaci¨®n de Naciones Unidas sobre el ataque a Gadafi. El centro-derecha alem¨¢n es tradicionalmente atlantista, pero el Gobierno de Merkel orden¨® la semana pasada retirar sus barcos de guerra del mando de la OTAN en el Mediterr¨¢neo. Los conservadores de todo el pa¨ªs quedaron at¨®nitos. Tambi¨¦n la oposici¨®n de verdes y socialdem¨®cratas. El Gobierno parec¨ªa dirigir la pol¨ªtica internacional del pa¨ªs con la mirada puesta en las elecciones regionales. Seg¨²n criticaba el exministro de Exteriores Joschka Fischer (Los Verdes), el pa¨ªs "se anquilosa en el provincialismo".

En total, 11 millones de ciudadanos estaban llamados a las urnas en dos l?nder contiguos, Baden-W¨¹rttemberg y Renania-Palatinado. El primero, con m¨¢s de 10 millones de habitantes, es el tercer Estado por Producto Interior Bruto (PIB) y poblaci¨®n. La CDU lo gobernaba desde un a?o despu¨¦s de su fundaci¨®n en 1952, cuando Merkel a¨²n no hab¨ªa nacido. Adem¨¢s, el rev¨¦s afecta de lleno al liberal FDP -que logr¨® ayer el 5,3% de los votos-, que desde 1996 participa en Stuttgart en coaliciones de Gobierno como la que dirigen Merkel y Westerwelle. Ahora se ver¨¢ qu¨¦ precio les imponen sus partidos. Merkel tiene bien controlada a una CDU sin alternativa de liderazgo. Westerwelle podr¨ªa pagarlo muy caro.